lunes, 3 de julio de 2017

estilo indefinido

Con la tontería de que hace 25 años (y un día) que murió Camarón, voy a traer el radiochip de hoy. Va a sonar Camarón. Pero no voy a hablar de él, porque os va a salir ya Camarón de la Isla hasta por las orejas. 

Vamos a hablar de la variedad musical. Vamos a hablar de las decisiones sobre la música. Vamos a hablar de si en la radio convencional se pone música. Vamos a hablar sobre la capacidad de decisión de los locutores. Vamos a hablar sobre la interactividad de la radio. 

- ¿Qué es la variedad musical? Poner un poco de todo. Actualmente todas las emisoras que nos venden variedad en los eslóganes mienten como auténticos bellacos. Por mucho que Cadena 100 diga que pone la mejor variedad musical, jamás te van a poner una de Lola Flores o una de M83, y menos una de Beethoven. ¿Variedad? Variedad... dentro de un límite, que suele ser bastante estrecho además. Obviamente, ya entendemos por "variedad" a "un poco de variedad". Pero el margen real de las radios es mucho más estrecho que el de cualquiera en su mp3. 

- ¿Quién decide la música? Pues una consultora, el programador musical... todos menos el locutor. Ahora sí que se está empezando a decir que los locutores no sólo tienen que ser bustos parlantes sino "prescriptores" -cómo odio la palabreja-. Pero esto es más antiguo que comer con las manos. Lo que pasa es que no nos acordamos. 

- La interactividad en la radio parece que es mandar gorjeos y cosas de ésas. Pero la interactividad consistente en llamar por teléfono y pedir una canción es más viejo que la sopa de ajo. O casi. Y lo de que los locutores se inventen llamadas o mensajes... ¡Madre mía! Eso está inventadísimo. 

- Antiguamente la música cabía en la radio convencional. Fue la aparición de las musicales la que hizo que pareciera que poner un disco era "mandar a la gente a la otra", o pensar que uno que escucha la convencional huye cuando no le hablan. Igual de ridículo que pensar que uno que oye radio musical no quiere que se le hable jamás. Obviamente, va a primar una cosa u otra, pero no pasa nada por poner un minuto de música en la convencional ni pasa nada por comentar algo en la musical. 

Viajemos a 1982. Hace 35 años... Imaginaos una Antena 3 Radio naciente. Imaginaos que llama un taxista para pedir una canción. Quizá pensase "en esta radio, que es nueva, seguro que cuela mi petición". Imaginaos que cuando una radio es nueva tienen que rellenar con música. Imginaos que no hay una línea clara, y que es la locutora la que tiene que decidir qué peticiones entran y cuáles no. Imaginemos que razona a la audiencia cómo de variadas tienen que ser las canciones. Escuchemos este radiochip antenatresero de 1982. Antena 3 de Córdoba, señora: 



¡Qué fuerte! La propia locutora razona que no solo van a poner música moderna... Que oye, que poner una de Camarón, pues... ¿Por qué no? La radio tenía que ser variada. Por aquel entonces cualquier cosa podía ser posible sin una radio musical segmentada, sin una esencia "convencional" como tal, con necesidad de rellenar en local... Genial. ¿Por qué no Camarón? 

Hoy sí. Pero hace 2 meses o 3 meses va alguien y llama a alguna emsiora convencional o musical para que le pongan Camarón... Y o es Radiolé en un rato que tengan así de despiste o a olvidarse toca. 

Molaba eso del estilo indefinido. Inviable, sí. Pero bien curioso es conocer estas cosas. 

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