Siempre me ha parecido curioso esto de nuestra memoria... Lo he comentado mil veces, pero sigo a día de hoy conociendo gente que me dice que Ana Rosa es la de Antena 3, que Federico es el de la COPE, etc. De hecho, en el blog he puesto algunos ejemplos de gente que va a una entrevista y no sabe en qué cadena está, o de gente de una cadena que llama a un programa con su antigua denominación. ¿Y la de veces que hemos puesto ejemplos del #noseconfundan? O cuando un presentador dice que está en su antigua cadena.
Así que yo creo que se me van a acabar ya los ejemplos distintos de jugar con nuestra memoria rápida; con nuestro impulso para llamar a las cosas o a la gente. Si hace un año hablaba de cuando David del Cura daba paso a «El Larguero», si este año hablaba de que lo mismo le pasó a Expósito...
Vamos al otro día, que digamos que se equivocó Lama y llamó Colmenarejo a Expósito. Sí, tenía que pasar también, y la prueba está en este radiochip expolmenarejo, que me indicaron muchas personas:
Como digo, hay mucho ejemplo hoy... El otro día un lector, Juan J. Domínguez, tuvo el oído fino y escuchó en el programa de Herrera ese pequeño momento en que se referían al programa con un «Herrera en la Onda». ¡A estas alturas! Otro radiochip expolmenarejo:
Habréis tenido que afinar el oído, ¿eh?
Creo que no se me ocurren, de momento, ningún caso posible más de confusión... Como veis, nuestra memoria juega malas pasadas, y tambien nuestra memoria RAM, nuestro preconsciente, nuestra memoria caché, y todo lo que se os pueda venir a la cabeza.
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