¿gracieta menor?

En la última década ha habido muchos debates recurrentes. Uno de ellos, sin duda, y casi rozando la pesadez, ha sido el de los límites del humor. Otro, no menos pesado (e interesante, he de decir) es el límite entre lo público y lo privado. 

Gracias a Twitter, hemos pasado de cuentas que decían locuras para llamar la atención y hacer gracias hirientes como máximo exponente de la libertad loca, y que esa misma gente hoy sea cancelada porque ahora no se pueden hacer ni decir según qué cosas. Hemos pasado de lo más loco a lo más puritano. Hemos pasado varias veces de decir que la libertad es algo a proteger aunque sea dañino a decir que todo lo que se exprese no de acuerdo a unos cánones debería ser delito de odio. Ahora graduad todo, sacadlo de quicio, en una dirección y en otra y tendremos todos los casos de los últimos 15 años que se han discutido en radio y televisión, defendiendo una cosa y la contraria... dependiendo del signo político de la persona en juicio. 

Por eso me ha sorprendido que tratasen en «La Ventana», en el año 2003, este tipo de cosas. Fue volverlo a escuchar y... ¡pum! Me pareció el túnel del tiempo. Os cuento: en la mítica sección de Pino y Cansado, Gemma invitó a un político del PP y a otro de la oposición porque en la época del Prestige se mandaron un chiste (de manera privada, supongo que por el móvil por vía SMS) en el que se mezclaba lo de ir a recoger chapapote, perder aceite y todo eso: se había metido en dos charcos: el tema del chapapote, el tema de la homosexualidad... Y venían elecciones próximamente. Así que se hizo público que el señor del PP había compartido ese chiste. Bueno, todo eso lo podéis escuchar en este radiochip del prestgay:

Fue interesante, porque claro, el punto de vista de Pino se podía entrever (el esperado), Gemma trataba el tema porque obviamente era un tema polémico... y Cansado decía que eso era un chiste, que podía ser de mayor o menor gusto, pero que era simplemente un chiste. Su postura ahora sería clasificada como... mmm... no sé. Me da la sensación de que ese mismo debate a día de hoy... no habría podido opinar tan felizmente. La cuestión es que le pedían al señor político la dimisión y todo.

Al final de ese momento de radio decía Pino lo que yo pensaba durante todo el rato: qué fuerte que se hubieran prestado a estar en antena. Ahora también pienso que eso no sería tan probable que sucediera. Y la mujer que entró después en antena defendía que todo se sacaba de quicio: ¿nunca habían contado un chiste de cojos, etc.? Decía la oyente que «ya estamos como los yanquis». ¿Igual no en ese momento, pero sí en 2024? Que igual es a lo que hay que llegar... Cansado seguía en sus trece y preguntándose si un cargo público tiene que ser distinto de cualquier persona sin responsabilidad política. 

A donde voy es: ¿Habría podido producirse este mismo radiochip en 2024 donde Francino? Ni los políticos se hubieran puesto al teléfono, ni habría debate (creo yo), ni hubiera habido debate (creo yo), etc., etc. Y vuelvo a lo de la oyente: ¿ya somos como los de EE. UU. o simplemente nos hemos civilizado? Aquí dejo la pregunta.