sábado, 16 de marzo de 2019

el género de la entrevista sin entrevistador

Volviendo a lo de las entrevistas y autoentrevistas... Estaba buscando autoentrevistas y... he encontrado algo mucho mejor. Lo tenía escuchado de hace mil años, pero creo que viene a cuento. Tenemos que echar la vista atrás 30 años. Sí, 30. A 1989 que nos vamos. El programa: «La Bisagra» de Javier Sardá... y por supuesto, el Sr. Casamajor. En RNE aún. 

El entrevistado se tuvo que hacer la entrevista a sí mismo. Porque Sardá se aprovechó de que el entrevistado era... especial. Era un entrevistado que podía jugar a hacer lo que hizo. La gracia era que el entrevistado estaba solo en el estudio y le habían dejado las preguntas encima de la mesa para que él mismo se preguntase y él mismo se respondiese. 

«Antonio Resines entrevista a Antonio Resines».

Y la entrevista se desarrolló tal que así... En este radiochip de la entrevista sin entrevistador: 



Hasta el minuto 10 y pico no sale Sardá. Podréis escucharlo tal y como era en tiempos también el Sr. Casamajor. Hay entrevistados que son... especiales. Me encanta cuando los entrevistados tienen cierto sentido del espectáculo y se entregan. Como Resines o como era Constantino Romero

El género de la autoentrevista se ha usado también en promociones de programas. De hecho, hace nada. Cuando Alsina se hizo cargo de todo el tramo de la mañana se autoentrevistaba... más o menos jugando a que Alsina pillaba a Alsina en sus propias contradicciones. Claro, todo muy Alsina en este otro radiochip sin entrevistador: 



¡Ramos! ¡No estás solo! Tenía algún ejemplo más de RAC1, por ejemplo... Pero creo que con esto se sentirá acompañado y creerá formar parte de un género clásico. 

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