sábado, 1 de diciembre de 2012

sobre Belén Esteban... y la radio, y Aristóteles

Hasta las narices, así de claro. Cada vez que estás con alguien comentando temas, sale el tema de Belén Esteban. Estoy hasta las santas narices de que todo el mundo hable de ella como si la odiara, y que se peguen 20 minutos seguidos hablando sobre ella. Lo siento, no lo soporto. 

No soporto que siempre se llegue a algunos lugares comunes... por ejemplo: "qué habrá hecho esta tía para salir en la tele", "lo que hace ella lo puede hacer cualquiera", "no entiendo cómo a la tía esta le ve la gente", e incluso "ahí está el problema de España". Esta última frase me dan ganas de matar. Y esto lo uniré con la radio... 

Esta entrada en el blog viene por tres cosas: porque tenía ganas de desahogarme, porque tengo ganas de "meter" un poco de "análisis desde el punto de vista más desde la observación" de las cosas, y porque si algo es un fenómeno social, debe ser tratado en la radio como un tema más. Obligatoriamente. De hecho, de Belén Esteban hablé cuando dio las campanadas (porque Félix Madero se permitió hablar de ella) y de cuando trataron el tema Belén Esteban en el gabinete de Julia Otero. 

Voy por partes... 

1) "Qué habrá hecho esta tía para salir en la tele": Pues tener una buena historia. Y comenzaré por la radio... en los años 70 y tal, por la radio había radionovelas, por ejemplo, ya hablé una vez de "Lucecita". Unos culebrones del copón. Hijos secretos, cuernos, enamoramientos... lo de siempre. Lo que mola. A marujas y a no marujas. Lo digo porque en los años 80 y 90 a muchos nos importaba tres pitos qué le pasaría a Luis Alfredo y a Cristal, pero a fuerza de verlo, pues te quedabas viendo la tele en un "ay". Luego vino el Gran Hermano, y lo que lleva petándolo desde hace muchos años es... entre otras, la historia de Belén Esteban. ¿Qué ocurre? Que lo que pierde la historia en embrollo culebronístico lo gana Belén en dos partes: una, que Belén transmite sentimientos. Exageradamente. Sí, como en los culebrones. Y otra, que tenemos el factor de que ella existe. Y si ya se formaba follón porque la actriz que interpretaba a Fulanita venía a España, imaginaos que os la podáis encontrar un día yendo al plató, o quién sabe. Ella existe. Eso es un valor.

Y por favor, "para salir en la tele" implica que quien lo dice piensa o considera que el que sale por la tele ya es admirable o digno de reconocimiento. Y no. Salir en la tele es salir en la tele, y punto. Si se entiende que salir por la tele (o por la radio) no es admirable per se, borraréis la coletilla de "para salir en la tele" de vuestras mentes.

2) "Lo que hace ella lo puede hacer cualquiera". No. Lo siento, no. Esas muecas, esos gestos... transmiten mucho. La gente llora con ella, se parte con ella, se ríe de ella, se caga en dios... siente. Provoca sensaciones. Entre ellas, por qué no, el odio. Y ahí está la clave. Transmite sentimientos... del tipo que sea. Pero los transmite. Y no todas las tías se han tirado a un torero, han tenido una hija con él, y luego les ha pasado todo lo que le ha pasado, y luego lo han sabido contar tan bien por fascículos... Lo siento, no es tan fácil. Si no, en su lugar habría otra que lo haría mejor y más barato para la cadena. 

3) "No entiendo cómo lo que hace esta tía lo puede ver la gente". Bueno, esta es una de las preguntas a las que intento dar respuesta con esta entrada del blog. Y repito: esto va de radio. Y repito: mente un poco científica. En ciencia se observa un hecho y no se juzga si es bueno o malo. Los hechos son. Un electrón va a esta velocidad, quemar esto libera tanta energía... no nos ponemos a juzgar si es justo, bueno o malo la esencia de la existencia del átomo de Titanio... Pues con Belén, lo mismo. El éxito es indiscutible. El fenómeno es indiscutible. Que tiene audiencia es indiscutible... para explicar su éxito despojémonos de juzgar si lo que hace con su marido está bien o mal. O si obligaríais a Andreíta a comer pollo. No. Miremos el porqué del fenómeno. Esas discusiones nos molestan para su análisis. 

Sinceramente: esta entrada del blog viene de un día en una terraza este verano. La gente decía que si yo defendía a Belén Esteban... ¿por? Belén Esteban es. Y por mucho que me cayera fatal o sea incultísima, eso no tiene nada que ver con la percepción de su éxito. Intenté explicar estas cosas. Y muchas más. Intenté explicar lo importante de la interpretación, el hecho de que toda España ría con ella y llore con ella... lo importante que es que todos la conozcan, lo revelador de que lleváramos con ese tema media hora hablando... Y buscaba algún radiochip que hablara del tema. Y sí, lo he encontrado. Y aquí llega la radio y Aristóteles... En este radiochip Esteban... bueno, que vais a ver qué bien explicado está esto... ¡por la radio!


Entonces Belén Esteban no es telebasura sino tragedia griega... Y no tengáis prejuicios: escuchad el radiochip. Además, yo añadiría el humor a este tema. Porque también sabe ser payasa. O sea, añadimos comedia a todo esto que ha comentado "El Buscador" de Radio 5... Por cierto, los que no estén de acuerdo, que den argumentos que no sean simplones.

Qué molón esto de "El Buscador", ¿eh? Una de esas pildorillas que al estar en Radio 5 pasan inadvertidas, pero que si estuvieran en la SER nos llegarían a todos más fácil. Por cierto, que en "El Buscador" (Juan Pablo Arenas) se habla de ciencia, historia, tecnología, lengua... de todo. La gracia es que saca un tema, y te anima a que vayas interneteando sobre el tema y te dé un poco de ganas de buscar más sobre los temas de hoy.

Por cierto... 4) "Es el problema de España". Obviamente, es ridículo. Pero la cuestión es que la gente está obsesionada, teniendo 40 canales de televisión con que la cultura y el buen gusto pase justo, justo, por Telecinco. Ya sé que el 5 está ahí en mitad del mando, pero probad con otros canales. Los que tengan cable seguro que habrá descubierto que existe el Canal Historia, los de naturaleza... Los que sólo tengan la TDT, habrán visto que sigue existiendo La 2, los canales de cine, los de dibujos... ays... si en mis tiempos hubiera tenido un canal de dibujos 24 horas... y resulta que ahora en muchas partes de España hay hasta 3 canales de dibujos. ¿De qué narices os quejáis?

Y que a las horas en que sale Belén Esteban en la tele os podéis poner la radio. Siempre hay cosas mejores, ¿no? Pues eso, la radio. Menos quejarse, que en la era de internet y de los podcast, y de las teles con disco duro, el quejarse de Belén Esteban se me hace tan ridículo como quejarse de que en un bar de tal calle en tal ciudad no dan buena comida (o comida que no te gusta). Mira, no vayas. No pasa nada. "La gente está atontada", dicen. Y esa es una frase que suelo escuchar... a la gente, precisamente. Todos somos "gente".

5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Sálvame, cuando lo presenta JJ -gran periodista, bastante más instruido e inteligente que la mayoría y con mucha gracia- me parece de los mejores programas de la tele. No lo veo casi nunca porque me engancho y dura toda la tarde. Curioso que tanto idiota se escandalice con lo de Belén Esteban y sin embargo se trague los telediarios, los boletos de radio y los diarios como información, cuando esos son los grandes basureros de nuestra cultura.

    ResponderEliminar
  3. Yo aprovecho para recuperar este Tinto de verano:

    LA OTRA
    Elvira Lindo, El País, 25 de agosto de 2000

    Leía el otro día en el Lecturas…¡Eh, cuidado, que no me voy a disculpar diciendo que lo leí en la peluquería! ¡Ni hablar del peluquín! Lo leía en mi casa , en mi propio sofá, lo leía después de pedírselo a mi santo, que se lo acababa de comprar, y estaba ferrado a sus páginas como si fuera a las del New York Review of Books. Les parecerá a los lectores una excentricidad. Les disculpo: un hombre leyendo el Lecturas es un excéntrico y una mujer en igual situación una pedorra. Es que ni me molesto en entrar en polémicas. La excentricidad de mi santo tiene un origen literario, por supuesto, ya que siente pasión por la vehemencia verbal de Belén Esteban, y mi santo, que es muy galdosiano, dice encontrar en esta muchacha tan jaquetona algo de la gracias y del arranque de su querida Fortunata. Lo encuentro lógico, porque Fortunata era del Centro, donde antes se encontraban los castizos, pero ahora a los castizos se les encuentra en la periferia, donde me encontró a mí, que soy de Moratalaz, porque como gran observador filológico de las mujeres del pueblo, eso de Moratalaz se le ha quedado como pequeño-burgués y el tesoro lo ha encontrado en Aluche, o sea, en Belén Esteban. Ya te digo.
    Soy una mujer libera, pero, oyes, hasta un punto relativo. Al principio la inclinación de mi santo por dicha señorita había sido discreta, a ver, lo de todo el mundo, que pones la tele y te la encuentras y que mira qué simpática. Incluso puedo decir que yo fui la que alenté que se fijara en ella; una noche que mi santo está escuchando Cosí fan tuteen su propio compact-disc de su propio despacho, voy y le digo, por favor, hijo mío, la ópera es muy bonita, pero lo que yo digo, hasta un punto relativo, porque con estos gritos no me concentro en el programa de investigación que en estos momentos me interesa. Bueno, pues después de apagar de malas maneras el compact-disc, que lo que yo le dije, el compact-disc no tiene la culpa de nada, vino a sentarse a mi lado en el sofá, por molestar, y después de ironizar sobre dicho programa que yo estaba viendo (che, che, le dije, a mí polémicas, ni media), vi que la cara se le iba transformando. Y yo para allanar fisuras dije: ¿a que la chica tiene gracia?; y él dijo que sí, que lo que es, es. Belén Esteban sirvió para reconciliarnos, pero es que la afición de mi santo por esta chica está llegando muy lejos, lo que yo digo, no es normal que vaya diciendo por la urbanización que él sería mejor padre para la niña de Belén que el propio Jesulín. Incluso, y no quiero señalar a nadie, el otro día un crítico que colabora también en este periódico, y que comparte las aficiones de mi santo, llama a las cinco de la tarde (hora taurina), ¡Para qué?, para decirle pon la tele, que está saliendo. Mi santo le decía a dicho crítico: “SI es que en esa sección de Gente del periódico sólo sacan a perillas fundidas: la Anne Heche ésa de las narices ¿qué interés tiene, que es americana, que es lesbiana? Por Dios, que tenemos nuestras figuras nacionales. Es que El País siempre tiene que ir a la zaga”.
    Viendo a mi santo hipnotizado con las palabras de la nueva Fortunata el dije si no encontraba que la muchacha era algo ordinaria, algo suelta; ésa es la gracia, cariño, ésta es una raza de mujer que se ha perdido. Me levanté, me fui a su cuarto y puse a toda leche Cosí fan tutte. Y no va el tío y me gruta desde el salón: “¡Para una cosa que me gusta de la tele me la tienes que fastidiar, es matemático!”.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por avisar al principio que era un texto de E. Lindo... ¡que susto!, casi lo empiezo a leer.

      Eliminar
  4. Buf, Elvira Lindo... y para esto quitaste los anónimos, Pacman...

    Un másuno importante para lo de los 40 canales de la tele. Me parece sencillamente increible que Antena 3 o Telecinco tengan la audiencia que tienen, es la muestra más clara de la estupidez generalizada de los españoles. Por dios, que mi madre lo que quiere es ver telenovelas, documentales y películas, y para eso hay canales cojonudos ¡Incluso echan ópera en Libertad Digital TV!

    ResponderEliminar