polémica en el Villamarín

Como ya sabéis, alguien tiró un tubo de plástico en el Villamarín, dándole en la cabeza a un jugador del Sevilla. Ya sé que esto puede parecer un momento sin más en la radio, o un momento que recordaremos más o menos... Como escuché a algún conocido, todo lo que se montó alrededor fue un montón de «comentarios cuñados» sobre todo lo que ahí pasaba. 

Como ya he dicho en más de una ocasión, eso de decir de alguien que hace «comentarios cuñados» pone a uno en un pedestal que muchas veces no le pertenece. Obviamente, no todos los debates son interesantes y es cierto que en un debate no todas las cosas que se dicen ni están justificadas, ni tienen base, ni nada de nada... A veces. Sólo a veces. Pero lo que sí me parece muy interesante es todo lo que se dice. Muchas veces no es tan importante lo que se dice sino el análisis de lo que se dice. Y, desde el punto de vista del oyente, sobre todo importa que sea lo que sea, que resulte entretenido. 

Así que el radiochip de la vara de hoy es precisamente el rato en «Tiempo de Juego» de todo lo que se dijo. 

Como ahora estos programas no son tanto de partidos a porrillo sino que van partido por partido, cada encuentro se convierte en una suma de programas corales con multitud de opiniones, a diferencia de cómo era antes, donde hubiera prevalecido lo que hubiera dicho el que retransmitía y los comentarios que captara el que estuviera a pie de campo. 

Pero ahora todos están viendo las imágenes de la televisión. Así que lo primero fue saber de qué estaba hecho el palo, si le había dado, cómo, con qué lado... Y justo después, el intentar saber si alguien podía tener información (Fouto, claro) sobre qué iba a ocurrir. El debate estaba servido, y además todos los puntos de vista me parecían interesantes: uno, que si estábamos desviando el punto de atención, y que no podíamos convertir la víctima en otra cosa. [Hombre... Quiero decir, cuando está claro lo que ha pasado, no es que se obvie a la víctima, sino que no hay mucho más que comentar sobre eso]. Por otro lado, si la propia víctima estaba exagerando o no, dado que a su equipo le convenía o no que acabase el partido. ¿Se estaba exagerando porque así se acababa el partido? ¿Acaso una víctima nunca ha exagerado por beneficio propio o común? ¿Está mal el plantearlo? ¿Es feo comentar siquiera que se pueda plantear esta situación? ¿Quién debe decidir? ¿Hay algún tipo de jurisprudencia (o como se diga en este ámbito) que permita decidir qué hacer? ¿Ha ido esto cambiando en el tiempo? ¿Es justo que den por perdido un partido por este motivo? Era un chisporroteo de preguntas y opiniones que, lejos de parecerme cosas locas, me estaba pareciendo interesante. No sólo había opiniones, sino que a la gente algunas opiniones no les parecían procedentes. 

Además, pienso en estos momentos en los que poner orden ahí tiene que ser una locura, por si alguien de repente no tiene filtro y puede ofender (con razón o no) a alguien, y más teniendo en cuenta que está escuchando gente cuya objetividad, en ese momento, es cercana a cero, porque está jugando su equipo. No sé. Cuando sucede este tipo de cosas es cuando me gusta que la gente diga lo que le dé la gana sin ningún tipo de problema... Porque ver el debate desde fuera es lo que me parece interesante. Muchas veces no es tan importante conocer un veredicto sino conocer lo que se dice mientras tanto.