el programa de los periodistas

Alguna vez, hablando de los programas de mañana, sobre todo comentando la audiencia que tienen, siempre sale el mismo tema: «es que el programa de Alsina es muy para periodistas». De alguna manera es una crítica envenenada. Por un lado se le alaba en plan «es la referencia para los periodistas» pero por otro lado es una crítica feroz: «si no eres periodista, no le terminas de ver la gracia». Esto, obviamente es falso, porque si en España oye un programa un millón y pico de personas... Además de periodistas hay gente de todo tipo. Obvio. Pero se entiende la idea. 

Esta crítica la he escuchado varias veces a lo largo del tiempo. Esto no es tan horrible como podría parecer, porque el oyente de radio en general tiene una formación mayor que la media y además, si habláramos de los programas de política (como los de la noche) esto se hace especialmente patente.

Esto lo dejo como tema por si queréis comentar... No tengo ningún dato al respecto; así que esto entra dentro del terreno de vuestros comentarios. Y ahora me toca comentar la anécdota del radiochip de hoy... 

No me acuerdo en qué entrevista leí o escuché una entrevista a Federico en el que le preguntaban por Alsina. Le venían a preguntar qué admiraba de él o qué le gusta de su programa o algo así. Y recuerdo que vino a decir que querría a alguno de sus contertulios. De nuevo, esto es otra crítica envenenada: Federico dejaba caer que lo que le gustaba del programa de Alsina es... alguien que pulula por ahí, pero nada más. 

Y el otro día me pasó un amigo, Chris, un momento federiquiano que viene al caso. Se referían a un reportaje de El Mundo titulado «24 horas en EL MUNDO: así es un día en la redacción», que venía a cuento de sus 30 años. Y Federico tenía a su lado el miércoles a Pedro J. Y ocurrió lo siguiente, en este radiochip de los tiritos: 

Claro, es que en el texto del reportaje pone: «Un reloj enorme con el logo verde de EL MUNDO en la esfera marca las 6:30 de la mañana. Suenan el programa de Alsina y la aspiradora de María José. Ella lleva casi 25 años limpiando la redacción. Estuvo 12 años en Pradillo y lleva otros 12 en San Luis, así que nadie como ella ha desempolvado secretos de Estado durante las últimas tres décadas. Literalmente. «Yo no me fijo en nada de eso», cuenta en plan confidente. «Entre tanto muñequito, tanta planta y tanto papel no tengo tiempo para ver nada». 

Así que por eso le dijeron a Joaquín Manso lo de que si escuchaban a Alsina... Federico dijo lo de los chipiguays que prefieren «Onda Nada». Después remató con eso de que no se enterarían de nada y que preferiría el hilo musical... Aunque eso entraba ya dentro del chascarrillo y tal, para hacer broma. Claro, las alianzas son las alianzas aunque no estén escritas, y en nuestra cabeza también funciona así. Y todo esto, en mitad de la publicidad de un producto que a mí me recuerda en el nombre al Divacel, el mítico producto de Noemí Argüelles.