lunes, 30 de mayo de 2022

operación Balmis

Os voy a contar una cosa entre anecdótica, personal y muy subjetiva... Yo fui a colegio de monjas. Y os juro que cuando a veces me pongo el programa de Cristina en la COPE siento que estoy otra vez en el colegio. Es como volver a colegio de monjas en el que la gente es siempre simpática, amable, y con unas ideas con las que no termino de comulgar, pero mira, que me hacen sentir a veces en casa. No sé. Mi vida rondaba entre ser un chaval de barrio que nunca iba con los de clase (porque yo era ir más con los del barrio por la tarde al parque o a jugar al fútbol al colegio de al lado) y estar integrado en un colegio de monjas que me trataban genial. 

No sé si os he hecho un poco a la idea del clima que siento cuando escucho el programa de Cristina. Que todo es afable, y todo está dentro de unos cánones preestablecidos. No sé. Bueno...

Y ahora que estamos con el rollo de la viruela... Como todos sabemos, la operación de cuando el coronavirus se llamó Balmis precisamente por la vacunación de la viruela hace ni se sabe. Bueno... De los tiempos en los que se hizo una campaña de vacunación en América para intentar erradicar la viruela. Ríete tú de los del 5G, porque en aquel momento eso de vacunar a la gente... Eso de que para que no tuvieras una enfermedad te pusieran un poquito de esa enfermedad... Pues bueno... 

Todo esto lo contó Elsa Ruiz González precisamente en el programa de Cristina en 2020. Quién nos iba a decir que ahora estaríamos hablando otra vez de la viruela. Radiochip viruelense:


Entonces, aprovechando lo de la operación Balmis, os he hablado de la sección de Elsa Ruiz González en el programa de Cristina. Consiste en que Cristina está escuchando al otro lado apostillando cosas de vez en cuando mientras la otra, siempre con un sonido horroroso, que la mitad de los días tiene problemas, se corta, se le va la voz, le pasa de todo... Pues ella cuenta una historia, que si de mujeres, que si de tal efemérides, que si de tal... Yo casi pongo esta sección a veces porque me gusta apostar a ver qué problema de sonido va a tener esa semana. O si no se va a cortar la comunicación pero se va a escuchar de culo, o ver en qué momento Cristina no puede más y le dice que luego la vuelven a llamar. Otros días, como éste, sólo se escucha a búnker y ya está. Que digo yo que en época de vacunaciones y tal, vale, pero ahora... Igual pasarse por el estudio si no es capaz de tener un sonido medio bueno... Y que para que algo suene bien, con gastarse 20 euros en un micro medio decente y una conexión a internet fulera, ya suena mejor que como suena esta señora. 

Pero bueno, yo seguiré de vez en cuando escuchando esta sección, que parece que me toca charla de una monja en el colegio, con unos chascarrillos muy de colegio de monjas, y con unos medios que me hacen recordar también cuando iba al colegio de monjas. De cuando no había otra cosa más que el teléfono. 

16 comentarios:

  1. Creo que lo de Balmis consistió, ante la falta de voluntarios, en inocular la vacuna a niños huérfanos que no podían chistar. ¡Aquellos sí eran buenos tiempos para la medicina! Y no como ahora, que enseguida te sale algún antivacunas que dice que qué es eso de experimentar con niños huérfanos o hijos de pobres. Menos mal que mucha gente de clase alta, como yo, hemos puesto nuestros hijos a disposición de la ciencia para que experimenten con ellos todo tipo de vacunas y fármacos fundamentales para el género humano. Por eso luego vamos a Twitter a dar lecciones a los antivacunas, porque nuestros hijos son los primeros que ponen la piel por la ciencia.

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  2. En cuanto a lo de las monjas, así funcionan las sectas: le tratan a uno estupendamente, hasta que, zas, acabas creyendo en cosas terribles, como que Dios existe, que no crees en la igualdad, o que quieres a alguien que no es de tu sexo.

    En la izquierda hemos evitado ese problema siendo antipáticos, en particular con nuestros propios votantes. Así sabemos que nos siguen por nuestras ideas, y no por cariño. Ángels Barceló lo ha ejemplificado bien con esta cosa de los becarios flojos. ¡Encima querrán amabilidad! Tendría que bastarles estar en la verdad.

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  3. La entrada era mala (aunque Pacman ya nos había avisado de su subjetividad). Y el comentario (por decirlo suave) ha conseguido empeorarlo. ¡Enhorabuena a ambos!

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    1. Cuál de los comentarios, G.?
      A mi que me ponga al nivel del señor Pacman me llena de orgullo y satisfacción. Es mi ídolo total.

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    2. Por definición, todas las opiniones son subjetivas.

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    3. Sr. Pacman, pero hay grados. Por eso ud. ha matizado "muy subjetiva". Si todas las opiniones fueran igual de subjetivas, no lo habría matizado. En este caso tiene razón el señor G. (en el paréntesis).

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    4. Yo sólo digo que los de la expedición Balmis están todos muertos. Jaquemate borregomatrix bakuneti.

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    5. Gracias a gente como Balmis ya no hay viruela en el mundo, ni virus que se parezcan siquiera. Y ya no hay que gasta en vacunas contra la viruela. ¡Viva la ciencia!

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  4. Por secciones como la de Elsa Ruiz con Cristina, yo prefiero ver a Siro López intentando conectarse a Discord o desmutearse antes que escuchar la radio.

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    1. Lo que me genera una duda: a la gente joven de cursos del entorno del periodismo, ¿les enseñan a usar mínimamente las nuevas tecnologías en lo relacionado con la comunicación?

      Vamos, que sigue entrando gente con sonido lamentable y/o por teléfono cuando desde hace más de una década existen los mumble, teamspeak etc. Y eso con adsl funcionaba, mejor que el teléfono, sin retardo y sonando normalmente decente la gente.

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  5. Tan subjetiva como para cambiarle el apellido a la colaboradora, de González a Ruiz.

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  6. Aquí somos más de la Operación Royuela

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  7. Pacman, tienes pinta de haber ido a Las Teresianas. ¿?

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