indulgentes selectivos

Sabéis que siempre comento que hay tres etapas de Federico que siempre pido, por favor, que sean diferenciadas: 

1. Federico, hombre con pose: Primera época en la COPE. Te lo imaginas leyendo el ABC, escribiendo y hablando lenta, pausada y solemnemente mientras prepara una charla en un ámbito periodístico en un café. 

2. Federico, hombre de guerra: Segunda época en la COPE. Tenía éxito, jefe de la oposición a ZP y con soflamas mañaneras. Señor que animaba a portar antorchas cualquier noche, porque la mañana la tenía muy ocupada incendiando receptores. 

3. Federico, hombre de guasa: Ya en esRadio. Su transformación fue rápida. En poco tiempo hace, dice, imita, insulta... Lo que le da la gana. Pone motes. Entretiene a su audiencia. De la información se ocupan otros en el programa. Sus intervenciones son el programa. 

Y estamos en este punto 3. Ya sé que cada vez que digo que Federico insulta como nadie y que es muy gracioso (con imitaciones, motes genialmente puestos...) siempre hay gente que dice que si tal, que si cual... Que si eso no se puede consentir en un programa informativo... Y a ver... Es que no todos los programas en los que haya información creo que se puedan llamar informativos. En el programa de Federico hay información, pero sobre todo hay opinión y una ración de insulto que es por lo que mucha gente le pone. Yo, de hecho, sé que eso no debería ser así... Pero que cuando lo pongo es porque sé que me voy a encontrar con eso. Cuando pasan cosas chuscas, uno siempre se pone a pensar qué punta le sacará.

Como pone mucho mote, la gente se pone muy digna y dice que eso no puede ser, que no se puede permitir... Bueno, lo de siempre. Que si es indignante. Cuando se pone a favor de las vacunas, la gente celebra que se eche encima a parte de su propia audiencia. Pero lo entretenido es cuando la gente se pone a mirar en internet lo que dijo el otro día del señor que se equivocó al votar y todo eso. Se hizo viral: tanto, que en el momento de escribir esto, la cosa tenía, al menos, 700 000 visionados. Ojo a este radiochip editado y que me pasó a mp3 @DiexistaFM:

Lo entretenido de todo esto es que los que suelen indignarse con Federico (supuestamente porque eso de los insultos no puede ser, porque fíjate qué baja moralidad, qué zafio, cómo se puede consentir tal cosa en la radio, etc.) estaban felices y contentos porque le estaba dando a algunos del PP hasta cansarse. Algunos incluso se han sorprendido de que Federico le meta caña a gente del PP, cuando yo creo que es especialista en meterse con Mariano, Soraya y la mitad de los que están ahí. 

Ningún problema en compartir, ningún problema en celebrar, ningún problema en no censurar las palabras y los ataques personales a un político. Entonces... La entrada del blog de hoy no es tanto para criticar a Federico (que todos sabemos qué hace, qué deja de hacer, si lo consumimos o no y demás) como a los que le usan para decir que lo que hace está fatal, pero a la vez celebran al máximo que haga exactamente lo mismo pero con los otros. Las cosas están bien o mal independientemente de quién las haga o contra quién se hagan.