Hace un par de meses me llamaron de una radio. Hay gente a la que le hace gracia que haya un científico que hable de radio, y el objeto de la llamada era para que hablase de ciencia y de radio. O sea... De si la radio hacía mucho caso o no a la ciencia.
Suponía que esperaban que dijera lo típico: Que en la radio no se habla de ciencia, que no se le presta atención y demás. Igual les sorprendió un poco mi contestación... Pero es la que es.
Sí, efectivamente, cuando en la radio (generalista, claro) se quiere tocar el tema de la ciencia, terminan hablando de la precariedad laboral de los científicos. Correcto, es así. Hay mucho periodista bienintencionado que confunde hablar de ciencia con política aplicada a los contratos de los científicos. Mis más sinceros agradecimientos. Pero en realidad, hablar de contratos laborales no es hablar de ciencia.
Pero es que resulta que en la radio sí se habla de ciencia. Efectivamente, no es un tema principal, ya que todo se lo comen las noticias, la opinión política y el deporte. Luego, a la hora de meter otros contenidos, destacan los ratos de humor, llamadas y artistas (muchos de medio pelo) promocionando lo suyo. Pero después, entre el resto de tiempo, que no es mucho pero tampoco es tan poco, se pueden encontrar programas y secciones de ciencia.
Sí, ya sé que se puede posturear mucho con eso de decir que de ciencia se habla poco y que cuando se habla de ciencia se hace mal. ¡Pero es que no es así! Los temas de ciencia también pasan por la radio, y muchas de las secciones que se hacen son buenísimas.
E igual que hay científicos que hablamos de radio, hay científicos que hacen radio y gente de radio que habla de ciencia... Y resultan cosas muy buenas. No siempre estos espacios de ciencia están escondidos en horarios imposibles —aunque muchos sí—, y hoy voy a hablar del espacio de Alberto Aparici.
¿Por qué? Porque me apetece destacar varias cosas:
1.- Aparici era parte de «La Brújula» ya cuando estaba Alsina. Es uno de esos colaboradores que ha podido ser rescatado para un horario mejor.
2.- Los conocimientos científicos muchas veces son tan específicos que está genial que muchas veces sean científicos los que expliquen los temas.
3.- Aparici no hace una sección de ciencia de meter el rollo e irse a su casa. La sección cuenta con un esquema y una puesta en escena completamente radiofónica. Esto lo cambia todo. Además de un Aparici hay gente de radio (pongamos por ejemplo a un Zúmer de la vida) que hacen que esa sección termine siendo algo que, aunque no estés a tope con la ciencia, sea un rato de radio que consumas bien a gusto.
El primer radiochip de hoy va precisamente de la estrella que llevó a los Reyes Magos a Belén. Radiochip estrellado:
Para que entendáis qué quiero decir con eso de la puesta en escena... ¿Existe o no existe Plutón como planeta? Pues te montan una manifestación en la radio. Otro radiochip estrellado:
Y si eres friki de la ciencia (sobre todo si es de física) y te gusta consumir esos contenidos en Youtube, fijo que habrás visitado el canal de QuantumFracture. Pues estuvo Aparici con Crespo hablando de la forma del Universo en este otro radiochip estrellado:
Porque sí, se puede hablar de las estrellas en horario estelar.
La astronomía, esa pseudociencia nacida por culpa de la religión (el cristianismo, el Islam), que desterró la ciencia verdadera, la astrología. Luego la recuperó gente como Galileo (en concreto, la aplicaba a la medicina, lógicamente) y Tycho Brahe, hasta que de nuevo los movimientos oscurantistas la condenaron al ostracismo.
ResponderEliminarSí, lo he leído en la Wikipedia. Pero es muy curioso que los grandes revolucionarios de la física (Galileo, Newton, Einstein) practicaran la astrología, la alquimia o la cábala, mientras que los que presumen de método científico se dedican a hacer cuentas y no revolucionan ni su comunidad de vecinos.