¿Moción de censura? ¡Pues que el tema de hoy sea la censura!
Creo que alguna vez lo he contado en el blog, pero por situarnos:
Verano. Yo era un crío pequeño escuchando en la radio a un señor mayor llamado José Luis Velasco, que no sé por qué narices me tenía enganchado a su programa. Hablaba lento, decía cosas no precisamente de jóvenes, pero... Era un grande. Si tienes enganchado a un crío pequeño a la radio, algo especial tienes que tener, ¿no?
Una tarde puso el «American Pie» de Don McLean. Yo conocía la «versión máquina» que había salido y que yo tenía grabada en cinta. Puso la canción entera. 8 minutos o así de canción. Me recuerdo ahí, jugando a no sé qué, y paré escuchando la canción y lo que explicó después José Luis Velasco: Que estuvo a punto de poner en antena la versión censurada, tal y como la escuchaba él de joven. Porque esa canción estaba censurada en tiempos de Franco. En vez de retirar de las radios la canción, lo que hizo la censura fue poner un pitido en un trozo de la canción, en unos cuantos segundos.
La canción dice: «Y las tres personas que más admiro, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo...» ¡A quedar debajo del pitido! De crío no entendí por qué censuraban eso, si era una referencia tan pía. Ahora, de mayor, tampoco. Tampoco estaban diciendo nada del otro mundo... No estaban hablando de matar a ningún policía, ni enaltecían a nadie de actividad vespertina, ni se metían con Mahoma. Pero estaba censurado. Años más tarde, por fin he sabido cómo sonaba aquello por la radio, en este radiochip de la censura:
Pero vamos, en tiempos de Franco también se censuraban cosas muy curiosas, como en «Ojos Verdes»... Intentaron cambiar eso de que estaba apoyada en el quicio de la mancebía por estar apoyada en el quicio de tu casa un día... Pero nada, censura total.
Había un programa en Radio 5 llamado «Canciones Prohibidas» en el que hablaban de canciones censuradas por las más diversas razones. No, no hablaban sólo de la época de Franco... Hablaban de canciones censuradas en tiempos actuales por las más diversas razones: Canciones de Lady Gaga, de Amy Winehouse... Hay veces que prohíbe su publicación un país, la cantante, una cadena (acordaos de lo de Becky G.), un programa... Y los efectos van desde la no publicación, la prohibición, cadenas en que no suenan, cambios en la letra, transformaciones... o, como en el caso del radiochip de hoy, un pitido.