La otra cosa especialmente comentable de lo que ha pasado en el último mes, mientras el blog estaba canceladísimo, es que ha habido movidón en PRISA porque, como todo el mundo piensa que con buen criterio, lo de tener un canal de televisión acabaría en ruina.
Como conté hace años en una serie del blog,
la SER tiene muchos accionistas y muy diversos. La cosa es que durante mucho tiempo se ha venido hablando de que si se vendiera el medio, cambiaría de orientación política y todo eso. Eso es imposible.
Obviamente, si a PRISA se le trataba desde fuera como «el PRISOE» es porque el apoyo político estaba claro desde los tiempos de Polanco.
Lejos de criticar esto, a mí me parece muy bien que los medios tengan la línea editorial que quieran. Tiene que haber medios afines a las ideas de Podemos, del PSOE, del PP, de Vox, de Junts, de ERC... y hasta del PACMA, si me apuras. Y sí, el problema que veo es que una cosa es defender una línea editorial y otra distinta estar al servicio de un partido. Hay veces que esa línea es muy difusa, sobre todo si eres el medio de referencia de tal determinado partido.
De hecho, estos días se ha hecho mucho chiste con eso de que Mazón no dimite y se convierte en el primer barón del PP que no obedece al ABC. Pero una cosa es que los medios sean afines, y otra es que estén al servicio del partido.
¿Qué ocurrió? Que cuando parecía que PRISA quizá con nuevos accionistas podría virar hacia la derecha empezando con El País... pues que no, que obviamente, la gran bolsa de lectores del periódico no estaban de acuerdo. Eso son pérdidas. Así que esté quien esté al frente del grupo... tendrá que tragarse esa línea editorial. Vamos, que si mañana el ABC se hace republicano, habrá un pequeño porcentaje de lectores que se convertirán al froislanismo ilustrado, pero el grueso de los lectores dejarían de leer el periódico. No tengo tan claro que los lectores sean manipulables de una manera tan rápida. No digo que los lectores no seamos manipulables: digo que no es fácil cambiarnos de la noche a la mañana.
Así que, según se ve, había dos facciones: los que estaban a favor de que la empresa fueran rentables y los que, estén en PRISA o estén fuera, para quien trabajan es para el partido. Que si no están en PRISA estarán en TVE, Telefónica o donde sea. Y eso ha ocurrido.
Esto de que en tiempos antiguos ocurriera un viraje que no llegó a puerto y eso de que no le quedase más remedio al grupo que defender cosas en las que seguramente no creen, lo comentó Federico en 2022.
Vamos, que si lo principal es la empresa en la que curras, lo lógico es no meterse en embolados. Si se defiende al partido (y además, se tiene una idea de los medios y su influencia como si esto fuera 2002), tú lo que quieres es montar la televisión que sea por encima de los intereses de la empresa.
Y aquí es donde quiero llegar: si llegan a tener un canal... ¿Qué hubiera pasado? Porque esto era lo que yo temía como un nublado. Podría ser simplemente un lastre económico que fuera sufragado por el gobierno (aunque fuera del PP, porque quién va a dejar caer a PRISA y todo lo que significa). O sea, sufragado con nuestro dinero, claro. Pero podría ser incluso peor: podrían haberse puesto a hacer un canal y volver a vaciar la SER de gente igual que pasó con el inicio de Cuatro. ¿Os acordáis? Pusieron en marcha la televisión y allá se fueron Iñaki (que creo que estuvo acompañado de la Intxaurrondo), Miguel Ángel Oliver, Pablo Motos, Paco González, Iker Jiménez, gente de Los 40... Todos derechitos a la televisión en mayor o en menor medida y dejando la radio un poquito de lado.
Es que si la SER por aquel entonces no sólo lo petaba como nadie lo hizo nunca, sino que además no tenía tantos medios en internet que le pudieran hacer la competencia. No existían todos los canales de entretenimiento que existen hoy. Y ahora, imaginad que para el canal de televisión iban y le decían por ejemplo a Sastre, Aimar, Mara Torres y yo qué sé quién más, que nada, que ahora a la televisión. No se puede vaciar la radio a costa de un experimento. Y ese era mi miedo. Así que... decisión correcta. Y que los que curran para los partidos... que trabajen dentro de los partidos. De los que sean.