Empezaré por lo realmente histórico: El viernes hizo su última columna en «Hora 25» Josep Ramoneda. Los antiguos del lugar se acordarán de que antaño no se llamaba a esta columna «El Dietario (de Ramoneda)» sino «El Bestiario de "Hora 25"». Y esa columna la hacía unos días José Martí Gómez y otros días Ramoneda.
Así lleva terminando el programa de la SER desde que yo tengo memoria. Nunca he escuchado un programa de «Hora 25» sin que terminase con esta columna. Mucha gente dice que es una pena, que era un faro en la noche y todo eso. Pero... ¿Pegaba Ramoneda como columnista de opinión en el «Hora 25»?
Desde los tiempos de Carlos Llamas estaba Ramoneda. Es de esas voces que nos llevan acompañando desde siempre, pero, al igual que los tiempos, hay personas que cambian. Hace muchos años que descubrí que Ramoneda también salía en la SER de Cataluña. Me di cuenta de que en Cataluña las opiniones de Ramoneda eran menos... «contenidas». Diría que hubo un tiempo en que parecía que en «Hora 25» era uno y fuera del programa, otro. No otro... sino una versión de sí mismo menos contenida. ¿A qué me refiero? Pues que pasados los años, Ramoneda era la voz final de «Hora 25» siendo votante de la CUP. Sí, el tiempo hizo que pasara de socialista a cupero. Un votante ocasional de la CUP pero que anuncia bancos. Lo típico, vaya. En el «Hora 25» parecía ser más bien simpatizante de Podemos, pero ya os digo que en sus opiniones en Cataluña iba mucho más a saco con el tema del proceso. Disforia opinativa, según el ámbito.
¿Y esto es bueno, malo o regular? Pues obviamente, ni bueno, ni malo ni regular. Cada uno que opine lo que le dé la gana. Pero sí tengo claro que si una persona lleva años casi editorializando un programa, lo lógico es que se elija a una persona más próxima a la línea de la cadena. Esto es así. Otra cosa sería que tuvieran distintas columnas de opinión con distintos opinadores de todo pelaje. Pero si tienes sólo un columnista que pone la guinda final del programa... No sé. Llevo años alucinando primero con el desdoble de Ramoneda y después con que le mantuvieran de columnista. Que oye, está muy bien, pero no sé si casaba una persona que votaba a la CUP en la SER haciendo su columna de opinión final. Igual sin darme cuenta ahora la SER es una emisora en contra del sistema, que aboga por la independencia de Cataluña y yo aquí sin enterarme de lo que va la vaina.
Decía un lector del blog, @kulmeira en Twitter: «Hace mucho tiempo que el dietario era un oasis en medio de una tertulia que ataca a Podemos, blanquea a Ciudadanos, critica al independentismo y apuntala al bloque monárquico. Entre las risas de la señora Barceló». Y @jtgatatoi decía «El único que quedaba en la SER sin la consigna de machacar a Podemos a toda costa. Anoche fue, de nuevo, un bálsamo después de un buen rato de fakes a saco. Lo echaré de menos». Porque claro, hay mucha gente que vota Podemos y afines que encuentran en la SER su radio de cabecera, pero... ¿Es la línea ideológica real de la SER? Hacía años que no entendía muy bien si es que era un ejercicio de pluralidad, un guiño al independentismo y a Podemos o simplemente una especie de apéndice inamovible que hasta que no hay cambios no es posible mover por el qué dirán.
Pero... ¿Se lo llevará Àngels a la mañana? Quién sabe.
Pero... ¿Se lo llevará Àngels a la mañana? Quién sabe.
El radiochip de hoy es el último dietario de Josep Ramoneda. Radiochip bestiario:
Y vamos de un lado a otro. Pilar Cernuda era la que hacía desde hacía 10 años la columna-charla —que al no ir grabada sino en directo a veces... como las persianas— en la que comentaba la actualidad en las noticias del mediodía de Onda Cero, con Elena Gijón. Nunca he podido soportar la música que le ponían de fondo, en plan muerte letal asesina. La última sección con Elena Gijón es la que escucharéis en este otro radiochip bestiario:
Así que aquí queda constancia de que terminan dos secciones de opinión que llevaban años: la de Cernuda, sólo 10 (entendedme el sólo...) y la de Ramoneda, que lleva desde que los soldados iban con... Bueno, no, desde los 90. ¿Quiénes estarán la temporada que viene, si es que conservan algo parecido? Pues, como diría Miguel Ángel Aguilar, que éste es felizmente eterno, veremos...
Uff. Recuerdos del Hora 25 mientras hacía la carrera. Aquí uno que no aguanta a Aguilar... Pero la noticia alegre sería la jubilación de la columna social-cultural de Juan Cruz "ha muerto Fulanito, con el que me tomé un inolvidable helado".
ResponderEliminarMiguel Ángel Aguilar y la Cruz de Juan son insoportables. No escucho "Hora 14" por no escuchar sus tonterías, día sí y día también. Me sobran esas columnas de opinión, como las "Claves del día" en "Hora 25" antes de las 20.25 h.
Eliminar-Fuera de tema-
ResponderEliminarEl artículo dominical de Ortega en el periódico de Catalunya de hoy:
Súper Pepa Fernández
Durante 20 años, cada mañana del fin de semana se asomaba a la radio una voz pura. Podría utilizar otros calificativos, como «bonita», «amable», «profesional», «inteligente», pero ninguno de ellos estaría a la altura de lo que, para mí, define su voz: pureza. Su timbre evoca blancura y paz, ese sosiego que dan las nevadas, y eso no es habitual en la radio, donde los oyentes más expertos pueden adivinar partes oscuras en las voces más claras. En la suya no hay oscuridad, porque tampoco la hay en ella.
El programa 'No es un día cualquiera' (RNE) ha acompañado a millones de oyentes durante una buena parte de sus vidas. Fíjense como es la vida; hace dos semanas les escribía sobre la pena que me daba el exceso de información política en la radio. Pues bien, ella fue capaz de regalar cinco horas diarias durante dos décadas sin mencionar para nada las crisis de gobierno o los pactos o los recortes o la corrupción. Eso hubiera sido lo fácil, y ella jamás lo hubiera hecho. Le ha gustado complicarse la vida para simplificárnosla a nosotros, los escuchantes.
Ha tenido a colaboradores de una altura profesional mareante: José María Íñigo y Antonio Fraguas, Forges, siempre estarán en nuestro corazón. Su muerte partió en dos el ánimo del programa, pero no se notó, porque Pepa es capaz de transmitir alegría aún en los momentos más tristes.
Cada sábado y domingo escuchamos al inmenso Andrés Aberasturi, un tipo al que todavía no se le ha dado el Premio Ondas que merece. Pero sé que lo tendrá.
Y José Ramón Pardo, y Emilio del Río, y tantos otros que no quiero mencionar para –como dice el tópico– no dejarme a ninguno. Todos ellos. ELLOS, con mayúsculas en todas las letras. Los mejores.
Pepa abandona el programa para emprender un reto profesional magnífico. Seguirá estando con nosotros, sus escuchantes, y lo hará cada día, pero esa alegría diaria no nos hará olvidar la pena de no escucharla sábados y domingos, porque ella era la voz del fin de semana y lo seguirá siendo para muchos de nosotros.
Ha hecho un programa maravilloso, una obra maestra de la radio que será estudiada en el futuro por los alumnos de periodismo. Y lo hizo con bondad, con dulzura, con empatía, poniéndose en el lugar del que estaba escuchando. Entrevistó como nadie lo hizo, y lo seguirá haciendo, porque es el diamante de la radio y los diamantes, como también dice el tópico, son para siempre.
Quiero dedicar este artículo a los dos hombres que mencioné unos párrafos atrás: Íñigo y Forges, los dos mejores en sus especialidades, que me enseñaron que ser bueno contagia todos los ámbitos, que cuando uno es buen profesional también es buena persona. Y eso, claro está, también puede aplicarse a Pepa, la pureza buena.
Mucha suerte, estrella de la radio. La tendrás. Y si tú la tienes, nosotros, que te escucharemos, también la vamos a tener. No eres, ni lo serás jamás, una profesional cualquiera.
Pues Alfonso Rojo está que echa las muelas porque dice que Javier Ruiz está “podemizando” el Hoy por Hoy...
ResponderEliminarhttps://www.periodistadigital.com/periodismo/20190717/javier-ruiz-corta-podemiza-volviendo-abrirle-puertas-vez-apestado-javier-gallego-noticia-689404001366/
Y a mí no me pegaba Ramoneda en el Hora 25 de Ángels, pero todavía menos en el de Pepa.
Cuanta razón en lo de Ramoneda. Lo de Hora 25 hace mucho que no lo escucho, pero si lees un artículo de Ramoneda en Ara o uno de ElPaís, parece otra persona. Es un poco Jekyll y Hyde que cuando escribe para "la terreta" le sale un nacionalismo ignoto fuera de ella.
ResponderEliminarAsumo que Cernuda me gustaba más con Jáuregui en su día. Será que empatizo más con él...
ResponderEliminarDicho esto... ¿cubren su hueco con aún más publicidad? 😁
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