muerte y destrucción

Sí, es cierto, este EGM ha dado un consumo de radio menor. Según la última oleada, la radio ha perdido 739.000 oyentes. Una mala noticia, sin duda. Se pasa por tanto de 24,56 millones de oyentes a 23,82 millones. Comparando con la misma oleada del último año, 1,05 millones, es decir, una pérdida de audiencia del 4%. 

Ayer leí de todo... Que si hay que repensar los contenidos de la radio, que si la culpa es de que no se sabe adaptar la radio a los nuevos tiempos, que si Netflix, que si los podcast... ¡Será eso o será otra cosa! Que si la gente huye, que hay que dar con la tecla misteriosa que hace que la gente huya despavorida de la radio, que en estos 3 meses el milenarismo va a llegar, que si el Armaguedón radiofónico se puede tocar con las yemas de los dedos, que si Lucifer mira con los ojos inyectados en sangre a los jefes de la radio y los programadores... De todo. 

¡Ojo! Puede que la radio esté de bajada. Lo que pasa es que, si hacemos una gráfica del porcentaje de gente mayor de 13 años que escucha la radio en España desde el año 1985 nos encontramos con esta gráfica que publiqué en una entrada de 2014.

¡Vaya! ¿Que ocurriría en 1990 para que el consumo de radio fuera del 50,5%? ¿Nos parecería inquietante esa pendiente descendiente que dice que desde 1985 hasta 1990 el ritmo de descenso del consumo de radio iba bajando casi invariablemente? 

Ahora, tras esta bajada alarmante diabólica, la radio está rozando el 60% de penetración. ¡Vaya! ¡Un 12% más que en 1990! Dicho de otra manera: Dentro de la población española de 1990 (que era más joven) la penetración de la radio era del 50%. Ahora roza el 60%. Todo en su sitio. 

Como veis en la gráfica, ha habido épocas en que el consumo ha subido, otras en que ha bajado... ¿Por qué la gente «daría la espalda a la radio» llegando a 1990? ¿Y de camino a 2002? ¿Y a 2008? Quién sabe... 

Sí, es cierto... Una bajada de más de 739.000 oyentes... Es mucho. Sí. ¡Lo nunca visto! Bueno... Ahora que miro... Nunca, nunca, nunca... Pues tampoco. Voy al caso más reciente: Año 2010, en diciembre. En el EGM de julio había salido que la audiencia de la radio había subido. Pero al llegar diciembre... ¡Pumba! La radio perdió 754.000 oyentes. ¿Y qué había pasado? ¿Sería el podcast? ¿Netflix? No puede ser, que no existía eso casi... ¿Los nuevos formatos? Quién sabe... Lo mismo pasó en diciembre de 2004. 709.000 personas abandonaron la radio sin saber nadie por qué. 

Primer EGM de 2011. La radio, de manera mágica, sin cambiar la programación ni nada, misteriosamente, en un par de meses después de conocer esa caída de audiencia brutal comentada antes... ¡Subió 1.228.000 oyentes! [¡Venga ese confeti!] La gente bailaba en las redacciones, corría el champán, y estaban todos felicísimos porque, tras reflexionar sesudamente qué tenían que hacer para remontar, en un tiempo récord supieron hacer frente a las adversidades. ¿Y en cuanto empezó 2005? No os lo vais a creer... ¡Subieron 1.005.000 oyentes! [¡Ríos de confeti!]  Los jefes saliendo a hombros de las puertas de las radios. 

Obviamente, en aquel momento, con aquellas bajadas, no recuerdo ningún pesimismo con respecto a la radio, no recuerdo que nadie hablara de podcast, de Netflix, de las pelis de internet, ni del porno gratis... Bueno... Sí me acuerdo... A principios de los años 2000, la culpa de todo la tenía Gran Hermano, «que vuelve a la gente tonta». Qué tiempos... Qué fácil se simplificaba todo. 

Todo menos pensar que es un dato anómalo del EGM, que como todos sabemos es una encuesta y como cualquier medida da resultados anómalos de vez en cuando, y que se corrige con la siguiente medida, que sin duda será mayor. ¿Y lo que nos divertiremos cuando llegue diciembre y todos vendan que son geniales? ¿Hablaremos de podcast, Netflix.... O de que «Supervivientes» nos comió el coco? ¿Cómo hicieron para «ponerse las pilas» los de la radio para ganar de nuevo un millón de oyentes? 

Pues de ninguna manera. Siguieron currando tan tranquilamente. Supongo que los jefes se pondrían nerviosos no tanto por el bajón de la radio en general, ni elevarían el puño mirando al cielo para ver cómo podrían hacer el bien a la radio española, sino que simplemente se pondrían nerviosos por las pérdidas de sus propias radios e intentarían perder menos oyentes que el resto... y hacerlo lo mejor que pudieran, sin darle mucha vuelta al tema. Posturearían con no creerse el EGM, las típicas quejas... y ya está. 

Y sobre todo quiero que os quedéis con un dato: El primer EGM de 2012 (hace nada, como quien dice) supuso un incremento con respecto al último de 2011 de... tachán.... ¡1.319.000 oyentes! ¡Toma ya! ¡Casi el doble de lo que se ha perdido en este último EGM! ¡De una tacada! ¡Y nadie habló del boom de la radio! 

Así pues, ponerse tan pesimista, sacar conclusiones en plan «el milenarismo va a llegar», me parece fuera de perspectiva. En 1990 la audiencia de la radio era un 15% menor a la actual, y ya digo... Ni pocast, ni podcost. Ni Netflix, ni Netflax. Perdón... he dicho Netflix cuando debería haber escrito «esa plataforma de la que usted me habla». 

El radiochip de hoy es de 2014. Netflix iba a llegar a España y Martín Expósito, en «La Rosa de los Vientos», explicaba ese rumor. Radiochip de la plataforma: 

¿Qué se dirá en diciembre si se crece aproximadamente lo que ha caído la radio en esta oleada o incluso sube más? ¿Por qué tanto teorizar sobre que el EGM mide tendencias y sólo nos fijamos en un dato que nos llama la atención sin mirar más allá? Ya sabéis... cuando en el EGM algo baja sin sentido, luego sube con la misma falta de sentido. Lo que aquí llamamos «la goma». 

Pero qué bonito es ser agorero, y cuánto vende matar a la radio. Pero así es la radio: Sobreviviendo desde 1923.