los móviles

El otro día hablaban en «Boulevard», de Radio Euskadi, de un caso sucedido a una chavala de Amurrio: Había sido chantajeada. Esta chavala era una influencer y le habían robado las cuentas de Facebook, Instagram, etc. 

Le habían robado la cuenta y le estaban intentando chantajear. La chavala al final pudo recuperar alguna cuenta. Todo esto lo contaron en el programa a través de un reportaje que es el primer radiochip móvil de hoy: 

Vaya pesadilla. O sea... Una chavala joven, redes sociales, los mensajes que le llegaban al móvil con los chantajes, seguidores que deberían de estar flipando (digo yo)... El reportaje de Javier Domínguez constrasta mucho con lo que podíamos escuchar sobre los móviles hace 20 años. 

Porque se ha comentado mucho lo de la prohibición de los móviles en los institutos y todo eso... Que si en Francia sí, que si aquí depende... Hace 20 años lo de tener un móvil no era habitual. Era frecuente eso de imitar a los poquísimos que tenían un móvil en plan yuppies. En plan «compra, vende, compra...»

En «La Ventana» de Gemma, hace casi 20 años, (¿he repetido lo suficiente que es hace 20 años?) hicieron un jueguecillo. Dado que en las navidades anteriores habían regalado móviles a troche y moche, llamaron en directo a una chavala que estaba en clase. Claro, la chavala... ¿Qué narices hacía con el móvil? Pues... ahí estaba. Explicaba que el truco era tenerlo en silencio y que si llamaban, se iluminaba la pantalla. Ojo a este segundo radiochip móvil: 

Me encanta este radiochip porque Gemma hablaba en aquel tiempo de los móviles como quien habla de algo completamente novedoso y flipando casi con esa etapa de sorpresa. Gemma quería sacar el tema de que la gente en vez de llamarse, se mandaban mensajes, que era más barato. Y obviamente, la importancia de los mensajes eran... como los wasaps de ahora. Y lo mejor, la pregunta final: «¿Pero os coméis las vocales, no?»

O sea... es para flipar fuerte. Escuchar estos dos radiochips juntos es para que se nos vuelva la cabeza del revés. Pasamos de mandar mensajitos furtivos en el móvil a chavalada chantajeada porque en las redes sociales le sigue mogollón de peña y bla, bla, bla... Del radiochip de la SER al de Radio Euskadi se ha revolucionado absolutamente todo. También hemos pasado por flipadas, como las de Second Life y derivados. No todo lo nuevo es el futuro.