los oyentes de las tardes

Y para terminar esto de los oyentes tipo de cada uno de los programas... No creo que pueda hacer más... Pero vamos a los programas de las tardes. ¿Cómo serían los oyentes tipo de cada uno de los programas de las generalistas nacionales? 

A sus 50 tacos, todas las tardes escucha la SER este señor al que llamaremos Carlos María Francés. Le encanta ese rollo de Francino de que suelte taquitos cada poco, cuando vuelve por las tardes a casa. 

Como en la mayoría de los casos que vimos el otro día, tiene el bachiller o la FP (pongamos una FP) y sueldo no llega a los 2.000 euros. No está mal, porque no vive en Madrid en el centro, sino en Fuenlabrada. [Bueno, no sé si Fuenlabrada es de ricos o de pobres, pero eso los capitalinos me lo podéis aclarar.] Políticamente se define como socialista, aunque el respeta todas las ideas mientras no discutan el liderazgo de Pedro. 

Saludad a Julio Ortego, que tiene la misma edad que Carlos Mª Francés. Por la tarde es de Julia total. Son de la misma quinta: sus 50 años tiene. Eso sí... auqnue tiene el mismo nivel de estudios que el anterior, tiene muchos más posibles que el otro, porque casi se levanta los 3.000 pavos al mes el tío. 

Vive en Langreo el tío, y vive bien. Digamos que políticamente se parece bastante a Carlos Mª, que es mucho más de Pedro que de cualquier otro. Aunque cuando escucha a Elisa Beni ya empieza a virar a podemita. Luego escucha a Juan Manuel de Prada y tiene crisis de ansiedad y crisis existenciales a partes iguales. Pero luego, al rato, se le pasa y vuelve al punto de partida.  

Aquí tenemos a Fernán de Gago, un chaval normal... ¿Qué tipo de gente? Pues gente, gente. ¡Qué os voy a contar! 

Resulta que es el más joven del grupo. Tiene los 40 recién cumplidos. No llega a los 2.000 euros de ingresos, y vive bastante bien en Alcorcón. Y, por supuesto, al contrario que los demás, él no puede ni ver los dibujos de los Picapiedra. Ni Pedro, ni Pablo. Si vuelven a ganar le da un auténtico parraque. Mientras, él disfruta de la programación de la COPE. Nadie entiende exactamente cuáles son los temas que más le gustan, pero bueno... es la COPE, y tira para alante. 

A punto de jubilarse está Julián Valbuena. Mismo nivel educativo y mismos ingresos que los anteriores. Hasta aquí bien. Vive en Basauri, y nadie en su familia sabe por qué escucha por las tardes RNE. 

Algún tipo de trauma tendría, o no lo sé muy bien, pero le encanta escuchar los diálogos guionizados de los presentadores. También los interesantes temas que tratan. No sabemos muy bien a quién vota este señor, pero quizá vote una cosa loca, o quizá vote nulo. Igual no sale de casa ni para votar. Igual no tiene ni móvil. No sé qué tipo de problema tiene. En pleno incio del confinamiento le reconfortó este rato de radio de palabras de rayo de luz de la Fundéu. Radiochip de la esperanza: 

Qué profundo y bonito... Qué intenso... Qué interesante... Todo. ¿Qué palabra se le ocurriría para todo estos tiempos? Para el presentador: azul, que no venía en el guión. O común. Impresionante. Al menos no dicen tantos tacos como Francino, y eso quizá es lo que les hace tan distantes.