En la radio hay algunos ruidos, pequeñitos, que pasan muchas veces desapercibidos, y que podemos escuchar durante años sin darnos cuenta. Son cosas en las que no solemos reparar —o sí— y que son característicos algunos de los que están al otro lado del micrófono. Y mirad que es raro, porque no debería sonar nada ajeno a la voz o a las músicas y efectos que nos pongan los técnicos o el maquinillo que tengan en el estudio.
Voy a centrarme en tres que tengo muy pillados. Yo... y muchos de vosotros, segurísimo. Ya veréis. Sólo he pillado radiochip de uno, porque lo bonito en este caso no es que yo os enseñe de lo que estoy hablando. Lo mejor es que los escuchéis vosotros.
El primer ejemplo que os voy a poner es de José Ramón de la Morena. Hace una cosa que hago yo también, que hacía mi jefa y que he visto hacer a tanta gente... Cuando alguien me habla por teléfono y me está contando lo que sea, si tengo un lápiz a mano, voy haciendo dibujitos sin sentido. Me pasa por teléfono, cuando en un congreso dan una charla, cuando estás en una reunión y no es necesario estar mirando a una presentación... Cuadraditos, circulitos, líneas... Cuando De la Morena está entrevistando a alguien, muchas veces suena un lápiz y un papel, como dibujando. No me dejéis de friki y decidme que también lo habéis escuchado. En mil años que se ha emitido el programa alguno se ha tenido que dar cuenta. Y si no... Fijaos. Al teléfono puede estar cualquier persona... y suena ese «zig, zig, zig, zig».
Del segundo ejemplo tendrán constancia solo los catalanes. Se trata de Jordi Basté. Está haciendo entrevistas... y él, mientras, dale que te pego en internet. Clic, clic, clic, clic... Está entrevistando a quien sea, y cuando el resto de contertulios están por ahí diciendo lo que sea... Clic, clic, clic. El ratón maldito. Hay que estar atento, pero no es difícil darse cuenta. Reconozco que lo primerísimo que hice la vez que entré en el estudio de RAC1 fue mirar cómo era ese maldito ratón. Lo vi. Ahí estaba. El instrumento de cliqueo máximo encima de la mesa, delante del ordenador. Parte del sonido de «El Món a RAC1». Si no os habéis dado cuenta... cualquier día poneos a Basté, a eso de las 9 h., cuando esté en alguna entrevista. «Clic, clic, clic, clic».
El tercero... mítico también. Es algo que sólo se entiende en un programa de deportes que dura mil horas. ¿Quién no ha escuchado ocho mil millones de veces a Paco González abrirse una lata de Coca-Cola en antena? Un clásico ruidito de la radio. «Dale, Rubén» (o Manolo, o Xuáncar, u Oli, o quien quiera que sea) y después, solo un segundo después, suena el radiochip cocacolil:
Quizá lo tengas que escuchar más de una vez para darte cuenta de cuándo suena la apertura de la lata. Pero lo hemos escuchado mil millones de veces. Solo hay que ser un poco observador (o como se diga referido al acto de escuchar) y darse cuenta.
Seguramente vosotros habréis escuchado sonidicos como éstos rulando por la radio. Seguro que alguno de los locutores que escucháis hacen algo de lo que quizá no te des cuenta en un primer momento, pero que luego caes... ¿Sabríais decir algún otro?