la lista de los reyes godos

Lo de hoy es muy evocador, persistente, mítico...

Han pasado los años y siempre se sigue haciendo la gracia de que si los métodos de enseñanza están anticuados, que si siempre es memorizar... Hemos escuchado eso mil trillones de veces, aunque sea falso desde hace años y años. [Por cierto, para la chavalería es mucho más sencillo estudiar y escupir algo aprendido de memoria que relacionar, explicar o redactar. Así que menos postureos con el tema.]

Y siempre, como icono de todo esto, aparece la famosa lista de los reyes godos. Y no, yo jamás me la tuve que aprender. De reyes de Aragón y reyes de España, los que queráis, pero de reyes godos... Sólo me tuve que aprender que si Alarico (el primero), Leovigildo, Recaredo, y por supuesto Don Rodrigo. ¿Por qué se le pone el «don» delante?

Total, que los reyes godos, con esta mala fama, con esta época de transición cuando no todo se escribía ni describía... Pues es una parte de la historia en la que uno pasa más bien de largo. Lo típico es que si preguntas a cualquier persona qué época de la historia le gustaba estudiar, ni Cristo te dice que los siglos VI o VII. 

¿Y qué pasa con todo esto? ¿Qué tiene que ver con la radio? Pues el radiochip de hoy es evocador, persistente y además, por supuesto, mítico. 

Si alguien ha contribuido a popularizar esta época de los godos fue Juan Antonio Cebrián. Me flipa cada vez que pienso en que murió con 41 años. Es que casi no me lo puedo creer. Éramos muchos los oyentes habituales de «La Rosa de los Vientos». Éramos muchos los oyentes de la tertulia de las cuatro ces. Y otro oyente era Nacho Ares, el del «SER Hisoria». Y hace mucho tiempo que algunos más reconocidos de los que le acompañaban (Canales, Callejo...) ya no están allí. Así que cuando un lector de Campo de Criptana me pasó este radiochip del programa de la SER sobre los godos en el que empezaban con la voz de Cebrián y con la participación de Canales y Callejo... No podía ser que no pasase por el blog. Radiochip godo: 

Así que animo a toda la chavalería que no haya escuchado jamás los pasajes de la historia de Juan Antonio Cebrián a que se los bajen de internet, porque además de pasar un buen rato, además de entretenerse, se aprende un montón y además terminas buscando más cosas sobre lo que cuentan... Y terminas esuchando este tipo de programas. Si tienen tanto predicamento será por algo. Si 13 años después de su muerte se siguen comenzando programas de la competencia con su voz... Pues poco más tengo que decir. ¿Por qué? Porque es evocador, persistente y mítico.