jueves, 5 de abril de 2018

venirse arriba

Creo que ya es como una tradición en el blog dedicar el 5 de abril a Encarna Sánchez. Esta entrada se iba a llamar al principio «¿Qué es la radio?» porque es cómo estaba titulado el archivo original del radiochip de hoy. Encarna empezaba uno de sus programas con público presente preguntándose qué era la radio. 

La definición de Encarna sobre la radio era escasa, muy esperable, muy superficial. El contenido de lo que decía no era nada del otro mundo. Espacios comunes. Sin embargo, lo que me llamó la antención no fue lo que decía sino cómo delante de un público podía elevar el ánimo desde la nada en un tiempo récord. Vais a escuchar cómo Encarna sin decir nada del otro mundo era capaz de levantar los aplausos y ánimos del auditorio. Vais a flipar con este radiochip de la pendiente positiva: 



Flipante. ¿Os imagináis a un sólo radiofonista español haciendo lo mismo? Este estilo está completamente descatalogado. Lo del tono mitinero está completamente eliminado de la radio a día de hoy. Si os paráis a pensar, nadie tendría las narices de ser tan... tan... No sé. Iba a decir populista, pero ya tenemos a Cárdenas, por ejemplo, y por muy populista que sea, no es capaz de hacer lo de Encarna, para empezar porque nadie le entendería. 

Lo de Encarna es un tono descatalogado en la radio actual, pero no en plan «nadie es tan bueno como ella ahora», porque simplemente nadie en la radio se atrevería a entrenarse en hacer lo mismo. Y no porque ella fuera más atrevida, valiente o arriesgada... Sino porque en la sociedad actual ese canon ya no pasa el filtro de la audiencia. A la vez que Encarna encarnaba (¡ops!) esa radio antigua, de mitin, de «Sálvame» de factura prehistórica, y en su campo era la mejor sin duda, a la vez, a su misma hora, estaban Sardá y Julia, que eran la radio que venía. La distinta. La que se desmarcaba de ella completamente. Y eso no les hace tampoco mejores o peores... Julia intentando hacer lo de Encarna no se habría comido un colín, y Sardá con la mesa camilla hubiera sentido un ataque de vergüenza máximo. Pero Encarna era la reina de ese formato. De la misma manera, el tono «intelectualmente elevado» (no dicho por ella, sino por sus detractores) de Julia o los contenidos de Sardá hubieran dejado a Encarna en un lugar en el que no le gustaría haberse visto. Como dijo Àngels Barceló cuando comenzó el «Hora 25», un programa de radio es un traje a medida. Y así debe ser. 

Eso sí... Tengo que decir que me gustan los programas «de autor». Encarna hacía el programa de Encarna, Julia hace el de Julia, Sardá hacía el suyo, igual que Gemma, Herrera, Alsina, Pino, Paco y Pepe... Todos tienen cosas que les caracterizan y hacen únicos. Por eso, quizá porque han encontrado su manera y la han sabido explotar, tienen éxito. Y el estilo de Encarna, obviamente, sigue siendo hoy único, reconocible e inimitable. 

13 comentarios:

  1. El programa de Del Pino no es de autor, por mucho que os empeñéis. Poner música yanki no basta para que un programa sea de autor. Además debe tener personalidad, no una sucesión de postureos detrás de otra. Es más de autor el programa de Cárdenas, sin ir más lejos (o el de la Gemio). Para que un programa sea de autor, como bien dices, debe ser intransferible. El programa de Del Pino podría hacerlo Lourdes Lancho (de hecho lo hace), Pedro Blanco o Toni Kallene perfectamente.

    En cuanto a Gemma, no la destacaría especialmente por hacer programas de autor. Le ha acabado dando su toque a las cosas, pero ha sido más bien una excelente funcionaria de la radio que, eso sí, nunca ha alardeado. Cosa que no es tan fácil, como demuestra el contraejemplo de Del Pino.

    Por lo demás, el programa de Encarna era de autora, obviamente, y por eso aún sigue llamando la atención. Pero para tragarse aquello había que ir dopado. No sé si España ha avanzado algo en 40 años de democracia, pero oyendo a Encarna se reducen mis dudas.

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    1. Quiero decir que del programa de Del Pino nadie se acordará dentro de 40 años. En cambio, sí se acordarán de Fernando G. Delgado, gracias a Manolito Gafotas.

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  2. Para mi el programa de autor es el que presentador improvisa,a un que tenga guión.Iñaki,de la morena,francino,castaño y algun que otro no hay muchos.

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    1. Entonces los carruseles son todos de autor (salvo el de Javi Hoyos, que parecía guionizado). Es difícil comprar ese argumento. Es como decir que Billy Wilder no era autor porque lo tenía todo medido al milímetro. Yo lo veo más como que sean programas que proyecten la personalidad del locutor. En realidad casi todos lo son en mayor o menor medida, incluso el de Del Pino; pero no creo que destaque por eso, sino en todo caso por ser un programa bien hecho, demasiado bien hecho para mi gusto.

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    2. Estamos confundiendo programa de autor con locutor con carisma o mediático? Me preguntó

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    3. Es posible. Iñaki tampoco me parece que sea un autor como tal. Su programa era de lo más ortodoxo, otra cosa es que lo hiciera mejor que nadie. Alsina sí que hace algo más distinto. Y desde luego Federico. Pero al final cada uno lo hace a su manera... Autor, autor, el Loco de la Colina.

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    4. Pero es que el género de programa que hagas también es más fácil darle tu toque. No sé si servirá de ejemplo a mí me gustaba escuchar a Iñaki toda la mañana el tramo informativo y el magazine y me llegaba. Es como si conectas con alguien y te apetece seguir escuchando, imagino que igual le pasará al que escuche a Federico o a Herrera. Para mí era un programa de autor en el sentido que a mí mismo me parecía único. Cuando dividieron el hoy por hoy y terminaba la tertulia de Pepa me costaba engancharme con Gemma ( y eso que siempre la seguía por la tarde) porque te rompía el ritmo y apagaba la radio. Y con Toni Garrido me pasa igual a veces lo sigo escuchando y otras veces no me apetece. No sé si a alguien le pasará igual. Los directores de las cadenas cambian los esquemas y los oyentes cambiamos los hábitos. Ahora puedo asegurar que escuchó un 75% menos la radio que hace unos años.

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  3. Lo de A vivir me supera. Ahora una cuña de Máximo Pradera en la que dice "corresponsales y viñetistas, postureo y demás elitistas, sin políticos ni artistas".

    A ver: no se puede jugar a una cosa y a la contraria, o sea, no puedes ir a la vez de elitista y de que no lo eres porque es postureo. Eso solo puedo hacerlo La vida moderna, que le da la vuelta a todo. Y los viñetistas, ¿qué narices son si no son artistas? Y bueno, lo de "sin políticos", cuando te tiras el programa hablando de política... ay qué cruz.

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    1. Ahora en los guardianes de la moral también van políticos :D

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    2. Y Pedro Sánchez estuvo en su momento, ¿no? Mira, yo ya no puedo. Me rindo. Es el programa más guay del mundo mundial.

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    3. Veo en Twitter como empieza a quebrarse la dictadura del silencio sobre A vivir. Centralista, anti-PP... ¡salid de vuestros refugios y enfrentaos al poder omnímodo de Del Pino!

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    4. Por que tanto odio a Del Pino guste o no, sea su programa de autor o no, esta innovando. Porque defiendes tanto a Herrera que aporta? Lleva mas de 20 años haciendo lo mismo

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    5. Tanto en mi odio a Del Pino como en mi defensa de Herrera hay commedia. Dicho esto, ¿en qué ha innovado exactamente Del Pino? ¿En no poner música de Manolo García? ¿En darle otro tono a la oferta de discos que está a punto de acabarse?

      En cuanto a Herrera, en efecto, lleva 20 años haciendo lo mismo: seducir al oyente con su bonhomía y buen humor. Y dicho esto, no oigo a ninguno de los dos, solo oigo Tiempo de juego.

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