la «evolución» del «A Vivir...»

Hace poco estuvo Fernando G: Delgado de invitado en el programa del que fue presentador. En el «A Vivir...» empezaron charlando sobre radio y de algunos recuerdos pasados. No estuvo mal ese ratín de conversación. 

Ya he comentado en más de una ocasión eso de que yo de crío sobre todo oía la SER... Pero que uno de los programas en los que yo «me ausentaba» era precisamente el de Fernando G. Delgado. Gracias a eso descubrí el programa de Pepa Fernández en RNE. Y me qudé con el cambio. 

Sin embargo no es el día de hablar de él y de cómo hacía radio, sino de traer algunas cosas que contó en el programa de Del Pino. Además del peloteo típico, hablaron de su pasado en Radio 3, que es la emisora de la que había sido director. Poco hablan los directivos de la radio de su paso por las empresas, y seguramente hasta pasados muchos, muchos, muchos años, es imposible que digan cosas realmente interesantes sobre lo que hicieron o dejaron de hacer; ya sea por la lealtad que se les supone aun habiendo dejado el cargo o ya sea por el tiempo necesario que hace falta que pase para ver su trabajo con perspectiva. 

Estuvieron hablando de que pasó unos 10 años al frente del programa. Un porrón de años para lo poco que soportaba yo su emisión que pasaron muy lentos en mi cabeza. No me gustaba ni la versión musical que hicieron de su sintonía.

Menos mal que se le ocurrió traer al personaje de Manolito Gafotas de Elvira Lindo, que si no... Precisamente hablaron con ella, contando de que precisamente el personaje había nacido en RNE. [A ver si algún día hablo del personaje...] Hay que decir que Manolito era un personaje tan enorme que aguantaba el único contrapunto casi vacuo de Fernando, que muchas veces sólo acertaba a decir: «Manolitooooo...» Habrá que traer alguna vez algún momento que ilustre esto que digo. 

Bueno, aquí va el radiochip delgadiano: 

Y hablaron también de política. Mucho. Por muchos años que hayan pasado, no ha cambiado en nada la manera de hablar de Delgado, ni esa pose (quizá) de «oh, qué pena, los niveles de cultura y periodismo... y política». Y también un poco de rollo «ay, ese humor bronco... no es humor...»

Como además no es lo más normal eso de que un presentador de un programa pase muchos años después por ese mismo espacio, me parecía curioso traer este momento de radio.