cuento de Navidad berreico

El radiochip de hoy es la verdad de la vida. 

A ver... Es que ya sabéis que en estas fechas todo el mundo se pone a hacer cuentos de Navidad y radioteatros. Entonces hay varias variantes: 

1. La versión clásica. Época victoriana, canciones de Navidad anglosajonas y mucho frío. 

2. La versión abuelos. Nos vamos a la España de la tercera edad, y todo con villancicos españoles.

3. La versión actual. Sale Mariah Carey, hablan de Instagram, TokTok, de COVID, de lo moderno que es todo ahora...

Pero claro, el cuento de Navidad de mi generación es el que hicieron hace 3 ó 4 años los de «La Berrea 89». De la generación del MSN Messenger, jugar al Age of Empires II, escuchar Fresones Rebeldes... La versión buena, buena: la versión olvidada. Los que tengáis entre 30 y 45 años os tenéis que aponsentar delante del ordenador y escuchar el veradero cuento de Navidad: el bueno. 

Radiochip berreiconavideño: 

¡¡Ese protagonista yendo al videoclub!! Vale, hay cosas que igual eres muy mayor, otras que igual te pillaba muy crío... Pero el retrato de la generación es el que es. Es el cuento de navidad de cualquier xennial que se digne. El verdadero cuento de Navidad tiene que ver con jugar tal campaña, ir a ver «Tu Madre se ha comido a mi Perro» en VHS, ir a la tienda de tebeos y juegos... ¿Novia o ir a la tienda de tebeos? Había dos opciones en la vida. 

Yo me descubro ante los berreicos y ante este mundo imaginario pero que es el más real de todos los cuentos de Navidad que escucharéis en la vida. Por eso creo que no sólo se merecen un radiochip sino una reverencia por mi parte. 

Lo mejor del cuento va al final... ¿Por qué? Porque siempre había un Gonzalo, una zona pija... La realidad de la vida es este cuento. El final es el que tenía que ser. Porque el Papá Noel del MSN Messenger era... era... Tenéis que llegar hasta el final. Son 20 minutos de nada, pero bien empleados.