Como sabéis, el día 11 de noviembre... toca hablar de la ONCE. Como siempre digo, es uno de los principales anunciantes de nuestra radio, así que historias con la ONCE hay para dar y tomar.
Pero me apetecía jugar hoy con la idea de la publicidad «mal hecha», pero bien incrustada. Es decir: ese tipo de publicidad que es imposible diseñar, pero que las marcas ganan muchísimo con este tipo de publicidad. Otra cosa es que esas marcas lo entiendan...
Como he comentado muchas veces, jugar en antena con las marcas con las gracietas de un determinado programa es la mejor forma, sin duda, de meter por vena a un anunciante. Por eso nunca llegué a entender lo que pasó en la Superbowl famosa. Sí, desde fuera, podría ser una sobrada, pero para los oyentes... A ver... Los oyentes sabemos quién patrocinó cada una de las ediciones. Y sabemos cómo incrustaban la publicidad de Ramón Bilbao los de «La Cultureta». Hay ciertas maneras de hacer publicidad que son lo suficientemente llamativas como para ser muy efectivas y a la vez para que el propio anunciante no sepa si eso es bueno o malo.
Hola, anunciantes: Normalmente, en el 95% de los casos, es bueno. Los de la radio saben cómo hablar a sus oyentes, que les conocen, y los de las marcas no están muy al día del lenguaje interno de los programas.
Me encantaba cómo daban el cupón de la ONCE en Gomaespuma. Muchas veces no decían el número tal y como era obvio que hacían en todas las radios. muchas veces pasaban, hacían una especie de sorteo, decían el número pero no quedaba nada claro, se lo inventaban... Era un espectáculo.
El radiochip de hoy es de una mañana en que Guillermo estaba solo haciendo el programa. Era el momento de dar la ONCE y él buscaba en el periódico... y no lo encontraba. Así que lo que salió fue mucho mejor. Ojo a este radiochip de no dar números... o sí.
Claro, cuando te sale con la «información alternativa»... Pues imposible no reírse. Daba igual, era un rato en que estaba buscando el cupón, y el ambiente es de cupón. Ya sabemos todos lo que estaba haciendo, y yo me partía. Es genial que tuvieran público, porque la verdad es que lo mismo sin nadie detrás que apoye hubiera quedado... seco.
«Me comunican que es publicidad, y que un respeto». No creo que les dieran nunca ningún toque, porque esto era más que habitual, pero hacían del cupón algo radiofónico que estuvieras esperando...
Si alguien llama al teléfono de Marilyn, que avise y cuente quién le ha descolgado. Ya, por curiosear...
Lo de la publicidad que comentas de la Superbowl fue la noche esa de la publicidad de las encimeras.
ResponderEliminarHevia, en medio de la publicidad saltó con "son una mierda" o algo similar, evidentemente el anunciante se quejó a la emisora y la SER sancionó a Hevia
Es lo lógico, dices que es una mierda el producto del cliente, que entre otra cosas paga para que tu cobres todos los meses. ¿Alguno se imagina en la empresa donde trabaja una situación similar con esa actitud hacia los clientes?. Pero bueno, esto sirvió como excusa, para lo que ya estaba "cocido" y que vino después.
ResponderEliminarFue una excusa, en efecto. No está tan claro que al patrocinador le molestara.
EliminarCorrijo, parece que Cosentino justo había dejado de patrocinar... ahí es casi peor. Parece que también se metió Hevia con los tractores Massey Ferguson. Hombre, traspasó un poco la raya. Una cosa es hacer humor y otra aquello. Pero creo que aprendieron la lección, y por eso ya no hacen la Superbowl.
EliminarEs lo lógico, dices que es una mierda al cliente que entre otra cosas paga para que tu cobres todos los meses. Alguno se imagina en su empresa una situación similiar, con esa actitud hacia los clientes?. Al final fue una excusa para justificar lo que ya estaba "cocinado".
ResponderEliminarMi teoría es que esas marcas o los jefes no sabían de cómo funcionan las publicidades en el programa.
ResponderEliminarPorque llevamos 10 años hablando de esas encimeras, de esos yogurines y de esos tractores. Y creo que jamás ha habido una emisión de radio en que cada año haya un patrocinador y años después no nos acordemos de quién jugaba sino de los patrocinadores.