¡el aterrizaje!

Ayer estuvimos toda la tarde con el tema del avión. ¿Aterrizaría bien? ¿Aterrizaría mal? ¿Nos lo narrarían? Somo así. Estábamos todos pendientes de si todo tenía un final feliz y todo eso. Mogollón de gente estaba viendo las imágenes del avión dando más vueltas que un pirulo, mogollón de madrileños grabando vídeos del avión volando bajo... El espectáculo de ayer, vaya. 

Yo estaba estudiando; así que como tenía la radio puesta y avisaron de que aterrizarían a las 19 h y pocos minutos, estuve pendiente de la retransmisión. Estaba seguro de que harían una retransmisión... Para el blog me iba genial, porque todos habían dicho que casi al 100 % iba a salir todo bien, y eso de retransmitir por la radio cómo un avión aterriza sin más me hacía gracia. 

Pero claro... Fue un poco... a ver... 

Empecemos por RNE, Radio 1. Conservemos este nombre. No hubo ni retransmisión ni leches. Dieron el boletín y luego dieron paso a la grabación de «El Ojo Crítico». La nada. La tensión informativa a esa hora era dar paso al programa a la hora convenida. Supongo que en RNE esperan  que la actualidad suceda en sus horas de directo. 

Sigamos por la COPE. Porque la COPE a esa hora ya está en programa informativo, teóricamente con Expósito. Pero en realidad estaban dando la ristra de boletín gigante o de informativo reducido, según se mire, y simplemente tenían al aparato a un señor experto para que comentara, pero el avión había aterrizado y el hombre tampoco es que se hubiera coscado de nada nuevo. Aquí va el primer radiochip del aterrizaje: 

El tope del funcionariado es Radio 1, pero es que la COPE parecía el colmo de la robotización y de la previsión: Tenemos al teléfono al experto que, aunque no se haya enterado de nada más que lo que ellos mismos habían contado por la radio, que nos comente la noticia. Suecopismo, señora, suecopismo. Y todo narrado como quien narra el parto de una ameba. Aséptico y sin transmitir ninguna emoción.

¿Y en la entrada de Expósito había alguna referencia a lo del avión? Pues no, claro. Iba grabadísimo su comentario, con lo que Expósito no podía hacer referencia a nada de esto hasta que pisó su propio programa horas después. 

Pasamos a la SER. De hecho, yo estaba escuchando lo de Francino, porque como sabía que como lo local empezaba mucho rato más tarde, estaba seguro de que me iban a contar el final feliz en directo. Pero... Oye, un montón de publicidad; Francino diciendo que era una retransmisión que no podía ser interrumpida porque vaya emoción... Y entre la publicidad y demás... De repente resulta que ya había aterrizado. ¡Pues vaya! Al menos intentó darle algo de emoción. Otro radiochip del aterrizaje: 

Vamos a Onda Cero. Lucas hace el boletín largo de las 19 h, así que se tomó la libertad de alargar un poco la cosa y de avisar a los de las desconexiones regionales de que iba a robarles unos minutos de programa para contarnos cómo iba a ser el aterrizaje. La cosa fue tan normal que no se terminaban de aclarar y de repente... ¡Ya había arterrizado! Se enteraron bastantes minutos después. O sea, que nada de nada. Otro radiochip del aterrizaje:



Nada, que nos quedamos sin la esperada retransmisión radiofónica de la cosa... Claro, no es cuestión de buscar en la retransmisión de Catalunya Ràdio... Que estaban a sus cosas como si lo del avión de Madrid ni existiera. No le vamos a pedir peras al olmo.

Pero... ¡Ojo! Es que hay una radio privada que es líder y que en momentos como estos es siempre, siempre, un valor seguro. Vamos a RAC1. La retransmisión fue la de RAC1. Tuvo que ser la radio privada catalana de Godó la que hicera la verdadera retransmisión real desde Barajas. La retransmisión más molona del aterrizaje del avión (y además la única) fue la que hicieron desde RAC1. Mis dieses para esta radio, que dio para Cataluña lo que toda España esperaba escuchar: El verdadero radiochip del aterrizaje:



¡Sí, señor! Todos querían explicarnos el espectáculo, todos estábamos pendientes de que nos contasen el final feliz de la historia, y fueron los oyentes de RAC1 los que tuvieron la verdadera tensión de la radio en vena. Y sin morbo ninungo: Ya avisaban que iba a ser un aterrizaje con toda la normalidad. Y ni publicidad, ni leches. Jordi Armenteras narrando cómo el avión estaba pasando por encima de su cabeza, sonando el ruido del avión y que aterrizaba en la pista sin problemas: Que si se aproximaba, que si las luces roja y verde, que si el sonido del avión, que si ve el tren de aterrizaje, que si tocaba pista... Hasta una cuenta atrás. Pues RAC1 fue la que dio la retransmisión del aterrizaje de verdad.

Jordi Armenteras lo dio en directo y el resto de emisoras se enteraron «ya si eso». Toda España pendiente del avión y al final la retransmisión guay es desde Madrid pero sólo para Cataluña y fundamentalmente con audiencia independentista. Y esto es poesía pura, señora: poesía pura.