chafones (y el poder de un efecto)

Sabéis que muchas veces repito eso de que el mejor despertador que he escuchado es el «No Somos Nadie» de Pablo Motos. Es que me reía siempre, siempre, siempre.

Dentro del programa había una sección en la que los oyentes contaban sus anécdotas. Sí, eso que ahora suena a «la hora de los fósforos», pero en el programa de Pablo Motos duraba 10 minutos, justo antes de las 9 h. Y costó que funcionase la sección... Se llamaba «Pensamientos Paralelos (y para lelas)» y consistía en eso... anecdotario. Con Herrera la gente sabe cuál es el rollito, pero en M80 costó tiempo que la gente se coscara del rollo de la sección. Muchas veces rellenaban con anécdotas propias, que eran muchas veces muy buenas. 

Pero el radiochip de hoy es un resumen (una edición) de la mejor sección que hicieron jamás de «Pensamientos Paralelos». Creo que no tengo la emisión original sino esta edición que hicieron después, de casi 5 minutos, resumiendo las llamadas. Iba la cosa de chafones... De cuando crees que la cosa está encaminada, que va a salir todo bien... y en el último minuto, chafón total. Todo se viene abajo. 

Pero la gracia está en que añadieron a todas las historias el efecto éste típico de chasco. Y claro... Todas las historias se transformaron en buenísimas... Radiochip del chafón: 

Es que me acuerdo de estar escuchando esto en directo por la calle (todo el rato original, no este editado) e irme partiendo, sin parar de reír, camino de la Universidad. De esto que no te puedes aguantar incluso si te están mirando... Es que fue un rato de radio buenísimo. Y las risas de todos, que se pueden escuchar de fondo... Es que el programa estaba saliendo genial. 

Uno de los mejores ratos del «No Somos Nadie». Ratos de radio que quizá no los repitan jamás en los resúmenes profundos que se hacen del medio... pero de los importantes para mí. La vida es una mierda. Pero con efectos especiales...