los bienes de la franja

Ayer abrí el BOA Heraldo y me encontré con el titular que veis: «El Supremo confirma la nulidad de la venta de sus 95 obras de Sijena a Cataluña». 

Si no eres aragonés o catalán, seguramente no estés muy al tanto de la cosa, pero es de los culebrones legales más largos que conozco. ¿Santa Bárbara? Eso es una miniserie de 4 capítulos en comparación con el tema éste de «los bienes de la Franja». 

¡Es que este conflicto tiene su propia página en la Wikipedia! Ahí pone que la cosa empezó ya en 1995. Y resulta que, el otro día, buscando no me acuerdo qué, encontré una grabación en la que ya se hablaba de esto. Radiochip de los bienes:

Esto es del año 2002... Fijaos que había grabado algo de «La Ventana» de Toni Marín, y luego, en el mini-informativo en desconexión regional, el tema estrella: los bienes. Tan aburrido se me hacía el tema que, como veis, corté por lo sano la grabación. 

Al final es de las típicas cosas en las que no se atienden a razones: En Aragón, a tope con la devolución de los bienes (aunque no los fuera a visitar ni Cristo) y en Cataluña, a tope con quedarse los bienes en Lérida, aunque no supieran ni de qué objetos u obras se tratara, y aunque fuera un tema más que menor. 

Es que esto es un culebrón... Por ejemplo, cuando se conoció la noticia de que tenían que devolver los bienes (2017), en Radio Huesca entrevistaron al alcalde de Sijena. Otro radiochip de los bienes:

 

Un año antes, en 2016, si nos vamos a RAC1, podíamos escuchar en el programa de Clapés este «Informe Peyu» sobre las obras de Sijena. Tanto mal estaban dando desde Sijena para que devolvieran las obras, que lo que hicieron fue llamar a vecinos del pueblo para indicar que en realidad a ellos les daba igual todo, y que era una especie de capricho sin sentido y que básicamente era «para arrebatar algo a los catalanes». Otro radiochip de los bienes:

Así que, como podéis escuchar, este conflicto tiene más años que un bosque y que los puntos de vista, misteriosamente, están clarísimamente posicionados dependiendo de si se es aragonés o catalán, lo cual es un argumento definitivo. ¿Y yo qué opino? Pues como soy aragonés... Pues... Qué queréis que os diga. Que el Supremo tiene razón, claro. Qué voy a decir.