miércoles, 4 de septiembre de 2019

teatro invisible


Es 4 de septiembre de 2019 y toca hablar de una efemérides de hace 70 años.

Como ya sabéis, antiguamente, en esos años sin televisión, el cine también pasaba por la radio. Bueno, el teatro. Toda gran radio de toda gran ciudad tenía su cuadro de actores (o actorazos) en donde hacían un montón de obras para el deleite del personal. 

En concreto, en la RNE de Barcelona existía el espacio dominical «Teatro Invisible». Duró desde 1949 hasta casi terminar los años 60.

El director fue Juan Manuel Soriano, de origen tinerfeño pero vida barcelonesa. Hizo de actor, director... y de profesor. Por ejemplo, de un tal Constantino Romero, que igual nos suena de algo, quizá vagamente.

Hasta la muerte de Soriano, en 1995, dobló a muchísima gente y le dio tiempo  a hacer muchísimas cosas, pero su Ondas data de 1957, al mejor actor. En aquellos años, el Ondas a mejor actor era casi (¿o más?) que ganar un Goya. Porque aunque existía televisión... no tenía un aparato en casa ni Cristo. 

Y sí, el radiochip de hoy es de 1949, porque lo de hoy es la presentación y el comienzo de la primera de las obras del «Teatro Invisible» de RNE en Barcelona.

Se trata de la obra «En Flandes se ha puesto el Sol», de Eduardo Marquina, y eso fue el 4 de septiembre de 1949. Hace 70 añazos. Radiochip flandes: 


Marquina, el autor de la obra, era barcelonés, pero terminó sus días en Nueva York en 1946, tres años antes de que esto viera la luz... en el teatro invisible. Bueno, era barcelonés, pero esta obra es más bien de nacionalismo español.

La cuestión es que se emitía desde la Gran Vía de las Cortes Catalanas, en Barcelona, y era la competencia de Radio Barcelona y Radio España de Barcelona. Ya veis, más competencia en la radio que ahora en la tele, casi. En cuanto a ficción me refiero, claro. Una era Netflix, la otra HBO y la otra Amazon Prime.  En los años 90 no era raro que compitiesen tres series de televisión españolas el mismo día, pero mira, en Barcelona en los años 50 y 60, lo de la ficción en radio iba a todo trapo. Luego llegó la televisión y el género... pasó a un segundo plano. O tercero. Eso sí, la cantera de gente que doblaba... madre mía del amor hermoso. Qué espectáculo de dicción. 

3 comentarios:

  1. Hombre... durante el franquismo, la Gran Via no se llamaba "de les Corts Catalanes", obviamente. La rebautizaron como Avenida de José Antonio Primo de Rivera. Popularmente se seguía conociendo como la Gran Via, pero "de les Corts Catalanes" nada. Eso se recuperó con el nomenclator de la democracia.

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    1. Bueno, quería poner el nombre sin que tuviera que hacerse la conversión XD

      Que ojo, fue mi calle también en Barcelona:) El blog empezó "desde esa calle", de hecho :D

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    2. Dice la wiki:
      "En el Plan Cerdá se llamó a esta vía Letra N, Número 11, pero en 1900 este nombre fue sustituido por Cortes, que permaneció hasta el 1931, año en que pasa a denominarse Avenida de las Cortes Catalanas, aunque durante la dictadura franquista fue oficialmente denominada Avenida de José Antonio Primo de Rivera."

      Calles con tres o cuatro nombres, durante el siglo XX, hay unas cuantas en las ciudades españolas.

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