Sabéis que dominar un idioma no consiste simplemente en usar cultismos constantemente. Dominar un idioma implica interpretar el contexto y las circunstancias que rodean la conversación o el texto y usar las palabras adecuadas.
Es decir, que si estás haciendo preguntas en un tribunal de tesis doctoral, lo lógico es hablar de usted, emplear un tono medio y palabras concisas, y cierto uso de términos cultos o precisos. Si estás pasando droga en un parque con cuatro tirados, hablaras de una manera completamente distinta. El que usa más virtuosamente el idioma, el que domina a morir, es aquél que por la mañana puede ir a una tesis doctoral y no desentonar en las preguntas y esa misma noche trapichea con jaco sin que se den cuenta de que no se trata de otro chungo del barrio.
Pues en la radio... Comportarse es lo mismo. Consiste en exactamente lo mismo. Pumares es un virtuoso, porque como todos sabemos, es capaz de hablar de cine, de actores, de tramas de cine clásico, de un montón de cosas cultas, de música... Y a la vez, cuando le toca hacer espectáculo, te grita como el que más.
Esta semana, Pumares ha pasado por dos programas de radio. Pumares no defrauda. Ya lo he contado en alguna ocasión, pero os lo vuelvo a contar a lo cebolleta: Hará unos 10 años, en la Expo de Zaragoza, unos amigos y yo nos encontramos con Pumares. Le abordamos, le dijimos que nos recomendara dos películas. Pumares no dudó un momento en mandarnos a la mierda, recomendarnos dos pelis, llamarnos incultos, quejarse de no sé cuántas cosas y decirnos que le dejáramos en paz.
No, Pumares no nos cayó mal. Pumares era plenamente consciente de que una chavalada esperándole estaba esperando gritos, desfase, insultos y cultez cinéfila. Nos dio lo que queríamos. Quedamos encantados con su actuación, una performance que aún recuerdo hoy. Obviamente, cinco minutos después al siguiente pavo que se encontrara por la calle le trataría de manera encantadora.
Pumares entró por teléfono para «La Vida Moderna». Estuvo reencotrándose telefónicamente con Ignatius después de años y años de la llamada que fue objeto de un radiochip pasado. Pumares demostró más locura que Ignatius. Genial. No defraudó. ¡Viva Pumares! Radiochip cinepumarístico:
Genial. Completamente genial. Moría de risa. ¡Grandioso! ¡Tuvo tiempo hasta para criticar el Goya a Chicho!
Pero es que Pumares también se encontró (ya me entendéis) con Alsina en Onda Cero el lunes pasado delante del teatro Marquina. Y claro, el tono era distinto... Era un momento que requería otro tipo de espectáculo menos histriónico. Podéis escucharlo en este otro radiochip cinepumarístico:
Lo digo siempre... Por la noche se necesito espectáculo también. Quiero que me sorprendan. Mucho posturear con la corrección política, muchos profesionales del periodismo queriendo hacer programas muy correctos e influyentes... Pero yo quiero un Pumares que me grite, que diga cosas locas con razones, quiero tensión, quiero que me digan que García-Juez se olía el sobaco, quiero que me sorprendan... Por eso Ignatius me parece buen «hijo» de Pumares. Las performances en la radio no son tan habituales.
¡Grande Pumares siempre! ¡Qué grandes momentos por las noches me ha dado!
¡Grande Pumares siempre! ¡Qué grandes momentos por las noches me ha dado!
100000% de acuerdo con la grandeza de Pumares.
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