radiochips de mármol 2016 (y 2)

Pues aquí está la segunda tanda de los radiochips de mármol de 2016. De nuevo, enhorabuena a los premiados. Aquí van los otros 5 transistores de mármol. 

-  Radiochip de mármol «el que la sigue la consigue» a los de «Tiempo de Juego» por «La Reconquista».

Ha costado, pero lo han conseguido. El EGM después de unos cuantos años les ha vuelto a dar como líderes claros, aunque solo sea uno de los dos días. Para ello han tenido que ver pasar unos cuantos directores de Carrusel y han tenido que seguir remando. Pero los datos del EGM en fines de semana bailan mucho y se tendrá que ver si esto era un simple lance o una tendencia que ha llegado para quedarse. Vuelven a llevarse el radiochip de mármol Paco y Pepe. 

- Radiochip de mármol «Mi Scattergories» para Juan Luis Cebrián por «Gracias, Jefe».

Vaya añito para la PRISA y para la SER en general. Primero, que si desde Podemos se tacha a la SER de «proPSOE», como si esto fuera algo nuevo. Después, que si los papeles de Panamá en los que salía su ex y el veto o no veto a los de La Sexta... Que si echan a tal colaborador  que si manos negras, que si Escolar o Berlín esto o lo otro... Después, cuando todo lo del PSOE se cuece en la SER, se dice que es todo un complot contra Pedro Sánchez. 2016 ha sido el año en que la SER ha tenido que sufir un cuestionamiento no por lo que se emite, sino por supuestamente cosas «de arriba» ajenas a su programación del día a día. El año en que Cebrián para muchos fue protagonista. 

- Radiochip de mármol «por fin salgo en la foto» a Abellán por «Padres e hijas».

Es el enésimo radiochip de mármol de Abellán. No me he podido resistir. Este año hemos visto cómo por primera vez ha aparecido en el EGM, y si bien la audiencia de su radio es casi anecdótica (52.000 oyentes) es mucho mayor de lo que me imaginaba. Total... ¿Él se cree los datos? 

La cuestión es que es una radio que por mucho que naciera en plan «radio internetera del futuro», su audiencia se debe gracias a la FM. ¡Tócate las narices! Y de paso, hace poco ha sido noticia por pedir dinero a sus oyentes en plan micromecenazgo, aunque mantengan que en realidad es simplemente una manera de ser «oyentes premium». Para ser una radio que se hace en familia, 52.000 oyentes no está mal. Otra cosa es que eso se pueda mantener sin insuflar pasta. 

Y oye... como Federico. Emitiendo por emisoras asociadas, entrando al final en su criticado EGM, haciendo sus propias programaciones en las que ellos son jefes y locutores principales... Qué bonito. 




- Radiochip «salir a ganar y conformarse con un empate» a Radio Marca por «Acantilado».

Éste no ha sido el año de Radio Marca. Caída en audiencia, inmovilismo desde hace mucho tiempo, decisiones equivocadas... Y terminan el año con gente que abandona la empresa y se van en plan diáspora, una plantilla que no sabe a quiénes van a pertenecer, un director que se va, una programación interina que dura unos meses, incertidumbre continua... 2016 para Radio Marca será recordado como «el año del caos». Pero bueno... mucho mejor que recordarse como «el año del cierre», «el año de la venta», o vete tú a saber. 



-Radiochip «¡dónde está el cupón!» a Gestiona Radio (y al grupo Gestiona en general) por «Sabrás qué hacer Conmigo».

Lo de Gestiona ya es un misterio. En verano se hablaba de si pagaban a la gente o dejaban de pagar a la gente. Audiencia mínima —en este último EGM ni aparecen—, un cambio en sus mañanas (vuelve Segalés), la incorporación tróspida para las noches de César Vidal, el rediseño de Que! en el que han vuelto a reconstruir la parrilla varias veces, la marcha de su director a un nuevo proyecto que luego además ni funciona, programas de la parrilla que desaparecen al poco de ver la luz... Un culebrón venezolano casi. Veremos si 2017 es su último año o seguimos preguntándonos de qué viven. 




Y aquí termina el resumen del año pasado. A partir de aquí... bienvenido 2017. A ver qué nos depara. Si queréis podéis hacer predicciones al aire y veremos a final de año si se cumplen o no. Así, en plan apuesta. Es decir... jugar al «amoche» pero en versión radio.