Viene una entrada destructora. Comprended el tono...
Ya sabéis que hay varias cosas que me sacan de quicio cuando se habla de radio. Entre ellas, que se pongan a hablar del futuro como si vinieran de 2050 (porque ellos lo valen), y también que en un giro inesperado de guión, cada vez que hablen de radio estén poniendo aparatos de galena y hablando de Luis del Olmo como si aún pintara algo en el panorama.
Hace muchos años me decepcionó la Academia de Radio. ¿Cómo podía ser que esa gente se reuniera para hacer algo tan rancio y nadie dijera nada? Lo flipante es que todos los que hablaban de la Academia y de sus premios rancios de morir se comían las pollas que no veáis. Un espectáculo. Era todo tan rancio y tan ridículo que pasé casi de indignarme a tomármelo como la entrada más esperada del blog. Porque era todo una fantasía.
Todo consistía en que un montón de gente rancia ponía nombres de premios rancios a gente rancia y daban premios a sus amigos (normalmente, que al final de todo había) en Pozuelo de Alarcón. Cualquier cosa a punto de diñar era un fuerte candidato para recibir el premio en caso de que alguien se acordara de ellos. Era la versión radiofónica de la extrema unción.
Echo de menos aquello. Ahora, 5 años más tarde, veo que la Academia de Radio tiene una página web abandonada y rarísima y poco más. En aquel tiempo, cuando hablé de los premios, me dijeron que no podía usar la imagen de los premios porque eso era de su propiedad. No me había pasado en 6 años de blog y sí me pasó
con aquella entrada. Así que puse la imagen que veis.
Un espectáculo y una fantasía. Un ramillete de premios genial. Voy a hacer la lista, que sólo de recordar el palmarés —que en el caso de estos premios debería llamarse el palmarás— me maravillo.
1. Medalla de oro para Iñaki Gabilondo. Dejó de dirigir el «Hoy por Hoy» hacía 10 años, pero el premio se lo merecía en 2015.
2. Premio «Luis del Olmo» a «Herrera en la Onda». Porque, recordad, estos premios estaban hechos para la gloria de Luis del Olmo, no sea que no tuviera la barra de ego a tope. Que yo decía: cuando termine de llenar su ego igual por fin vemos cómo tira la magia.
3. Premio
«Manuel Aznar» a Rafael Pérez del Puerto, mandamás de la COPE. Recordemos que por aquel entonces daban gracias a Dios por tener al equipo de deportes, porque si no su audiencia hubiera salido negativa en el EGM. Por eso le daban un premio, por su éxito. Aznar, el de la COPE, el premio en Pozuelo... Yo creo que estos premios estaban comprados por la SER.
4. Premio
«Juan M. Gozalo» a «Radioestadio». Ya que la lucha estaba en todo lo alto entre el Carrusel y «Tiempo de Juego», ¿por qué no premiar al programa de Ares, que no lo oía ni Perry? Pues premio para Ares, hombre. Tenía un futuro en Onda Cero tremendo. Merecía el premio.
5. Premio «Mª Elena Domènech» a Rafael Taibo. ¿Que no sabes quién es? Pues en 2015 merecía un premio según la Academia. Amo la academia. Escribí: «[...] el premio [...] al valor de la voz radiofónica [...] para la voz de los documentales de Jacques Cousteau. [...] estuvo en el cuadro de actores de la SER, que en 1963 se fue a RNE, [...] volvió a finales de los 70 para poner voz a la presentación de conciertos de Radio Clásica... [2015] Voy a poner un antipolillas en mi armario, ahora que me acuerdo. Ahora vengo. [...] Ya estoy otra vez. Sigo...»
6. Premio «Joaquín Prat» (el padre, porque los nombres de estos premios debían de tener las mismas reglas que las calles de Madrid) a Andrés Caparrós (el padre, porque los premiados no pueden darse a nadie que no haya vivido la posguerra). En 2015, oye.
7. Gran Premio (que sí, así lo llamaban) «Bobby Deglané» a Matías Prats. De nuevo, el padre, que hace años que cría malvas. Porque 2015 era así. Es genial esta academia que cree que la radio de 2015 era tan putísima mierda y daba tanto asco que lo mejor era premiar a gente que viviera, pero en recuerdos. De nuestros abuelos, claro. Añadí: «¿Os acordáis de cuando nos salían sabañones de ir en invierno al colegio y el profesor nos castigaba con un palo en las yemas de los dedos? Los de la Academia de Radio sí.»
8. Premio a la información taurina a Rafael Valero, de Aragón Radio. Porque 2015 necesitaba un premio a los programas taurinos, claro que sí. Nunca, en ningún año, Molés recibió ni una mención del jurado. Pero oye, a uno de Aragón Radio. ¡Claro que sí! ¡La información taurina de 2015 necesitaba un premio! No sabéis lo que echo de menos estos premios. El radiochip que puse fue de la sección taurina en el programa de las tardes de Aragón Radio, el «Escúchate» de Javier Vázquez. Para que juzguéis.
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Era la hora de echar la magia. |
Bueno... Luego había más premiados... A programa de información gastronómica, a mejor radio internacional (que ganó Radio Vaticano)...
Bueno, pues por lo que sea, vete tú a saber, estos premios ya no se dan y la Academia de Radio está más muerta que los nombres de sus premios. Yo lo que quiero es que vuelvan estos premios con más fuerza. Y lo divertido es que Paaq recordó:
«[...] el año pasado dijiste: "A mí solo se me ocurren 3 anteriores a los 50... Si hago memoria, igual alguno más. Alguno ha aparecido en el blog... Pero vamos, que en los de 2015 y 2016 seguro que les premian." Y, efectivamente, han premiado a Matías Prats Cañete, que empezó a hacer radio durante la Guerra Civil.»
Mr. J., muy acertadamente, dijo:
«Para el próximo año podrían hacer la ceremonia en Benidorm, Roquetas de Mar o algún lugar de retiro viejuno, y tras la bendición del Sr. Párroco, al terminar la ceremonia podrían ponerse todos a bailar un pasodoble amenizado por la banda local.»
Y lo mejor fue el comentario de alguien cuyo alias era Samsung Galaxy:
«Si eres más ignorante, explotas RADIOPATATAS RANCIAS. Estudia chaval, que así no vas a tener buen futuro... Par tu información.. En 2012 SÍ hubo Gala de la Academia de la Radio. Supongo que no celebrarás el Día Mundial de la Radio, porque tienes envidia de que a la Academia sí se le ocurrió y consiguió un Día Mundial, ratificado por ONU, así que si quieres ganarte respeto, estudia, aprende, abre la mente y deja de decir tonterías inventadas sólo por envidia para intentar ensuciar el trabajo y prestigio que otros se han ganado con mucho estudio, esfuerzo, tiempo y reconocimiento mundial. Ten más cuidado con lo que escribes, RadioYogurín, que la Academia ya te puede denunciar por usar un logo/cartel que no es de tu propiedad.»
Sí, vale... Me llamaron RadioYougurín. Amo al tal Samsung Galaxy, por mucho que yo tenga un triste Xiaomi barato. Y le informo de que a pesar de que lo del día de la radio me parece rancio, yo sí celebro el día de la radio, siempre que puedo, recordando estos premios: los premios que hacían pensar al personal que la radio era algo aún más rancio, para muertos y no algo vivo y actual.