El otro día interaccioné con Pedro Vallín en Twitter no tanto porque su tuit me pareciera fatal, sino porque se estaba regodeando en las respuestas que daba a algunas personas que le decían que eso bonito precisamente no era. Recordemos el tuit que decía: «Eres valenciano. Mete la cabeza en el water y tira de la cadena. Se llama 'dana doméstica'. Lo vas a gozar».
Me parece curioso y muy descriptivo de la época: parecía como si la gente que se quejaba del tuit no lo hacía por el propio tuit, sino porque eran todos fachas. Está claro que siempre habrá gente que esté tocada del ala y gente muy ultra. pero eso de autoengañarse pensando que todo el que te dice algo es porque es facha y ni siquiera barajes entre las posibilidades que eso efectivamente sea muy loco...
Total, que me dio por interaccionar con él para decirle que yo de él no haría tanta publicidad de sus respuestas chulescas, porque me parecía eso muy loco, la verdad. Él me contestó con displicencia y casi diría que desprecio. Bueno... La verdad es que cuando vi que contestaba así y que no corregía el error me dio por escribir una entrada sobre él... pero luego, pensándolo mejor, decidí poner el radiochip de hoy para cuando le echaran de La Vanguardia, porque entonces sí sería noticia. Parece que ya le han echado, o eso dicen en Twitter. O quizá le han enseñado la puerta, no sé.
Sí, tenía claro el final de la historia. También define muy bien la época tuitera en la que vivimos el número de periodistas (todos del mismo rollo ideológico y tuitero) que le apoyaban férreamente. Nadie decía que el tuit era feo, claro está, pero el apoyo hacia él (y en contra del fascismo imperante) era total. Yo me pregunto: Si tan amigos eran y tanto le admiraban... ¿¿A nadie se le ocurrió avisarle de que eso que ponía era muy loco?? Y además, es curioso que le apoyan en Twitter, de manera pública. Que lo veamos todos.
Ahora que ya estamos puestos en contexto del porqué de la noticia, es cuando viene el radiochip de hoy. Resulta que Pedro Vallín se empezó a meter en temas políticos hace unos cuantos años en La Vanguardia. Pero bueno, viendo el historial de sus tuits, por tercera vez el tema Pedro Vallín define muchísimo el periodismo que tenemos: en realidad funcionaba como activista de Podemos, pero luego ya sabemos cómo funciona la cosa, y terminó siendo rechazado por ese mundo de Podemos.
El radiochip de hoy es del momento cumbre de Pedro Vallín en los medios: fue el que publicó la foto de Pablo Iglesias cuando se cortó la coleta. ¡¡Momento cumbre del periodismo en España, diría yo!! Y además el ¿ex?-líder de Podemos estaba leyendo un libro del premio Pedro Vallín en esa foto. ¿No es guay? O sea, esa imagen se la dio por afinidad. Tampoco es que hubiera demasiada labor de investigación.
Y de entonces es el radiochip de hoy: la entrevista que le hicieron en el programa de Julia hablando de la cosa: de la difusión de esa fotografía.
Vallín estuvo explicando cuándo dentro de Podemos se estuvo planteando cuándo cortar la coleta de Iglesias y todo eso. Cuestiones curiosas, la verdad, pero de una trascendencia limitada. Pero es el pico en el que creo que Vallín tiene su máximo de popularidad sobre algo publicado. El resto de momentos de pico creo que ha sido metiéndose con Rafa Nadal y cosas así. También estuvo hace relativamente poco en «La Cena de los Idiotés».
Como vemos, es un caso que puede parecer anecdótico, pero que define muy bien el momento actual de cómo es el mundo de los periodistas modernos: Significación con partidos a lo loco, noticias que se deben a amistad con esos partidos, el estar en redes haciendo cosas que son más personales que del periódico que les paga, el manchar o no el nombre de ese periódico, el ir por libre sin que nadie diga nada, y el mundo de las adhesiones de gente del mismo perfil ideológico, quizá no por amistad sino por propio posicionamiento. Es que lo tiene todo. Como guinda, lo de los tuiteros que siempre dirán que le echaron por ser libre y lo mostrarán como una nueva víctima del fascismo de los medios. Es que parece todo producto de un guion de un trabajo sobre periodismo hecho en 2035 para explicar estos años.