al tran tran

Éxito asegurado.

La entrada de hoy la prometí en 2011, cuando hablé de cómo era aquel programa de tarde de Abellán y Jiménez Losantos. Y me vino a la cabeza, entre otras cosas, cuando escuché la nueva tarde de la COPE, el programa «de la gente, gente». Que madre mía, qué lema a todas horas... 

En aquella entrada comenté que nada más escuchar el inicio del programa me di cuenta de que eso iba a durar dos meses (que al final fueron 3, hasta final de año). No es que yo fuera Rappel (que por cierto, no acierta nada) sino que era algo que se olía desde el inicio. Los dos, a la vez, hacían «La Linterna» (Federico) y «El Tirachinas» (Abellán). El inicio del programa fue el siguiente, en este radiochip trantranero: 

Lo sé, ese inicio es demasiado corto. Sin embargo, mi memoria guarda cómo fue aquellos primeros minutos y os trendréis que fiar de ella (y ojo, es de fiar). Abellán decía que al tran tran era algo así como «lento, y por la derecha», para a continuación que eso de por la derecha no tenía ninguna connotación política, sino que bla, bla, bla. 

Desde el primer minuto tenía la sensación de que el programa estaba dividido en dos partes: Las que se había pillado Federico y la que se había pillado Abellán. Yo pensaba: «Como uno falle un día, ya verás». Abellán estaba ya en solitario ese mismo día presentando uno a uno a sus amiguetes colaboradores (como escucharéis en el siguiente radiochip) y Federico indicaba que todos los días a las 17:30 jugarían a la bolsa, porque había muchos españoles que tenían pasta invertida y seguro que eso les iba a interesar. 

Escuchad el radiochip de las presentaciones de las secciones variopintas del programa y a Abellán y Federico comentando cosas: 

Y fue así. Se notaba cómo iban escurriendo el bulto, cómo uno estaba centrado en su programa de deportes y otro en su programa político de las noches. Efectivamente, si uno fallaba tenía que recaer todo el peso en el otro. En realidad no recaía en ninguno, porque los dos estaban a lo suyo. Terminaron echando mano de Alfageme o quien estuviera por ahí, y al poco tiempo ya tenían programa nuevo para después de navidades. 

Aquello no tenía ni pies ni cabeza. En realidad, recuerdo aquello como un juego de huecos, parches, compartimentos... No sé. Aquello era un horror que creyeron que iba a funcionar no sé en base a qué. Mirad que es raro pronosticar la muerte prematura de un programa sin que llegue a salir un solo EGM, siquiera el primer día. Pero estaba claro.

Federico, en su libro «De la Noche a la Mañana» lo describe con una frase: «Casa de dos amos, mala es de guardar». Y ponía otra frase: «El ojo del amo engorda al caballo», y añadía: «y ahí no había amo». La idea, según cuenta Federico en su libro, fue de Luis Herrero. Cuenta que Abellán dejó muy pronto de sentirse director o codirector de aquello, que empezó a ausentarse, y estaba el allí al frente de tropecientas horas de radio siendo que no creía en ese programa de tardes. 

El programa de ahora de la COPE al final, sin embargo, es algo que ocupa a dos personas de manera principal, está diseñado desde arriba y como es de la consultora, esperarán unos años a que la cosa se asiente. Llevan así desde 2012 y seguimos esperando. Pero los resultados llegarán, ya veréis... ¡Que no! ¡Que es broma! Llevamos esperando a que esa manera de hacer radio generalista salga bien desde hace años y nada... que no. 

Pero vamos... Que a lo suyo, a la «gente, gente», a tratar temas por encima, a hacer comentarios políticos antes de la información, a poner música que no venga a cuento de fondo pero que se note que te mueres, que molesta mogollón, que se sigan tratando temas y que uno se note que está a otra cosa mientras el otro emplea a fondo la función fática de la lengua, y un poquito de leer guiones a tropel. Que no decaiga la fe. Creo que tienen más fe en la consultora que en Dios. Y por mucho que recen...