martes, 19 de diciembre de 2017

la entrevista desde la cárcel... pero en radio

Había que traer el momento de radio de ayer que ha sido hoy reproducido en todas las teles, o casi. Pero es que todo esto me lleva a una reflexión final... Pero que irá, efectivamente, al final.

No sabía si llamar a esta entrada «el poder de la palabra». No seré tan atrevido —tampoco lo sería demasiado— si hablara de «el poder de la radio», pero la verdad es que hay muchas veces que la radio va un paso por delante. 

Ayer por la mañana, al poco de amanecer, desde RAC1 se emitía una minientrevista (¿microentrevista?) a Oriol Junqueras. Ojo a este radiochip estremero:



¡Anda! ¿¡Cómo podía ser posible!? Como decía Basté, esta entrevista quisieron que se produjera el viernes, pero por lo que sea no había sido posible emitirla hasta ayer, lunes.

Total... que a partir de aquí muchas radios, teles y periódicos se hicieron eco de esta entrevista. Sigo sin entender por qué muchas veces desde algunos medios se buscan la manera más ridícula y rebuscada para no decir «esta entrevista se ha emitido en la emisora RAC1». Sirva esto ahora para RAC1, pero sirva para Onda Cero, la SER, RNE... la que sea. A veces, al menos para los que solemos enterarnos de dónde salen muchos cortes (y aquí estará en 90% de la gente que estáis leyendo esto ahora) suena ridículo y forzadísimo esa fórmula de «en una emisora de radio», «en una emisora asturiana», o «en una entrevista radiofónica emitida este mediodía». Creo que la fórmula correcta (sin ser cicatero) sería «en una entrevista en RAC1», y si se quiere, se especifica que es una radio catalana, por si el que escucha es de Reinosa y no le suena de nada.

Pero voy a lo importante de esta entrada, que es precisamente lo que no entiendo:

Así que Junqueras se mete en campaña, y esto, obviamente, le va a suponer otro lío más. Sin embargo, y esto es lo que no termino de entender, he leído que le va a suponer un lío lo de salir 5 minutos en la radio y no por conceder entrevistas para periódicos desde la cárcel. Pongo un ejemplo que también me pareció alucinante: por ejemplo —aunque hay más— la entrevista concedida a El Periódico publicada este mismo sábado. En ese artículo se podía leer: «Una veintena de personas esperan que se les dé la orden para acceder a los locutorios donde, cristal mediante, pueden conversar con los internos.» Y a partir de aquí, las distintas entrevistas. Otro ejemplo: Víctor Amela para La Vanguardia.

Sin embargo, no sé por qué extraña razón, hablar con periodistas desde la cárcel no supone «meterse en campaña» y sin embargo hacer lo mismo en la radio sí le supone «meterse en campaña». ¡Cuida tú con la radio! La radio, sí; la prensa escrita, no.

¿Algún abogado, experto en leyes o similar puede explicar por qué esta distinción entre radio y prensa escrita? En todo caso, esto me hace pensar que la radio tiene un puntito «de más». No sé cómo explicarlo... Pero creo que me entendéis con eso del «puntito de más» de la radio. 

3 comentarios:

  1. A mi lo que me flipa es que puedan tirarse tanto tiempo en los locutorios los internos. O es que hablan muy rápido, o las entrevistas son muy cortas.

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    1. Eso pensé yo cuando leí por ejemplo la de La Vanguardia.

      Y recordar eso sin papeles y sin apuntar... No sé hasta qué punto hay imaginación.

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  2. Basté le llama vicepresident, sin ex-, ¿no?

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