Ayer estuvimos todos hablando de lo ocurrido en el programa de Cuní hace una semana: Lo de la confusión entre Paco Ibáñez y Francisco Ibáñez. No deja de ser una anécdota muy entretenida para nosotros, pero sinceramente, no es publicidad muy buena para el programa. ¿Por qué?
1. Porque Cuní no se coscó de nada. Daba la sensación de que Cuní estaba con el piloto automático en la entrevista y no atendía a lo que se decía. Todos los que hemos escuchado a Ibáñez en alguna entrevista reconocemos su extraña y enrevesada manera de hablar, y además desde el inicio señaló la confusión. Sí, desde el primer segundo.
2. Cuando escuché lo de Ibáñez, pensé en la bronca que le caería a quien produjera aquello. Claro es que es un pecado venial, que un error lo tiene todo el mundo, pero obviamente es un error. Cuando lo comenté ayer en el curro, lo que me dijo una es: «Habrán cogido a algún becario que lo mismo le daba uno que otro sin saber quién era ninguno de los dos. Le dicen que llamen a tal, y como no tendrá ni idea, pues llamaría al que vieran en alguna agenda». Obviamente, esto no tiene por qué ajustarse lo más mínimo a la realidad (y descubriréis si es cierto o no al escuchar el radiochip), pero es la primera impresión que tuvo ella. Imagino que por muy errado que esté esto, mucha gente se hace esta composición de lugar negativa en la cabeza, y ya está.
3. Porque esto sucedió hace una semana. Como comentamos ayer, esto ocurrió y no se enteró ni Perry. Malo es que una cagada se propague entre la gente, pero peor aún es que una cagada no se propague, porque quiere decir que tu programa es como el árbol en el bosque donde no hay nadie: que se dice que no hace ruido.
Total... que todo mal. Pero... ¡FELICIDADES! ¡SOMOS VIRALES! En serio, estaba flipando cuando vi que lo celebraban en Twitter. Encima, las explicaciones dándole al vídeo. Yo alucinando. Claro que es algo gracioso, claro que es algo poco importante... Pero hombre, publicidad positiva no era ni es. Además, Cuní explicó en el programa que no se había enterado de nada. O sea, todo mal.
¡PERO GUAY, PORQUE SOMOS VIRALES!
Es que me parece casi inexplicable. Se hace viral un momento con el que muchos nos lo pasamos bien pero a la vez experimentamos mucha vergüenza ajena, y oye... ¡Qué guay! ¡Se enteran de que existimos! Pues eso, el signo de los tiempos.
Pero ojo, que esto no es lo único. Escuchad las explicaciones que dieron en el programa ayer mismo. Obviamente, no al día siguiente, cuando se habían dado cuenta, sino cuando todo todo esto fue evidenciado para los tuiteros. Radiochip del no coscamiento:
Es que además de todo esto, añadamos un poco de «francineo». Estaba Francino con Cuní, y mientras estaban explicando todo, Francino dice que escuchó la entrevista a Núria Espert. Refiriéndose a la entrevista se puso: «La escuché, sí, sí». ¡Que la había escuchado decía! ¡Qué narices había escuchado!
Obviamente, era una gran trola de buen rollo y «bienquedismo», porque quedó claro que ni de coña había escuchado el programa. En cuanto le explicaban lo sucedido, su reacción fue: «Ah, qué bueno». Es que al final ni había escuchado la entrevista ni tampoco se había enterado de la cosa que se decía viral. Muy viral, muy viral, pero que ni a Francino le habían pasado la bola antes de entrar en el programa.
De lo de echar casi la culpa de lo sucedido a Francisco Ibáñez de todo el desaguisado ya hablamos otro día.
Obviamente, era una gran trola de buen rollo y «bienquedismo», porque quedó claro que ni de coña había escuchado el programa. En cuanto le explicaban lo sucedido, su reacción fue: «Ah, qué bueno». Es que al final ni había escuchado la entrevista ni tampoco se había enterado de la cosa que se decía viral. Muy viral, muy viral, pero que ni a Francino le habían pasado la bola antes de entrar en el programa.
De lo de echar casi la culpa de lo sucedido a Francisco Ibáñez de todo el desaguisado ya hablamos otro día.
Pero este es el signo de los tiempos: Guay, felicidad, porque somos virales. Y Francino en modo guay también, diciendo que escuchó algo que creo que no escuchó, porque claramente suda. Que es como darle a like sin ver la foto, sólo para quedar bien en su Facebook vital. Me da igual todo, pero somos virales. Ni idea de lo que me estás contando, pero te doy un like no porque me guste lo que haces, que paso de ti, sino para quedar bien.
La superficialidad de los tiempos en un ratito de radio. Cuando dicen que la radio es una radiografía de la sociedad… Pues chico, toda la razón. La radio se parece mucho a nuestros tiempos.
Cabe la opción de que lo hicieran aposta para acabar siendo virales? No sé qué opción es más patética.
ResponderEliminarNo. La realidad es el patetismo 1. Aplicando la navaja.
EliminarPor cierto, de Luis del Olmo en los últimos años contaban también que estaba medio sopa mientras entrevistaba a la gente. A otros lo que les pasa es que están pendientes de Twitter y tampoco se coscan.
ResponderEliminarLa cagas en la radio y eres viral en tuiter. Transmedia total, la radio del futuro.
ResponderEliminarQue SER Catalunya se disuelva y entregue las armas.
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