Junto varias cosas: En primer lugar, el tema de Carmen Mola, que son tres tíos con sus tres penes. Como contaba ayer, Elena Francis era un espacio de mujeres para mujeres, pero quien estaba al otro lado, es decir, la persona que escribía lo que se leía en antena, era obra de Juan Soto Viñolo. Os conté en alguna ocasión cómo, si pasáis por la plaza Urquinaona de Barcelona, justo al lado, en el edificio de la peluquería, si miráis arriba, está el cartel gigante de los productos Francis. El famoso Instuto Francis de Belleza, que era el que patrocinaba el espacio.
Como en los medios se está jugando a la ficticia guerra de sexos, este tema está en todo lo alto. Cuando le conté esto a unos amigos (a todo esto de que las respuestas estaban escritas por un tío), me vinieron a decir que, sabiendo de qué iba todo, no les extrañaba. Que algo tan rancio sólo lo podía escribir un tío.
Lo que yo no sabía... Bueno... Hay dos cosas que yo no supe hasta este sábado pasado. La primera es que se respondían a todas las cartas que mandaban, incluso con sus pseudónimos (porque recordemos que mucha gente no se atrevía a escribir con su nombre puesto). La otra, de la que me informó una lectora del blog, Teresa Astol, es que en los últimos años del consultorio, la que escribía los textos sí que era una mujer.
Pues vaya, se cae la teoría de la ranciedad. Lo que ocurre en realidad es que aquel momento era el que era. Y la que contestaba, como me contaba Teresa, era una señora llamada Pietat Estany. Esta señora escribió un libro, que en catalán es «Estimades Amigues», en el que hablaba de todos los asuntos relacionados con las cartas que mandaban.
El radiochip de hoy es de la entrevista que le hicieron en Catalunya Ràdio en 2009, en el programa «L'Hora de Plutó». Radiochip de las queridas amigas:
Flipando con lo que contaba de las chicas gallegas que se quedaban embarazadas y las echaban de casa... ¿Por qué gallegas? Pues a saber. La que sabía era ella, que es la que recibió más cartas. Es curioso lo que contaba de los casos de los hombres, que también los había que le escribían: el tema estrella, como decía ella, era la homosexualidad y los complejos de culpa. Decía que se sentía impotente. También contaba que había chavales que escribían con problemas de su casa y todo eso.
La verdad es que, escuchando la entrevista y su pensamiento actual, uno no sabe muy bien si ella escribía lo que tenía que escribir para conservar su trabajo, si era lo que creía realmente que tenía que escribir y que ella ha ido cambiando con el pasar del tiempo... O no sé. Porque claro, hablaba desde un punto de vista como si fuera completamente ajena a su propio curro de entonces: no como poniendo el dedo en cómo ha cambiado la sociedad incluso ella con la misma sociedad, sino como si siempre hubiera pensado lo mismo, que hubiera sido una avanzada a ese tiempo pero que, mágicamente, hubiera escrito ese tipo de cosas con no sé qué inspiración. ¿Cuando respondía a las personas sin que nadie tuviera que leer qué respondía también lo hacía bajo la misma moralidad de entonces, tal y como en la radio, o a nivel personal ya era tan abierta como hace unos años?
Al final hablan de cuando acabó el programa: que se veía venir, que llegaban menos cartas... Que aquello no tenía sentido, y que el programa estaba bien en época de represión, pero que cuando las cosas cambiaron (hablamos de 1984) que ya no tenía sentido. Sin embargo, ya digo, no hubo una Elena Francis que fuera moderna y abierta. Elena Francis, ese personaje, terminó exactamente con el mismo pensamiento. Que quede constancia.
La OMS incluyó la homosexualidad entre las enfermedades mentales en 1977 (la quitó en 1990). En 1977. Que ya había muerto Franco. Ahora que me vengan con historias de ciencia y de pensamiento retrógrado. Las modas son así, ahora toca decir que la transexualidad es guay, mañana tocará lo contrario. Ahora vamos a morir todos por el calentamiento global, pasado mañana dirán que nos vamos a helar. Si los científicos dicen lo que toca según piensen los que reparten subvenciones, ¿qué va a decir un/a guionista de un consultorio femenino patrocinado?
ResponderEliminarSobre Carmen Mola. El periodismo es contar que Carmen Mola son tres hombres a gente que no había oído hablar de Carmen Mola. Y Twitter es gente que no sabía quién era Carmen Mola escandalizándose de que sean tres hombres.
Justo estoy escuchando yo un Hablar por Hablar de Mara Torres de hace unos 20 años y recordaba la llamada de una chica a la que dejó su novio, con quien salía desde hace 2 años, porque era gay… qué habrá sido de ellos?
EliminarNo tiene nada que ver con el tema pero que poquito me está gustando esta SER en el comienzo de esta temporada.
ResponderEliminarNo le encuentro mucho sentido, un ejemplo es el faro de Mara Torres,para mí es una castaña castaña,pero claro a Torres no se le tose.
De Barceló,De vega y cía ya ni comento.
Totalmente. Y no te digo nada de los descafeinadísimos, y casi te diría que irrelevantes, deportes. Para vender a bombo y platillo que Marta Delvado es la nueva subdirectora de La Ventana…
Eliminar