la víctima no era ella

Esta alerta me la pasó ayer un amigo para avisarme.
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por móvil compulsivamente cualquier cosa. Incluso esto.

Ya sabéis lo que contó Mariola Cubells en el Jacinto. Ella vio el programa de Bertín el viernes pasado, que tenía a Jesús Vázquez. Mariola Cubells también ve el programa de Bertín, lo que es una cosa casi noticiosa. Vio llorar a Jesús Vázquez... y 23 años más tarde, decidió pedirle perdón a través de la prensa. 

He escuchado alguna vez el programa que ella hacía en la SER también. Y me compré en ese momento aquel libro de Mariola Cubells en el que hablaba de toda la televisión... He comentado en alguna ocasión que me entretuvo mucho ese libro. 

Estuvo con Francino ayer mismo (donde sabéis que colabora normalmente) hablando del tema. Escuchar cómo sollozaba... No sé. Me produjo sonrojo. Porque al final parecía que la víctima hubiera sido ella. Me pareció sonrojante que poco menos que aplaudieran su acto de contrición más de 20 años después. Compañeros suyos poco menos que se sentían orgullosísimos de este acto. Si, como ella dice, «se puede decir "se acabó"», obviamente también se podía decir no. 

El rato al que me refiero es este radiochip de los años después:

Lo sé... Es una cuestión más o menos moral. Para unos hay que aplaudir este tipo de actos y para otros este tipo de cosas son una cosa justa y necesaria, que además llega muy tarde y por tanto no le veo lo plausible. Contaba el propio Jesús Vázquez que ya había contado todo aquello en más de una ocasión y que había estado alguna vez en el programa de Francino... pero que ella nunca había dicho nada. De hecho, lo podéis escuchar aquí, por ejemplo en 2013. Qué buen rollo en todo momento y qué bien... ¡Llevando todo eso dentro! Si lo escucháis, la primera pregunta que se hace es políticamente muy correcta. ¿Quién estaría más cachas: Francino o Vázquez? Aquí podéis escuchar a Jesús Vázquez en el programa de Mariola. 

Lo que más me chirrió escuchando el radiochip de hoy es que de alguna manera parecía que la víctima había sido ella. No sé. Le añadieron canciones de perdón... La moralidad a tope, todos estupendos e intachables. No sé. No lo terminé de entender.