lo de Ucrania

Hace unos años Ucrania estuvo de máxima actualidad precisamente por el tema de Crimea. De manera tranquila para todo el mundo (excepto para los de allí) la península pasó de ser ucraniana a rusa. La actualidad de Ucrania salta de vez en cuando a la actualidad, pero nada como aquello. Sí, se habla de política de allí, que si entran en la OTAN o no... Pero no son el foco de la actualidad.

Es interesante que los temas de política internacional se tocan o en programas de radio como un tema particular como en los programas de Iker en la televisión, pero... ¿En nuestra radio la política internacional es un tema fuerte de los que están en las tertulias? No. España sigue siendo una isla y parece que todo nos es ajeno. 

Hace unos años hablé de «El Orden Mundial», a quienes en el programa de Julia habían fichado en forma de una sección fija. Lo interesante del radiochip de hoy precisamente que se hablase de Ucrania y Rusia, de las tensiones de la frontera... ¡pero en abril del año pasado! Para seguir la actualidad de la cosa internacional, o mejor dicho: para seguir el hilo de la cosa internacional, hace falta escuchar secciones como estas. Radiochip tensionado: 

Como veis, Ucrania en la encrucijada: si Ucrania se metía en la OTAN... ¿Cómo iba a reaccionar Rusia? Por otro lado, ¿cómo protegerse de que Rusia pudiera entrarles como cuchillo en mantequilla? Pues se supone que no quedándose lejos de la OTAN. 

En lo que sí se parece mucho la radio española a la vida española es en que parece que todo nos es ajeno. No es una crítica del rollo: «es que los españoles somos así de despreocupados», sino que entiendo que las razones son que somos una isla, que somos un país poco conflictivo (e incluso simpático), que vivimos muy bien en comparación con la mayor parte del resto del mundo y que no nos hemos visto en guerras desde hace ni se sabe. Todo nos parece ajeno, lejano y que no nos afecta. Quizá por eso tampoco es algo que la audiencia pide de forma masiva. 

Así que en la radio pocas veces se habla de cosas internacionales: nos miramos al ombligo. Si algo pasa en el exterior, nos lo llevamos a la política de España dándonos igual los condicionantes del resto de países. Esto se nota muchísimo en los opinadores de aquí. Y quizá por eso, para hablar de las cosas que pasan fuera, se necesita gente un poco especializada.