cuando el oyente atiende

Un 26 de enero, (sí, esta entrada estaba prevista para ese día, pero un momento-Campofrío lo cambió todo), hace ya unos cuantos años nació Luján Argüelles... que por si no lo sabéis, antes de ser "la de la tele" era "la de la radio". La chica comenzó en Radio Vetusta (sí, radio asturiana... como ya he comentado en alguna ocasión, asturianos en la radio, para dar y regalar) y luego pasó por "Protagonistas", "La Rosa de los Vientos", "Esta Noche o Nunca", "Herrera en la Onda", "La Orilla" y "A Ver si te Atreves", que era su programa nocturno. Por cierto, que ya hablé de ella y recuperé aquella entrada de programa que hizo tras morir su maestro Juan Antonio Cebrián. Y luego se fue enteramente a la tele. La de programas que he nombrado y lo es bastante joven... es que empezó con 19 años.

Vale, ahora es cuando voy al título de la entrada, que es "cuando el oyente atiende". Este radiochip es cortesía precisamente del "oyente que atendía", y que precisamente es lector del blog, y se llama Giovanni. En  marzo de 2001, en "La Rosa..." estuvieron en plan polémica en antena hablando de si ella se casaría, si tenía edad para casarse... con sus 24 años recién cumplidos. Y bueno, esto más o menos ocurrió así, en este radiochip casamentero:

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Pues sí, no se había casado porque quería un Brad Pitt, tal, cual... mucha broma, cachondeo... y claro, comentado todo con Cebrián y su mujer, Silvia Casasola. Luego pasó el tiempo, y el oyente (Giovanni) se quedó con la copla. Un par de años más tarde, en el programa de Salas ("Esta Noche o Nunca") vino a bromear de nuevo con su edad y vino a decir que era más joven... ¡que dos años antes! La broma en era de los mensajitos de móvil hizo que le mandara un mensaje y que ella casi respondiera en antena. Y esto fue lo que pasó el día antes de su cumpleaños, en 2004; radiochip casamentero-bis:

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Claro, si en 2001 tenía 24 años y en 2004 tenía 22... ¡tongo! Lo que pasa es que los oyentes muchas veces somos además "escuchantes" (a la manera de Pepa Fernández) y somos los más pillos del mundo. Al final, es tan fácil como mirar en la wikipedia, pero es que mola más eso de que los oyentes toquemos las narices y estemos de cachondeo.

Pasados los años... pues sí, Luján se casó, creo que con 32 años (ella es de 1977), con uno que se llama Benjamín, como veis en la foto de un día que fueron a no sé qué premios de tele... Mola el que la memoria de una persona, es más, su grabación, pueda ser recordada más de 10 años después y que podamos ver qué pasó. Aunque sea una gilipollez. Y hoy la podremos ver en Cuatro presentando, como cada lunes, el "¿quién quiere casarse con mi hijo?"... de casarse tenía que ir siempre la cosa... para que la entrada quedara más redonda. Todo viene a cuento.

Porque, y esto es un mensaje para los de la radio, no tenéis nunca idea de la de cosas que se dicen en antena. Siempre se cuenta más de lo que se cree, siempre se cuentan más anécdotas personales de las que uno puede imaginar... que si tiene hermanos, que si usa tal o cual coche, que si fue a este colegio o a otro, que dónde dio el primer beso... Sí. Parece que no, pero sí. La radio permite conocer a la gente mucho más que en cualquier otro medio. Así que el vínculo que se establece entre oyente y locutor es íntimo, por mucho que no se le conozca... Y, entre otras cosas, por eso la radio es mágica.