Hoy toca contar un "secretillo" del blog, que en realidad no es que sea secreto y además no tiene importancia... más bien es una curiosidad intrascendente pero que a mí me parece casi sorprendente. La única entrada del blog que empecé a escribir, eliminé y luego jamás volví a reescribir fue la dedicada a Paco González.
Casi tendría que hacer memoria de lo que escribí hace como 2 años, pero resulta que, a pesar de que está otra cadena, de que lo echaran, de todo lo que ha sucedido... la opinión sigue siendo exactamente la misma. Y qué mejor que recuperar el tema haciendo referencia a cuando era el director del Carrusel y punto.
Porque en aquellas tardes de estudiar latín, en aquellas tardes de mirar apuntes de literatura, de hacer trabajos de geografía... en aquellas incipientes tardes radiofónicas descubrí que el fútbol en la SER había un tío que no se parecía a García, que tenía ritmo y que no se me hacía pesado. Es más, que transmitía pasión por lo que hacía, sin ser nada nada protagonista de la historia, porque el protagonista era el fútbol.
El sexto director de Carrusel es una de esas personas que se me hacían extrañas en la radio. Le admiraba. Yo, que casi no tenía ni pelos, me daba ya cuenta de que en el fútbol se imitaban a los periodistas, a los futbolistas, que todos tenían alguna forma de hablar particular... o que eran ampliamente conocidos por todos y famosos. Y Paco González, no. No era especialmente polémico, no tenía una forma especial de hablar (de hecho, nadie le ha imitado jamás en la vida, quizá porque no haya nada que imitar) y que me parecía la gran estrella, el gran director de orquesta.
Claro, yo preguntaba a algún amigo y sí, sabían si acaso quién era Pepe Domingo, o tal o cual corresponsal incluso... y si preguntabas por el presentador, no sabían decirte el nombre. ¡Qué fuerte! Escuchar un programa del que nadie reconocía la voz del presentador como especial. Le ocurría a la mayoría de mis amigos y conocidos. ¡Increíble! De eso precisamente iba la entrada que dejé sin terminar... de cómo podía ser que Paco González pasara tan desapercibido en el mundo de las estrellas de la radio siendo que para mí era de los más grandes. Mi madre me decía: "ése es el que te gusta escuchar, ¿verdad?" Y yo le respondía (que no tenía ni 18 años): "sí, pero parece que nadie le conoce". Escuchabas las cuñas del Carrusel, y sí, efectivamente, decían su nombre... pero para hablar de deportes en la radio llamaban a De la Morena. En las presentaciones de la radio si me apuráis apenas aparecía... era programación de fin de semana. De segunda división... siendo la primerísima. Infravaloración total desde mi punto de vista. Para mí el alma de los deportes siempre era el Carrusel, no "El Larguero", por mucho que lo escuchara todas las noches.
De hecho, aquella entrada iba a terminar creo con algo así como un "espero que lo valoren lo suficiente, porque sin hacer ruido tiene el segundo programa más escuchado de toda la radio española"... y nunca aparecía como gran figura. Y
el día que me enteré que lo echaron, mi "miedo" era que a la gente le diera exactamente igual y que pusieran a otro y que no hubiera casi ruido. ¡Claro! Porque tradicionalmente nunca había sido vendido como una estrella de la radio. Un canterano de la SER, un tío que les salió tan barato como un becario gratis en algún momento, tenía un programa que facturaba una pasta gansa siendo que nunca salía como "estrella de la cadena" ni su programa anunciado como "buque insignia de la SER". Es que el dedo de Paco Vela (hoy fuera de la SER) fue el que señaló a un veinteañero llamado Paco González para hacerse con la dirección del programa. Unos lo llamarían locura... a día de hoy creo que a eso se le llama "ojo clínico".
Cuál fue mi sorpresa al ver que, al igual que yo, miles y miles de personas también consideraban que habían echado a la pieza fundamental, a una piedra angular... esa piedra que no se deja a la vista pero que es necesaria para que se sostenga el edificio. Tuvieron los huevos de echarlo... y comenzó el culebrón. No me refiero al de Paco González y sus 50 acompañantes (que también), sino el superculebrón de la SER. De repente, hasta la presentación de la nueva temporada se hizo "con formato de Carrusel". De repente Carrusel era la SER y Javi Hoyos gozó de una publicidad que yo creo que sumando los últimos 10 años de Carrusel, ni Paco ni Pepe soñaron tener. Carrusel en el metro, carrusel en las paradas... Me parecía increíble. Si le hubieran dado ese bombo al Carrusel antes... Y
Javi Hoyos fue el séptimo director de Carrusel. Tras negociaciones más en la sombra que al sol, le dieron una patada contratando a
Manu Carreño, que sí que tiene pinta de cuajar como octavo director de Carrusel.
Obviamente, esta serie de entradas termina en el sexto capítulo porque "el resto es una historia que tiene que reposar un tiempo antes de poder ser contada". Un poco a lo "Hormigas Blancas". Ya sé que esto ha ido más de cómo he vivido la historia del sexto director de la radio que de él en sí mismo... pero bueno, era lo que me apetecía contar.
Por cierto... el radiochip, sí... no creáis que se me olvidaba. Aquel final de liga sin Paco González fue también un recuerdo. En medio de toda la casi censura de su figura, en el resumen final, se pudo escuchar su voz grabada, a Gallego despidiéndose de él, y justo al final, metido con calzador, casi pasando desapercibido en el montaje, igual que el trato que siempre se le dio, la última frase del Carrusel de la temporada... Radiochip último-montajista:
La despedida de los últimos tiempos del Carrusel que siempre pronunciaba Paco al final: "gracias por elegir la radio". ¡Grande!