miércoles, 10 de marzo de 2021

medir audiencias de radio en el futuro pasado

La gente siempre posturea en contra del EGM porque es una encuesta. Normalmente nadie cuestiona a Sofres (que es la que siempre ha medido audiencias de televisión, aunque ahora es KantarMedia), ni se preguntan si son suficientes audímetros, si están bien elegidos los hogares, si el rango de medida es correcto, si la gente en sus casas lo emplea correctamente o no... Pero el EGM, que elimina todas estas variables y la sustituye por el recuerdo y ya está, no gusta. 

Es la gracia de dar un número o varios en tiempo real: La gente, si tiene un número encima de la mesa, y si además varía en tiempo real... Entonces queda como científico y creíble. Nadie se cuestiona si en las retransmisiones deportivas alguien cree que la gente pone cuántos están viendo la tele ahí, si los de los audímetros se van al bar a ver la televisión o si se acuerdan de cambiar el número de televidentes el día que tienen a todos los vecinos en casa. ¿Estamos seguros de que los que tienen el audímetro están pendientes de eso? ¿De verdad antes de ponerles a ver la tele van a introducir todos los datos personales? Obviamente, no. No nos preocupamos de cuál es el error ni el rango lineal de medida. ¿Por qué? Porque da una curva y varía con el tiempo y porque los resultados son estables en el tiempo. 

Es como las noticias... Si les añaden números o un resultado de una encuesta, aunque sea inventada, da credibilidad a la noticia. Sin embargo, si la noticia es una encuesta y su resultado, siempre se cuestiona esa misma encuesta. Es gracioso. 

Me pasó Toni Mascaró un recorte de prensa muy curioso y que me hizo gracia porque lo leí yo mismo cuando era un chavalín: En 1997 apareció una propuesta que iba a ayudar a medir audiencias de radio: una especie de reloj que captaría qué se está escuchando en ese momento y registraría su audiencia. Se llamaba Radiowatch. 


El problema estaba bien buscado: Un audímetro lo tienes en casa siempre, pero la radio... La radio la oyes en el coche, en casa, en el trastero, yendo en el bus, haciendo deporte... La radio se mueve mucho. No vale un audímetro, que eso se usa en las televisiones de casa que están ahí quietas. 

Lo que pasa es que en aquel año, 1997, yo me hice una pregunta: ¿y cómo podrían saber qué escucha la gente cuando va en el autobús con los cascos puestos? La propia idea dejaba un hueco muy grande desde el inicio: Daba por hecho que la radio se oye siempre sin cascos. Y mira... no. 

Me quedé con la copla de aquello. Pasaron los años... y no tuve noticia de qué pasó con eso. Pasaron más años aún... Y cuando me pasaron este recorte, sonreí porque fue como abrir una ventana que nunca había terminado de cerrar en mi cabeza... Y que aún no sé qué pasó con aquello. Obviamente, la idea fue desechada... Pero no sé cuándo. Ni qué pasó con el estadounidense Arbitron. 

El radiochip de hoy va de audímetros de televisión. Un día, en el programa de Julia, pero con Mª Carmen Juan, estuvo entrevistado Santiago Gómez Amigo, director de márketing de Atresmedia. Y estuvieron hablando precisamente de los audímetros... Radiochip audimétrico:


Así que todo sonaba muy futurista... pero... eso es futuro pasado: cosas que iban a ser el futuro en el pasado. Cosas que no llegaron a ser. 

4 comentarios:

  1. Una cosa que no estoy de acuerdo, las audiencias de televisión sí se cuestionan.

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  2. Una pregunta.Alguien sabe que quiere decir la leyenda BBN4 que aparece en el RDS de radio 3 en la radio del coche y en la minicadena?.Gracias.

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  3. Perdón por el Off Topic. Acabo de ver que la Ser lanza el martes una plataforma de podcast, Ser podcast la llamaran en un alarde de inventiva. La presentan ese mismo día a las 13 horas. Habra que ver en que queda todo pero supongo que absorverá, con mejoras me imagino, a Podium podcast o que este pasara a segundo plano. Veremos

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    1. El tema lo tengo en mente... Y tengo pensadas las imágenes del tema :D

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