13 años de blog

El blog cumple 13 añazos. Que si fuera persona, tendría que estar ahora en la ESO. Como siempre, aprovecho este día para contar algo curioso del blog, poner algo que me mole especialmente y que no tenga que ver con nada... Tema libre. 

Pero esta vez no le voy a dar demasiadas vueltas. He comentado muchas veces en el blog que el despertador que más me  ha gustado de lo que llevo escuchando la radio en mi vida es el «No Somos Nadie» de Pablo Motos. Sí, incluso más que «Gomaespuma», el programa de Arús incluso... Sé que mucha gente le tiene una manía horrible a Pablo Motos, que es muy aplaudido meterse con él... Pero yo no sólo no le tengo manía, sino que me parece que tiene una historia en los medios tan guay que me parece muy injusto que se metan tanto con él. 

Empecé a escuchar a Pablo Motos en los 90, en el programa de Julia. La de veces que corría a grabar el monólogo que hacía por si acaso se me perdía algún detalle o para podérselo enseñar luego a algún amigo. Tenía una cinta en que grabé 3 monólogos seguidos. Un amigo que se quedó a dormir en mi casa en alguno de aquellos veranos (¿sería el año 2000 o así?) escuchó unos pocos que puse en un casette colocado entre las dos habitaciones. Se partió el ojal. De eso se trataba. Cuando le picó la curiosidad, me preguntó que en qué radio salía eso y le salté: «Bueno, es que ya no se emite el programa». 

En Onda Cero, Pablo Motos había creado ya el germen de lo que luego sería «El Hormiguero» en esa radio y en Onda 10. Pero se trataba simplemente de hacer radio con gente, intentar entretener... y quién iba a pensar que luego iba a hacer otras cosas. 

Cuando se fueron los de Gomaespuma de M80, pensé que la cagada era máxima y que no podrían hacer nada que se pudiera igualar. Como esta gente de la radio suele tender a poner a gente conocida, pensaron en Fuentes, que estaba en TeleCinco en un programa que dirigía Pablo Motos, quien había estado en el comienzo de «El Club de la Comedia» con mogollón de sus monólogos de la radio. Imaginaos a algunos amigos viendo el programa con sus nuevos monólogos y yo decir qué iba a decir luego el humorista porque... eran algunos reciclados de la radio de hacía años. El original siempre era mejor. 

Así que, cuando Fuentes dijo que no a irse a la radio y dijo sí Pablo Motos (el jefe de aquel programa) vi esperanza. Grabé ese comienzo del «No Somos Nadie», me quedé un poco parado por escuchar que el programa tenía poco ritmo (empezó muy lento), me hizo gracia que entrevistara a Julia Otero... Pero sabía que eso terminaría gustándome. Pero es que me terminó gustando mucho. Tanto, que creo que nada se le ha igualado. 

Contaros cómo era el programa a todos los que no lo escuchasteis sería... relativamente fácil. Digamos que era muy coral, que no tenía tanta música como los programas actuales, que de publicidad iba cargado, y que el rollo del programa y su espíritu era como el de «El Hormiguero» de después: Juan Herrera, Laura Llopis, Raquel Martos, Juan y Damián (entonces Ajenjo y Cigarro), guionistas... E incluso el técnico que terminaron teniendo en el programa, que era Valdi. La primera versión del programa en Cuatro era una especie de adaptación de la radio. No funcionaba muy bien, pero yo era fan. 

Lo de las hormigas... A ver... No es que se lo sacaran de la manga para el programa como idea que no salía de ningún lado. Era la idea del programa, la del no ser nadie, que realmente, simplemente somos hormiguitas. Somos nosotros las hormiguitas y el símbolo del programa era una hormiga que se hacía preguntas. 

El radiochip de hoy es un programa entero y verdadero de octubre del año 2006. Ojo con comenzar desde la primera hora justo al inicio, porque a las 7:00 no ponían toda la carne en el asador... Es a partir de las 8 h cuando la gente más escucha y cuando se ponían fuertes. Sí, el radiochip de hoy es un programa entero de «No Somos Nadie». 

Ahora comentaría mogollón de noticias y cosas que se decían por aquellos años... pero eso, si queréis, es cosa vuestra si disfrutáis de estas 3 horas de programa. Es que si no queda esto muy largo. Bueno... algo sí comentaré. A la hora y pico hacen el rap de la familia endeudada. Que si se habían endeudado demasiado, que si las hipotecas a tipo variable iban a subir muchísimo, que la fiebre del ladrillo... Pero pocos años más tarde nos intentaron convencer de que nadie vio venir lo que iba a venir. Pero sí, sí, se veía.