Montserrat Fortuny

Estaba el otro día hablando de Juan Soto Viñolo, que fue el guionista de la conocidísimo consultorio de Elena Francis. Pero a ver si nos vamos a pensar que un éxito tan grande no iba a tener «competidores»...

En realidad, Elena Francis era la competidora inicialmente de, por ejemplo, Montserrat Fortuny, en eso que se llamó «Radio Fémina». Ser el consultorio más conocido no te hace ser el consultorio original... 

Como comenté en la otra entrada, eso de Elena Francis no era otra cosa que un espacio patrocinado para que las señoras consumieran los productos de belleza de la marca correspondiente. Punto. Y el guionista tenía que amoldarse a los tiempos y a lo que el cliente quería para su marca. Si quería una señora rica, tradicional, católica y apostólica... Pues tira que te van consejos de ese tipo. 

De hecho, cuando el consultorio de Elena Francis terminó, vino a decir en su última alocución que las mujeres actuales —de aquel momento— preferían decidir por sí mismas que escribir cartas para que les aconsejaran... Es que 1984 es ese año en el que convivía Elena Francis con la Movida Madrileña en una suerte de mezcla imposible. 

También fue en ese año cuando terminó el consultorio de Montserrat Fortuny. Gracias al documento impagable que me pasó Toni Mascaró —reverencia, reverencia— podemos escuchar la última consulta y la despedida que estuvo locutada por una de sus voces: Mercedes Laspra. Otras mujeres que pusieron voz a Montserrat Fortuny fueron Irene Mir, Ernestina Guillén o Carmen Brito. La última fue Mª Carmen Nubiola. 

Ojito al radiochip fémino. Ojito al problema que plantean, que data de 1981. Escuchad el planteamiento, la respuesta... Y la publicidad final, de laboratorios Eupartol, que es lo que puse ayer que recordó Basté en su entrada del otro día, y que fue el radiochip de ayer. 

Este consultorio terminó igual que el de Elena Francis, en 1984.