En el blog he hablado en bastantes ocasiones de que si la tele cutre «radio visual», de esos programas que quisieron ser como de tele, de si hay horas que son más de tele que de radio y al revés, de si es importante que tengan imágenes o no, y demás.
Un día estuve hablando del cambio de horario de «La Vida Moderna». Total, si es un programa que tiene tantos fanáticos (entre los que me encuentro) y si tanta gente lo consume por Youtube... Al final termina siendo un programa que se hace en la SER, que es de Youtube y se emite también por la radio.
Y sí, son muy conscientes de que tienen una cámara (o tres) delante. De hecho, muchas veces he criticado que hay incluso otros programas que cuando emiten por Facebook Live, parece que los del programa están más pendientes de los 150 que les ven por Facebook que de los 500.000 que les escuchan por la radio. Bien. Dicho todo esto...
Si te pones a emitir algo con cámaras corres el peligro de que te vean. Obvio. Voy a volver a hablar de «Surtido de Ibéricos». Va a parecer que la tengo tomada con el programa... Y quizá sea cierto, porque casi sólo encuentro cosas negativas. El viernes pasado llegué pronto a casa y estaba el programa empezado. Quise comprobar que aquello que había escrito volvía a ajustarse a la realidad o si habían cambiado algo. Lo que me encontré fue... una joyita.
En la página de Onda Cero me encontré que daban el programa en directo en vídeo. Vi que la mesa la tenían repleta de cosas, como si quisieran ser «La Vida Moderna». Y sí, con publicidad. Volví a escuchar saludos que no iban a ningún lado, guiones sin gracia que iban pasando página tras página, y aburrimiento. Y añado una cosa más: Mal rollo.
Lo divertido de hacer un programa, publicitarlo en la tele y que además se pueda ver en directo en la web es que se ve absolutamente todo. Claro, la publicidad del jamón hay que verla en primer plano... Y sí, se ve cuando Latre se enfada, se ve cuando los componentes del programa (los humoristas, me refiero, que hay más gente detrás) están mirando el móvil con cara de seta mientras escuchan el trozo de Deltell, se les ve con la mirada perdida...
Ver el programa en la web terminó siendo una experiencia. Latre estaba enfadándose con el técnico todo el rato, señalándole el guion mientras lo levantaba al aire, pidiéndole que estuviera atento y desesperándose (como veis en la imagen)... Y con cara de enfado total ante mi atenta mirada.
Por ejemplo, os cuento: Tienen una especie de running gag artificial con un efecto en el que dicen que no se hacen responsables de las opiniones de Miguel Lago (el que veis a la derecha). Cuando hace algún comentario jocoso, Latre espera que saquen el corte de voz donde se dice que no se hacen responsables de sus opiniones. Latre intentaba que el técnico pusiera ese corte, no se entendió con él y se terminó poniendo una música que no tenía nada que ver en vez del corte. Latre se desesperaba y estaba ahí, jurando en arameo, mientras el programa seguía. Le llegó a poner caras, señalar el guión con una determinada página en lo alto... Y haciendo aspavientos con cara de tener ganas de asesinar.
Justo después miraba a sus compañeros y ponía caras de estarlo pasando genial con sus comentarios y con sus gracias. Pero yo estaba más pendiente de cómo salía el programa. Por otro lado, Deltell había grabado una especie de encuesta callejera en la que hablaban de que si la tortilla era mejor con o sin cebolla. Una imaginación maravillosa y un resultado, sinceramente, más que mejorable. Es el rato que digo que es de parvulitos. Y mientras esto sucedía... Ellos a mirar al móvil con cara de pasa mustia. Se lo estaban pasando igual de aburridamente que los oyentes. Y todo eso, gracias a la web, lo pudimos ver.
No, ya no estoy con el discurso de si la radio hay que verla o no y postureos variados. Estoy hablando de que emitir un programa donde se ve que la cosa no fluye y que se están aburriendo que te mueres... pues chico... es que eso mejor no emitirlo. El programa del viernes es el siguiente radiochip del ojito:
Era tan flipante ver el programa, comprobar que a pesar de que parecía que estaban de risas, estaban ausentes en todo momento en donde no les tocaba hablar, con el móvil en las pausas, las broncas con gestos al técnico... Todo muy alucinante. Por eso a veces no es recomendable que nos dejen ver la radio. El programa no me hacía nada de gracia, pero comentar por WhatsApp con algún amigo los malos rollos del estudio nos estaban dando la vida. Comentamos que tenía que haber hecho pantallazos de todo aquello, porque eso decididamente iba a terminar siendo un radiochip. Y así ha sido.
Por cierto... Al final del programa estuvieron haciendo humor con las críticas que les habían dejado en ivoox. [Me reconforta ver que el resto de la gente que había escuchado el programa pensaba lo mismo que yo.] En vez de tomar esas críticas en consideración, que no partían del insulto precisamente, las tomaban a coña.
Y oye... como objeto humorístico está muy bien si se sabe hacer, porque por supuesto pueden ser usadas como objeto de coña. De hecho, es un buen recurso, aunque no les salió gracioso. Pero si además de hacer coña de ellas se las toman a coña... Pues nada, veremos cuánto dura el invento. No sé si hasta Navidad, fin de año o Semana Santa. O hasta cuando hayan terminado los contratos de publicidad con el programa, que ya os digo que van cargados.
De todas formas... a lo que iba: Hay cosas que es mejor no ver. O mejor: que no nos las enseñen.
Por cierto... Al final del programa estuvieron haciendo humor con las críticas que les habían dejado en ivoox. [Me reconforta ver que el resto de la gente que había escuchado el programa pensaba lo mismo que yo.] En vez de tomar esas críticas en consideración, que no partían del insulto precisamente, las tomaban a coña.
Y oye... como objeto humorístico está muy bien si se sabe hacer, porque por supuesto pueden ser usadas como objeto de coña. De hecho, es un buen recurso, aunque no les salió gracioso. Pero si además de hacer coña de ellas se las toman a coña... Pues nada, veremos cuánto dura el invento. No sé si hasta Navidad, fin de año o Semana Santa. O hasta cuando hayan terminado los contratos de publicidad con el programa, que ya os digo que van cargados.
De todas formas... a lo que iba: Hay cosas que es mejor no ver. O mejor: que no nos las enseñen.
Penoso programa, absolutamente penoso.
ResponderEliminarMenudo cuadro... por éstas cosas quizás no es bueno que la radio "se vea".
ResponderEliminarA mi de los vídeos de radio lo que me interesa es lo que no se ve. Es decir, técnicos, producción, todo ese movimiento que hay en la pecera para que todo salga bien y esté cuando tiene que estar. Me parece más interesante, por ejemplo, los 10 mins de vídeo de arranque de Los40classic, que 1 hora viendo el careto de un locutor hablando
ResponderEliminarlink?
EliminarEn la noticia del estreno se puede ver el vídeo: http://los40.com/los40/2018/11/21/los40classic/1542826743_061724.html
EliminarY las cosas que es mejor no ver, aquí: https://www.ondacero.es/programas/surtido-ibericos/videos/video-surtido-de-ibericos-1x02-programa-completo_201811235bf8b1140cf2765a3111d91a.html
EliminarGracias. Penedo va al mismo dietista que Tony Aguilar, parece.
EliminarHostia! Gillem Caballé! Hace unos años era famosillo por sus presentaciones "macarrillas" en 40tv. Ahora sería un presentador blanco como un merengue.
EliminarMi opinion despues de haberme tragado el segundo surtido de iberico enterito. Resumen, con el primero habria tenido bastante.
ResponderEliminarAntes que nada, a mi me encanta la radio de comedia y en general todo tipo de comedia (TV, cine...) soy bastante tolerante con las novedades y suelo tener paciencia, pero hay productos que se ven que no van a ir para alante si no hay muchos cambios.
El primer problema que le veo es Carlos Latre, que es un excelente imitador pero un pesimo guionista/director. Rompe el ritmo del programa constantemente, a veces para hacer un speech "guay e inteligente" que no viene muy a cuento en el probrama. Cada vez que Latre se ha salido de su faceta imitador, se le ven las costuras. Y ojo que como imitador, es de lo mejor que ha habido en este pais, sin duda. Sus unicos momentos buenos son... imitando, claro. Por cierto, su excesiva intensidad en algunos momentos, al presentar etc... suenan demasiado impositados.
El segundo problema es la Terremoto de Alcoron. Ademas de que me parece un personaje absolutamente desfasado y sin gracia, creo que en radio no tiene ningun sentido. Su unico punto "positivo" es su imagen y en radio no se ve. Pero es que ademas... ni siquiera esta en el estudio en este segundo programa y sus intervenciones son forzadisimas (Latre tiene que romper el ritmo varias veces para que intervenga). Hay una vez que dice "pues ya no se que iba a decir" y la ultima vez que le dan paso, ni siquiera está.
El tercero punto negativo es Miguel Lago, del que soy absoluto fan. Miguel Lago no puede salir en una cadena de radio generalista, y menos conservadora... porque el personaje queda "a medio gas". A Lago hay que verlo en el teatro, donde es maravilloso, pero en los medios de comunicacion actuales, su personaje es imposible de llevar hasta el fondo, aunque se quiera hacer ver que es super transgresor con chistes de Podemos o metiendose con Latre y Ferran Adria.
Luego la superguionizacion le quita mucho ritmo y frescura al programa. Eso, y durar 1 hora y media, claro. Me parece larguisimo.
Lo de la seccion de Deltell, penosa, encima con los tios ahi pasando de todo, se la suda el programa, no es "su hijo" estan ahi para trincar el dinero y correr. El Monaguillo pilla el movil tres o cuatro veces durante el segundo programa (en la seccion de Deltell, en la promo de Harlem...). Ah, lo de Latre con Deltell es muy dificil de explicar. La unica explicacion es que Deltell tenga fotos muy comprometedoras de Latre, si no...
Por cierto el Monaguillo me parece que tiene unas ansias de protagonismo absolutas, y tiene poquisima gracia, es muy poco ingenioso y... vamos, que si no fuera andaluz, estoy seguro que no seria humorista "famoso"
En resumen, el programa es tan casposo como su nombre, y necesita bastantes cambios para que se pueda mantener en el tiempo