Comentaba ayer eso de las historias que pasan por la radio y nunca jamás sabemos cómo terminan. Hablaba de esas entrevistas, esas cartas o esas llamadas que nos cuentan una historia, se relata, se termina... y a otra cosa. Nunca nos paramos a pensar cómo terminan las cosas. Ayer vimos que a veces, bien.
Otras... Pues también. Al hilo de esto me comentaba C. que podía meter en el blog la historia de otra historia, pero en este caso de amor. En abril de este año recuperaron una historia de hacía 22 años, en lo que llaman «otra vida» en Onda Cero, es decir, que pasó en «La Radio de Julia». Un oyente escribió una carta al consultorio sentimental del programa. Y José Oleza lo leyó. Todo esto lo recuperaron en este radiochip de las parejas duraderas:
Y 20 años más tarde ese amor volvió a pasar por la misma radio y por el mismo programa. En aquella carta decían que quizá al leer la carta igual todo habría terminado. Estuvieron explicando de cómo para poder moverse de Madrid a Villarreal tuvo que aprender valenciano... Una historia muy actual. Ambos eran oyentes de Julia, lo cual es bien curioso.
Un amor que está durando 22 años... Y además siguen siendo oyentes del programa. Y esto de ser oyentes tantos años, efectivamente, también es amor. Igual un día hablamos de cuántos años seguidos habéis sido capaces de seguir un programa... Porque la audiencia de radio a veces, muchas veces, dura más que muchos matrimonios. Más que el de Adriansens no, porque me da que es imposible.
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