¡memo!: «moralismo y vagancia»

Hace 5 años saqué una entrada del blog que se llamaba «moralismo y vagancia». Lo importante de esa entrada consistía en comparar a la SER con una nueva iglesia. Si de siempre se ha identificado la COPE con dar la matraca con cosas de moral de la Iglesia, mi tesis es que desde hace años la SER se ha convertido en una nueva iglesia que nos dice qué está bien y qué está mal. Nos echan la bronca, nos hacen homilías, los oyentes llaman para comulgar mediante tuits... ¿Antes más que ahora? Sí. Pero a ratos me parece que la cosa no cambia. 

Y que me recordaban un poco a cuando yo iba a catequesis de confirmación: «jo, tía, qué mala es la gente, pero qué buenos somos nosotros». Os hago un destripe: no me llegué a confirmar. El ateísmo se apoderó de mí. Qué le vamos a hacer. Soy un impío. 

Es ese rollo del «nosotros, Iglesia, que somos los buenos y que pensamos de una determinada manera y seguimos tales costumbres» lo que me daba y sigue dando urticaria. Y es precisamente eso lo que percibía en la SER: una nueva iglesia. Y claro, en parte, cuando se ponen intensitos, siento algo de rechazo. Puse un radiochip del programa de Francino: 

Esto es lo que me sigue pasando 5 años después con muchos programas. No es posible que la COPE separe su programación religiosa de la matraca en sus programas, dado que en sus programas no están todo el rato hablando de moral, y que en la SER sí estén todo el rato echando la bronca al oyente (a día de hoy diría que un poco menos) porque no es lo feminista que debería. Bueno, el oyente sí, pero el resto de la humanidad es toda muy fascista. Lo que digo del «jo, tía, qué mala es la gente, pero qué buenos somos nosotros». Escribí aquella entrada por que escuchar la SER a veces me recordaba a ir a la catequesis.

También puse un minutillo del programa de Julia en que veía que esto se trataba de mucho más relajada:

Dicho de otra manera: Comprendo que la COPE tenga programas sobre la Iglesia y tenga que aburrir a la gente (por ejemplo a mí) teniéndose que comer programas sobre la Iglesia o misas. Pero no entiendo que la SER tenga que aburrir con turras al oyente con todo el rato lo mismo, siendo que se supone que el oyente ya está de acuerdo, y añadiendo que los que no están a tope con este tipo de cosas ya están escuchando a la insensible competencia.

Leyendo los comentarios... Pablito resaltaba esto:

«Cuando la Ser se pone a aparentar, no hay quien les gane. No sé si seguirán emitiendo "Hora 25 Global". Esa sección era el más claro ejemplo de postureo multicultural a costa de aburrir al oyente con historias lejanas y de escasa importancia».

Esto no tenía demasiado que ver, pero sí venía a incidir en el tema del postureo. José Pedro, sin embargo, no estaba de acuerdo: 

«Un poco de postureo también tenéis con la SER. Uno de cada cuatro entradas es para criticarla...venga o no venga a cuento. Que en Onda Cero insulten con palabras malsonantes a cualquiera que no opine igual, que en la COPE directamente se inventen las noticias....pues eso parece estar muy bien».

¿Inventar noticias? Bueno... No sé hasta qué punto esto es sostenible. Hubo más opiniones, pero... Vosotros diréis. ¿Peca la SER de postureo y/o ir de rollo moralista? Yo sostengo que da mucho más la lata que la COPE, de largo. Y creo que cuando no tienen historias propias tiran de estos rollos para rellenar y decir que es todo muy necesario. No sé por qué, parece que toda la audiencia de la SER es solidaria y bondandosa per se, mientras que la competencia tiene una audiencia insensible y poco comprometida: en general, gente malvada que solo piensa en sí misma y en su beneficio. Y os juro que esto antes no me pasaba cuando escuchaba la SER hace años. También os digo que hace años aún me parecían más pesados con este rollo que ahora... Pero ahora les oigo menos también. Igual es eso.