chachachá

De esto que un día estás viendo una serie con gente y alguien pregunta que tal actriz en qué película ha salido... Nadie sabe responder y alguien salta: "Que sí, joder, que fuimos un día en un verano a verla". Que fuera o no en verano era lo de menos. Pero claro... si la habíamos visto todos hace mil años... Teníamos que acordarnos.

Se trataba de María Adánez. Y no, no era una serie actual. Nos pusimos a buscar en internet, pasando mil de la serie, y descubrimos la película que era: "Cha-cha-chá". María Adánez, Ana Álvarez, Eduardo Noriega y Jorge Sanz. Y Gabino. 

Decían en las entrevistas -mira, de esto sí que me acordaba- que la peli se llamaba así también porque iba hacia delante, hacia detrás, que si iba hacia el lado, que si tal... Eso decía Antonio del Real.

Total... que la conversación dio un salto y nos pusimos a hablar de que en el cole nos enseñaron bailes de salón, entre los cuales estaba el chachachá. Que si nos acordábamos, que si no, que si pisamos a alguien en las clases... Todo eso. Una típica conversación de verano en la que mientras estás hablando siempre hay alguien con la mirada puesta en el típico bichejo que quiere chupar su sangre, y hace el típico comentario de: "pisar, hija de puta, te voy a pisar a ti". ¡Chas! Mosquito muerto. Esa típica conversación de verano en la que se está recordando cosas antiguas, esa conversación de verano en la que te acuerdas de cuando las vacaciones eran de tres meses... 

Pues el radiochip de hoy va de todo esto. Va de chachachá. Va de recordar. Va de cuando las cosas antes duraban más que ahora. Y va de matar mosquitos haciendo ¡chas! Radiochip cubano:

Es cubano porque precisamente el chachachá es un invento de un cubano, Enrique Jorrín Oleaga, que murió en 1987, y que hizo que desde los años 50 estuviera de moda esta música. Tanto, que era usado en publicidades. En aquellas publicidades del pasado que consistían en poner discos de uno o dos minutos en las que se cantaba las bondades del producto en cuestión.

El Olorín, como reza la canción, era un insecticida a ritmo de chachachá, que hacía que hacía que los mosquitos y otros insectos temblasen al saber de su existencia. ¿Tenía que ser perfumado eso? Porque ya lo decía una garrapata: Que huele, huele, pero mata. 

Ya lo sé... Ya sé que me he ido de un tema a otro. Que si una serie, una peli, actores, mosquitos, música, garrapatas... Pero, como decía Antonio del Real, un chachachá es eso que va de izquierda a derecha, que va hacia delante, hacia atrás... No soy yo. Es la música.