baja repercusión

Tendemos a pensar, casi por sistema, que una cosa que ve o escucha mucha gente tiene mucha repercusión. En parte esto es así, claro. Mejor dicho: está claro que una cosa que nadie ve o escucha tiene poca repercusión. ¿Alguien se cosca de lo que pasa en Ràdio 4? No. Pero si alguna cosa curiosa pasa en la SER, por ejemplo, siempre hay alguien que escribe para avisarme de que a tal hora ha pasado tal cosa. 

Cuando un programa desaparece, siempre queda alguna huella. Sobre todo, si ese programa ha durado mucho en el tiempo, pero... Bueno, voy a poner ejemplos: El «Hora 25» de Carlos Llamas nunca llegó al millón de oyentes, pero todo el mundo lo recuerda. Hace mil años que se emitió «La Ventana» de Sardà, no duró más que tres años, pero los oyentes lo recordamos. Nunca llegó al millón de oyentes, claro. Tampoco llegó al millón de oyentes «La Gramola», «Conservas Escalada», «No Somos Nadie»... No sé. Es que puedo nombrar decenas y decenas de programas que no rozaron siquiera el millón de oyentes y que todos conocemos, y que cuando terminaron tuvieron mucha repercusión. 

Muchas veces, la audiencia de las musicales no depende demasiado de quién está presentando: sobre todo depende de la música. En ocasiones, fichar a caras conocidas importa poco; suele consistir en un desembolso de pasta para intentar llamar la atención de la audiencia. Luego ocurre que sustituyen a esa estrella (por lo que sea) y conservan la audiencia, por ejemplo. 

En la Cadena 100 terminó hace poco el «De Sábado» de Christian Gálvez. Precisamente, hablé de este programa y la repercusión. Hoy continúo con la cosa porque el programa ha terminado y... nada. Es más noticia que se va a centrar en sus cosas de televisión que lo que ha aportado en la radio. De hecho... ¿En qué era distinto su programa a alguna otra cosa? El radiochip de hoy es la última hora del último programa, con sus despedidas y sus cosas. Radiochip gálvez:

Y sí, este programa (porque le llaman programa) estaba rozando el millón de oyentes, pero... ¿Repercusión real? Seamos sinceros: muy limitada. Es la muestra de que tener mucha audiencia en un programa puede ser debido simplemente a que se emite en una determinada cadena, y que la gente lo oiga no por devoción, sino porque simplemente ahí estaba. No es que la competencia viendo su buen hacer se lo haya llevado para hacer mejores números: simplemente desaparece, sin más. 

No siempre audiencia es igual a seguimiento. Son dos cosas bastante distintas en muchas ocasiones. Y me apetecía reflexionar sobre ello con un ejemplo sencillo, reciente y evidente.