hablar de independencia, a veces, no tiene sentido

De estas fechas se me había quedado en el tintero hablar de un tema... Sabéis que se fulminaron a Javier Monzón, el presidente de PRISA, en época navideña. Y sabéis que el presidente de la empresa puede ser quien sea, pero al final, los que mandan son los de la pasta... Y de eso hablé hace justo un año. 

Si muchas de las acciones de PRISA (un 30 %) las tiene Amber Capital, cuyo dirigente es el señor Oughourlian, al final todas las decisiones de la empresa vendrán fiscalizadas por Oughourlian. Esto sirve para PRISA y para una empresa importadora de marisco. 

Así que al poco de anunciar el cese, dio una entrevista a su periódico, El País. Habló de la venta de Santillana, habló de temas empresariales, de cómo le parecía que estaba llevando la empresa el anterior director... Cosas jugosas, pero que más o menos me daban igual. 

Lo que sí me llamó la atención es el titular: «No he invertido 300 millones para poder hacer favores al Gobierno». Y reproduzco la respuesta a la pregunta de que si era amigo de Pedro Sánchez: «Yo le conozco, le conocí en su momento, pero no lo he visto desde hace año y medio o algo así. Cuando entré en PRISA, quizá uno de los errores que cometimos es que estábamos muy centrados en los negocios y no entramos nada en los temas de política española, que era el gran terreno de Juan Luis [Cebrián, expresidente de PRISA y primer director de EL PAÍS]. Cuando aparecieron toda una serie de rumores y cuando hubo los cambios del consejo de PRISA de 2017 me di cuenta de que al no habernos reunido con ningún político y al no haber manifestado nuestra existencia en el panorama financiero español, éramos como un objeto no identificado. Entonces yo hice un pequeño esfuerzo, pero pequeño, de reunirme con algunos políticos y decirles: “Estoy aquí, hemos invertido mucho dinero en España, no solo en PRISA, sino también en otras empresas, y estamos aquí porque creemos en el futuro de este país y de estas compañías, PRISA en particular”. Yo creo que eso me ayuda porque me da credibilidad y así cuando alguien va a ver al Gobierno español y le dice que detrás de Oughourlian están los rusos o los independentistas catalanes o los marcianos, pues ya se han reunido conmigo, me conocen y saben que no es así, así que se dejen de historias».

Después le preguntan sobre la persona que iban a poner finalmente al frente de la compañía, y de si esos nombres sonaban como próximos al gobierno. Respondía: «Vamos a hacerlo bien. La idea es poner una persona muy institucional y muy independiente porque sabemos perfectamente que la persona del presidente de la compañía manda un mensaje muy importante tanto al exterior como al interior y la independencia de nuestros medios es absolutamente clave. De todos los accionistas, yo, por ser financiero, soy la persona para quien la independencia de los medios es más fundamental, porque si perdemos nuestra independencia yo como accionista voy a perder muchísimo valor. El valor de los medios viene de su independencia. Yo soy de la escuela de Carlo de Benedetti, estuve en su consejo ocho años y fui accionista muchos años de su holding. Todavía somos muy amigos, hablamos a menudo y siempre me ha dicho que si quieres crear valor con un periódico o con los medios en general tienes que ser completamente independiente. Si no, se convierte en una basura de periódico y a lo mejor consigues algunos favores, pero esos favores nunca te van a compensar la pérdida de lectores».

Y aquí es cuando veo que el discurso hace aguas. Mirad qué responde sobre un posible cambio de línea editorial de los medios del grupo: «No debería. Al revés. La línea editorial del grupo está muy bien. Como hombre de negocios, un mundo de fake news para nosotros es una oportunidad fantástica para la prensa de calidad. Todos los periódicos en casi todo el mundo hemos cometido un error garrafal con la llegada de Internet. Hemos regalado nuestras noticias y artículos. Y francamente no veía la salida: es muy complicado cuando has regalado algo pedir al lector después que pague. Pero las fake news nos dan una oportunidad histórica de mostrar al lector que le aportamos muchísimo valor frente a lo que puede encontrar en las redes sociales. Y El País en España es, ha sido y será un periódico de referencia. No podemos tocar nunca ni la profesionalidad, ni la independencia ni la calidad del producto, eso no lo podemos tocar nunca. Tenemos una redacción excelente, un director excelente y esto no se toca. Te miras el currículum del director dos minutos y ves que es una persona totalmente creíble y de gran prestigio no solo en España sino a nivel internacional».

¿Veis? Primero, habla de independencia. En el propio titular habla de que la propia inversión hace que sea independiente del gobierno... Lo cual es discutible. Después, vuelve a hablar de independencia y de que sí conoce a Sánchez. Finalmente, ante un posible cambio editorial, dice que está muy bien y luego hablaba de cosas que nada tienen que ver. 

La realidad es que me juego dinero a que el señor Oughourlian no es precisamente de Podemos. Me juego dinero a que sus ideas tampoco coinciden con las del PSOE. Pero que no me cuente milongas... Ni su ideología va a hacer que la línea editorial cambie, ni su independencia del gobierno, sea más o menos real, va a hacer que cambie la línea editorial. Eso podía ser hace 40 años. Ahora, a estas alturas de la película, es de tontos pensar que se puede cambiar la línea editorial de la SER, por ejemplo. Más que nada porque sería un suicidio. 

En los años 80 podría ser que los medios pudieran jugar a arrimarse más o menos a un gobierno. Hace 20 años, más o menos... aunque difícil. A día de hoy, la marca SER no podría ser viable si su línea editorial cambiara, porque entonces, adiós negocio. Estamos en un momento en el que la propia audiencia manda sobre el contenido, ya que no es que de manera velada retoquen la manera de informar o maquillen las noticias para acercarse  tal o cual partido... Es que los propios oyentes demandan que les cuenten las noticias con un determinado sesgo. La SER no puede ya jamás cambiar su línea editorial, ni la COPE, ni RAC1... ¿Os imagináis que desde RAC1 se empieza a decir insistentemente que eso de la independencia era un camelo convergente para volver a ganar las elecciones o algo así? No pueden. Bueno, poder, pueden... Pero si lo hacen de un día para otro, adiós audiencia. 

Estamos en un momento en que no tiene sentido vender independencia para dejar caer como que los medios pueden manejar a su audiencia... Una vez que un medio de comunicación se identifica claramente con una opción política y se enfrenta frontalmente a otras, deja de tener capacidad de amenazar a ningún gobierno con modular su mensaje. Ya no pueden, o su capacidad de modular el mensaje está muy limitada. 

Quizá antiguamente se podía... Pero cuando desde los medios (todos) se juega al posicionamiento ideológico y a hablar a un sector de la población y se deja de percibir como un medio ecuánime o que habla a todo tipo de oyente sea de la ideología que sea, desde ese mismo momento, sólo pueden influir para decidir en unas primarias dentro del partido al que apoyan. Pero poco más. 

Y todo este quilombo viene a partir de aquella oferta inesperada de Blas Herrero en noviembre del año pasado. ¿Y sabéis qué? Que para buscar cosas sobre este tema, sólo encontraba referencias en radios de derecha ultramontana. Y luego, buscando más, me di cuenta de que si algo tenían en común los más a la izquierda con los más a la derecha era la crítica a Cebrián. Así que aquí un momento de Federico en 2015 en este radiochip anticebráico: 

Es que poco podía encontrar del tema... De Amber Capital y todo eso sólo he encontrado referencias auditivas en radios extranjeras. Y fijaos ahora lo de moda que está el tema: que si las acciones están calificadas con notas muy bajas, que si quiere meter ahí las narices Vocento... 

Total, que todo lo resumo en: Sí, pueden vendernos que son súper independientes. Pero que a día de hoy, si un día les da por cambiar los fines de semana a Pino bueno por Pino malo, todo se va al garete. Así que claro que no han invertido 300 millones de euros para hacerle la pelota al gobierno. Pero vamos, que no les queda otra por muy farruco que se ponga.