¿bomba o bombita?

Ya se ha comunicado que Josep Cuní va a empezar el 15 de octubre un programa mañanero para la SER en Cataluña: «Aquí, amb Josep Cuní». Para los que no conzcan a Josep Cuní o no les suene, diremos (exagerando un poco, pero para que se entienda mal y pronto) que es un semidios de la comunicación en Cataluña. 

El programa se emitirá de 7:00 a 12:00 h en lo que hoy conocemos como SERCat. ¿Qué es SERCat? Un lío. Todo partió de la extinta Ona Catalana, que fue una radio catalana privada que nació casi a la vez que RAC1 y que tuvo como primera gran estrella de lanzamiento a un tal... ¡Josep Cuní! Y Cuní se fue de la emisora en 2003, sin que aquello chutara. 

Con los años, Ona Catalana fue comprada por la SER y surgió Ona FM, que terminó siendo una cosa rara de deportes y música y que murió en plena dejadez dando paso a SERCat, ese lío de reposiciones de programas en catalán en plan zarzuela de pescado y marisco de audiencia mínima. 

Por eso me hace gracia que en la noticia hablasen de que se emitiría «en las frecuencias de una nueva cadena denominada SER Catalunya». ¿Una nueva cadena? Bueno... Igual renombran a SERCat como SER Catalunya. Pero en fin... 

¿Contarán la audiencia de esta especie de segunda cadena por separado o la sumarán a la de la SER, como si fuera lo mismo? Supongo que igual la suman en plan global, porque muchos programas en cadena sonarán simultáneamente por ambas. Pero supongo que diferenciarán la audiencia de los dos programas. 

La entrada se llama «¿bomba o bombita?» Y os explico por qué: Resulta que ayer mucha gente me dijo que era una bomba esta noticia. Yo pensaba que era más bien una bombita. No sé hasta qué punto la presencia de Cuní en una alternativa de la SER a la propia SER les beneficia o supone un factor en el tablero que cambie el juego. Me explico: 

¿Hasta qué punto Cuní puede traer a gente independentista «o casi» que escuche RAC1 o Catalunya Ràdio? ¿Hay algún espacio ideológico entre los oyentes de la Terribas o de Basté y las radios nacionales que quede libre para ser ocupado por Cuní? Obviamente, supongo que el público de Herrera en Cataluña no se va a ir a Cuní... Pero no sé si los independentistas convencidos serán capaces de irse a la Sociedad Española de Radiodifusión. 

¿Sabéis qué? Que me parece que el público más proclive a irse con Cuní es precisamente el público del «Hoy por Hoy». En este sentido, la gracia del asunto (si es bomba o bombita) es de si Cuní es capaz de cazar o no parte del público independentista o últimamente descontenta con el independentismo, porque si a quien le roba público es a Pepa y a Toni, es hacer un pan como unas tortas. 

Supongo que habrán hecho sus estudios de mercado y habrán visto que les es favorable hacer este movimiento, y que quizá esperen rascar público de fuera del «Hoy por Hoy», porque si no es desgastar al programa principal, cuya audiencia y liderazgo nacional no se ve para nada amenazado por una posible pérdida de oyentes catalanes. Como se ve en el gráfico de El Periódico, actualmente el «Hoy por Hoy» en Cataluña cuenta con 203.000 oyentes. La gracia estaría en rascar de los 701.000 de Basté o de los 468.000 de la Terribas. Pero... ¿En la actual situación política es esto posible? 

El radiochip de hoy mola mucho. Es de Cuní, pero en RAC1 presentando «La Competència» por el día de la radio. Muchos comprobarán cómo lo que estaba leyendo era parodiarse a sí mismo, haciendo que esto fuera aún más cómico y molón. Recordemos que hasta hace relativamente poco estaba ligado a 8tv, de Godó, es decir, casa RAC1. Radiochip cunístico: 

Y por cierto, en el programa de la Terribas han dado la noticia de lo de Cuní en el minuto 32 y medio. Y ahí aparecía Cuní, y bromeaban sonre hacerse la competencia el uno a la otra. Otro radiochip cunístico, en donde resolveréis muchas dudas que tengáis (que se pegó ahí unos 15 minutos hablando del tema): 

Así pues... Los catalanes que pueblen el blog, que respondan: ¿Creéis que le podrá rascar audiencia de fuera o creéis que sólo dividirá la actual audiencia de la SER? Y ya está, ya paro de preguntar. «¡Prou, prou, prou!»