la radio con botas -o Serrat haciendo radio-

Raro es (aunque alguna vez ha pasado) eso de que alguien que admiras de la radio vaya y te envíe un mail o se ponga en contacto contigo de una manera. Más raro aún es que compartan algo que se les venga a la cabeza y que te pongan sobre la pista sobre algo que desconocías... Cuando ves que alguien de la radio no sólo es "ése que hace radio" sino que además es algo friki del tema, pues... es una sensación que mola. 

Otras veces es algún comentario suelto en alguna entrada en el blog la que te pone sobre alguna pista de algún programa interesante. Y, en este caso, un comentario perdido me puso sobre la pista, el de la radio me dijo qué era aquello que molaba pero que no tenía grabación y que "a ver si me enteraba de algo de ese programa", y fue otro comentario el que ya, directamente, me descubrió el programa. 

Y sí, efectivamente, el programa molaba. Comenzó a emitirse un 1 de abril de 1991. Joan Manuel Serrat estuvo hablando con el entonces director de RNE (Enric Sopena) y al final se engendró el programa "La Radio con Botas". [Por cierto, qué bien que alguien -Manuel Escudero- haya guardado cintas de ese programa durante más de 20 años.] La cosa iba de lunes a viernes desde las 23.30 h y durante una hora, justo hasta que empezó el verano de ese año, iba descubriendo año a año cosas de la radio y en general de cosas de la historia de España desde 1939. Vale, algún año (pocos) estaban repetidos... un año, un programa. 

El radiochip de hoy mola porque es aquel primer programa. Mirad que no conocía nada del programa y tengo que decir que, los programas que he escuchado, me han gustado mucho, muchísimo. Es raro eso de escuchar a Serrat como conductor de un programa... Escuchad el radiochip con botas, cuyo inicio pongo más abajo transcrito:

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Buenas noches, soy Joan Manuel Serrat, y dadas las circunstancias, me siento en la obligación de prevenirles que a partir de hoy y a lo largo de tres meses, estaré con ustedes –si quieren acompañarme– de lunes a viernes a esta misma hora. Y ustedes se preguntarán qué se le ha perdido a éste en la radio…, pues tengo mis razones.

Se lo explicaré: todo empezó una soleada mañana de invierno, mientras paseaba por el rastro de la plaza de las Glorias, donde los traficantes de antiguallas ofrecen al mejor postor sus tesoros, ventiladores oxidados, muebles carcomidos, trajes apolillados… cuando de repente, entre los muchos cachivaches en desorden, reparé en una vieja radio. Era arqueología de primera mano… Me dirigí al viejo mercader que estaba al frente del negocio y le pedí precio por ello. “No se la aconsejo, amigo. Es una radio con botas” –me respondió, tomándola entre sus manos con el mismo cuidado con el que se transporta un plato de sopa llena hasta el borde– “Solo le traerá complicaciones. Está enferma, enferma de la cabeza; está colgada como esos abuelos que sólo hablan de sus buenos tiempos, de la república, de María Castaña. Se ve, que de joven tuvo un revés sentimental y ‘se colgó’ y ya no hace más que repetir cosas como de que ‘Ustedes son formidables’, dice que hay guerra de Corea y no para de contar historias de uno que se pasaba la vida inaugurando pantanos y persiguiendo a los rojos. El otro día, sin ir más lejos, yo quería escuchar al Butanito, la encendí y apareció una tal "Ama Rosa".

“Eso no tiene precio” –grité sin poder contener mi entusiasmo–. “Usted sí que no tiene precio, amigo” –me dijo–, “¿de verdad que le interesa?… ¡Cómo es la gente!, ande, llévesela. Se la regalo. Y si le da mucho la lata, pues la lleva al asilo o la deja tirada en cualquier portal, que la gente no está para monsergas, amigo… y nadie le va a dar un duro por ella, se lo digo yo”. Y me la llevé a casa. Y le limpié las heridas. Y ella, despacito, me ha ido contando todo cuanto sabía de nosotros. No hizo falta enchufarla. Ella misma se calzó las botas y juntos, de la mano, nos pusimos a recorrer nuestros ayeres. Ella, con sus botas, y yo con mi memoria. Y en eso andamos. Y por eso estamos aquí…

Buenas noches, bienvenidos a “La Radio con Botas“…

Joder, cuando vivía yo al lado de la plaza de las Glorias yo nunca hubiera esperado encontrarme con Serrat precisamente... ¿habría sido simplemente un recurso literario? Mola esos referentes de los que habla en el inicio... lo mismo habla de "Ama Rosa" o del "Ustedes Son Formidables" que "del Butano", que por aquel entonces era el que lo petaba en la radio.

¡Serrat haciendo radio! ¡Serrat un friki de la radio! ¡Cómo mola! ¡Qué gran descubrimiento! La radio da a veces sorpresas muy agradables. Vale, no siempre, pero muchas veces sí. Si no, no seríamos tantos los frikis que por aquí pasamos.