Lo he comentado tres trillones de veces: la audiencia de la radio normal, la habitual, es silente, inregistrable, y si no fuera por el EGM, los que hacen la radio, hasta hace una década y pico, no tenían ni lejana idea de cómo iba funcionando un programa. Bueno... había un indicador: las llamadas a los programas. Si no llamaba nadie...
Desde hace unos años, los de la radio, en general, necesitan saber que hay alguien al otro lado, aunque sean tres. Antes necesitaban que
su página de Facebook estuviera repletita (hasta los locutores tenían casi obligado chatear con los supuestos oyentes, como si fuera su trabajo), y consideraban los jefes que era súperimportante. Era necesario tener muchos seguidores en Twitter... Hubo una
época de twitterdependencia total. Ahora menos, pero los gurús de la época estaban empeñadísimos en que eso era el futuro. Y ya veis...
Una de las entradas que más repercusión ha tenido del blog es la de cuando en la SER
se metieron en Second Life. Vaya revolución, chaval. Pero, de nuevo, nos vendían la revolución total. ¿Qué me decís de las
radios en internet? Nada, que según Abellán, en 2014 nadie oía la radio por FM. Ya. Y bueno... cuando las radios pensaron que el futuro, lo que había que hacer, era que, como a la gente le gusta mucho lo de las pantallas, era emitir los programas con una cámara. Algunos le llamaron radio visual. Bueno...
cada uno le llamaba radio visual a una cosa. Llegaron a hacer programas de televisión mala con micros de radio
por Instagram y si decías que era una chorrada te decían antiguo. ¿Reinventar la televisión a día de hoy? ¡Pero si de eso tenemos a porrón! La de cosas que
nos han vendido como radio del futuro... El futuro de la radio también eran los pódcast, y si hay demasiadas radios, imaginaos si hay pódcast...
Demasiados. Yo siempre animo a los de la radio visual y a los de los pódcast (todo entendido como
digievolución de la radio) que unan fuerzas y hagan vídeos de YouTube. Lo mejor de cada casa. Lo que pasa es que eso está ya inventado... Como la televisión.
En los últimos meses hemos tenido dos olas gordas. La primera, la de Twitch. ¿Qué tiene que ver con la radio? Pues no sé, pero me produce entre asco y ternura cuando gente de la radio va de moderna y termina evidenciando que no se enteran de la movida. Como Grefg batió un récord en Twitch e Ibai lo estaba petando, los de «Buenismo Bien» se pusieron a emitir por ahí. Es como si creyeran que como el personal usa Twitch, pues oye, como la televisión de los 80, que igual se piensan que la chavalería está ahí tumbada en el sofá y que se va a tragar lo que echen a esa hora. Y que estando en Twitch van a encontrarles a ellos, que son graciosos, con talento, famosos, de izquierdos y encima tácticos. Todo para triunfar. Ay, angelitos.
Y en la prensa, todos diciendo que lo van a petar o algo así. Pues no sé. Igual o más que el programa de Frank Blanco en Podimo. De pelotazo en pelotazo, a tope siempre desde este blog con los «éxitos desde dentro». Lo mejor es la última moda, que es la de ClubHouse. De hecho, hace unas semanas, en el programa de Pino bueno estuvieron haciendo conexión muy futurista con esto del ClubHouse. En serio, que sí. Radiochip clabjaus:
Hasta Pino bueno, de vez en cuando, francinea en esta vida. Si en algo se parece la radio de los 80 a mi percepción de 2021 es que si antes se fijaban en el volumen de llamadas de teléfono, yo me guío ahora por el volumen de turra que veo en mi Twitter sobre ClubHouse. Hace un mes estaba mogollón de gente en el tema (sobre todo gente que un día se dedicó a la radio, pero ya no) y ahora casi nadie habla del tema.
Como no estamos en los 80, aunque me guíe de mi percepción en 2021, tenemos Google Trends, que eso también lo usaba mucho Pino bueno con Marisa Toro, hace unos años. Y me he fijado en el número de búsquedas de esto de ClubHouse. Y vi lo siguiente:
Chico, la cosa está que no sé yo... Pero la de gente ex-radio que se metió ahí durante mogollón de días. No entiendo muy bien qué esperaban, pero a veces sé que vosotros sabéis lo que pienso sin que tenga que escribirlo. Yo creo que se me entiende. Hay veces que da cosica escribir según que impresiones y pensamientos.
Total, que, después de todo este rollo, lo que quiero decir es que me da rabia que se hayan pasado años y años y años y años preocupándose de muchas cosas que están muy bien, que claro que tienen influencia y todo eso, que están en nuestra realidad... Pero me da la impresión de que se ocupan y preocupan mucho menos de los contenidos. Si en la radio echan cosas guays, si echan cosas que interesan a la gente, tranquilos que ya nos interesamos en cómo acceder a ellas.
Y me doy cuenta de que están pendientes demasiado de repercusiones, de ser famosos, de contar seguidores, de que alguien opine que han innovado, de ganar un premio, de decir que ellos fueron los primeros que no sé qué... Y que están poco en el mundo. ¿Cómo personas que no están a lo que estoy yo se van a enterar de qué me interesa?
Mientras me van contando en antena cómo meterme en su Twitter,
en su Instagram y demás chorradas, no me están dando ningún contenido. Eso es ruido. ¡Contadme cosas que me interesen, joder! Y si soy fan, los oyentes ya haremos lo posible por bajarnos los programas, meternos en su Twitter... lo que sea. Pero, lo más importante y menos silencioso: Escucharles anónimamente, QUE ES DE LO QUE REALMENTE VIVEN: Del numerito que les salga en el EGM. Se preocupan de mil indicadores menos del que importa, y que es justo, justo, justo, el que siempre ponen en duda y del que reniegan.
Busquen temas que me entretengan. Busquen captar mi atención. Pero, por favor, se preocupen menos de las modas que nos venden los gurús cada 2 meses y que, no sé por qué, siempre compran todos los jefes de todas las radios. Sí, se llama miedo. Qué poco creen en sus propios productos.